Por Gerardo Leclerqc | Foto: emergentes
Pasó el G20 por Argentina ¿cómo quedó armado el rompecabezas geopolítico?
Entre lo días 30 de noviembre y 1 de diciembre se realizó en Bs As la decimotercera reunión anual del organismo multilateral más importante de la actualidad; representa el 65% de la población mundial y el 85% del PBI global; siendo además la primer vez en llevarse a cabo en tierras sudamericanas
El actual escenario de guerra comercial entre Estados Unidos y China y el persiste te proteccionismo promulgado por el presidente Trump, son el reflejo de un sistema tensionado y sinuado por la incertidumbre.
La política proteccionista de Trump parece no tener límites y sobre todo no diferenciar entre “propios y ajenos” (aliados y no aliados); recordemos los conflictos generados con Alemania y el bloque Europeo en general, producto de aranceles aplicados a bienes provenientes del del “viejo contienente”.
En tal sentido la intensificación de tensiones con Rusia, generadas a partir del conflicto Ucraniano, el avance Ruso en el “mundo árabe”, la activa participación de Putin en el pacificación del conflicto Sirio y el cada vez más pujante eje Ruso-Chino. Son entendidas por las altas esferas de la política Norteaméricana como una verdadera amenaza a las bases de su poderío mundial.
Este contexto no generaba un panorama muy alentador, respecto de la posibilidad de generar un documento común que refleje un consenso en distintos ambitos; pero pareció quedar solapado y la cumbre de Buenas Aires quedó marcada por el pragmatismo de todas las partes a la hora de entablar las negociaciones.
El presidente Trump y su par Chino Xi Xinping mantuvieron una reunión formal, la cual fue presentada por ambas partes como “amistosa y productiva”
Sin dudas quien se robo todos los flashes del encuentro fue el presidente Ruso Vladimir Putin. En este tipo de eventos de alta diplomacia, el protocolo y las formas son de suma importancia y en muchas ocaciones un gesto vale más que mil palabras (o un tratado para este caso). Puntualmente me refiero al efusivo saludo entre el mandatario Ruso y el príncipe heredero al trono Saudí Mohammed Bin Salman – quien llegaba en medio de acusaciones de haber ordenado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi – este saludo no sólo refleja una proximidad personal entre ambos mandatarios, sino que refuerza la postura Rusa para con el reino Saudí – principal productor de petróleo mundial – en medio de las tensiones antes mencionadas.
Como análisis final podemos mencionar lo que el G20 dejo para nuestro país.
Por un lado la relación con China y el interés de estos en aportar capitales para obras en infraestructura, se habla de reactivar los proyectos de centrales nucleares y la puesta en marcha a una base de observación espacial en la patagonia. Sin duda proyectos de vital importancia para nuestro país; pero que trae consigo un grado de tensión con el principal aliado ideológico de la administración cambiemos: la casa blanca.
Estos acuerdos Chino-Argentinos son vistos como un coqueteo por la administración Trump; la cual fue de vital importancia para que el FMI otorgue el crédito que el estado Argentino solicitó al organismo.
Ante este escenario Argentina y la administración cambiemos se encuentra frente a una encrucijada. Por un lado le debe “lealtad” a la casa blanca por sus gestiones con el Fondo. Y por otro necesita de los capitales frescos que China promete.
Por otra parte es interesante remarcar que esta ambigüedad a la que Argentina esta expuesta es producto del juego geopolitoco global. China y su capital busca socavar la hegemonía Norteaméricana, y estos intentan recuperar el terreno perdido en las Ultima décadas valiéndose de esta nueva oleada de gobiernos conservadores en la región.
La cumbre del G20 finalizó y generó in documento, que sin entrometerse en los grandes temas, dejó la sensación de que Estados Unidos continuará desplegando una política unilateral tanto en materia comercial como lo en lo referido al cambio climático.
En lo que respecta al conflicto comercial Chino – Norteaméricano por el momento las partes acordaron una tregua; que es a su vez un respiro para el sistema comercial en general.