Ayer fue el primer taller “Mujeres y fútbol” en un Encuentro de Mujeres. El deseo puesto en los pies y en el cuerpo, el encuentro con otras y los lugares que ocupamos, algunos de los ejes principales.
Primero el juego y después la palabra. Así como fue el recorrido que hicieron con la pelota también lo fue ayer en la Plaza Centenario de Trelew, durante el 33 Encuentro (Pluri)Nacional de Mujeres: primero se armó la canchita y se jugó al fútbol en el 5to Encuentro de Mujeres que juegan al Fútbol y luego comenzó el taller que pasó de un aula de escuela al aire libre. Otra forma, también, de plantarse en el espacio público. Mientras se están cerrando las primeras conclusiones, con la propuesta de una organización federal que reúna a todas las mujeres relacionadas con el fútbol, damos cuenta de las ideas más relevantes. El cupo femenino en los clubes, en el periodismo y en los organismos de la AFA; la importancia de nombrarnos feministas; el camino hacia la masividad del fútbol de mujeres; cómo dar la batalla cultural en ese sentido; cómo articular fútbol y política en las ligas femeninas actuales y en los barrios; son las metas para seguir trabajando.
El sábado abrió Mónica Santino, integrante de La Nuestra Fútbol Feminista, y habló sobre la importancia de ese taller fundacional. También dio cuenta de la importancia del feminismo y de que sepamos respetar los tiempos de cada una: “Ninguna es más feminista que otra y cada una va llegando a su tiempo, igual que el lenguaje inclusivo”.
Siguieron mujeres de “Abriendo la Cancha”, de Córdoba, que dieron cuenta del desarrollo de la Liga de fútbol femenino. También de cómo la FIFA, a pesar del desarrollo que tiene el femenino durante los últimos años, está planteando medidas que significan un retroceso. En ese sentido, están circulando un formulario donde “ya juntamos 700 firmas para hacer una presentación formal de las pibas que están jugando en los clubes”.
Fue el turno de Emilia, de Las Martas Fútbol Feminista de Santa Fe, quienes se formaron con otras características: “Nos encontramos de más grandes con el fútbol que dejamos de jugar; ese que jugábamos con primos y hermanos en la calle”. Qué les produjo este reencuentro, se preguntaron colectivamente: “Es un encuentro entre nosotras. Es un tercer tiempo infinito y es un reencuentro con el deseo”, contó Emilia.
El deseo apareció a lo largo de todo el taller: puesto en los pies y en el cuerpo, en el intercambio con otras, en cómo se paran en la cancha y lo que habilita, adentro pero también afuera de la cancha.
Desde chiquita te vengo a ver
Además de las agrupaciones de pibas que juegan al fútbol, también están las hinchas, las pibas que son fanáticas de un club y quieren cambiar esa impronta machista que reina en el fútbol masculino.
Así lo contaron desde la Comisión de Género de Boca es Pueblo: “Amamos al club pero no nos representa. Desde que Mauricio Macri ingresó al club en 1995 fueron sacando a las vecinas y vecinos del barrio de ahí. El fútbol como negocio es lo que vemos y Boca no es un club fashion, como dijo alguna vez Macri, sino que Boca es pueblo”.
Explican, también (y esto se repite como una constante en todas las exposiciones) que “el fútbol femenino esta muy relegado: las pibas juegan donde entrenan los hombres”.
También vienen interviniendo en los casos de denuncia por violencia de género, cono los de Centurión y Rossi, que no tuvieron resoluciones: “Queremos tolerancia cero, así como lo hay con el doping”, afirman.
En el club San Lorenzo de almagro existe La Soriana, quienes, si bien tienen una dirigencia más abierta a sus cuestionamientos tienen una sola mujer en la Comisión y pocas integran la asamblea a pesar de que son el 20% del padrón. Por eso la necesidad de la ley de cupo a nivel reglamentario surge como otra proyección imprescindible. “Necesitamos integrar a las pibas que estamos en el club, que formamos parte y militamos al club todos los días”, cerraron.
Viqui es parte de la Comisión de Cultura del Club Atlético Belgrano de Córdoba. A partir de una metáfora futbolera describió lo que muchas sienten: “Las mujeres la corremos por detrás en cualquier ámbito y en el fútbol es peor porque se refuerza el estereotipo de la masculinidad. Y de violencia también: el mejor es el más se la aguanta, el que más pega, el capó de la barra…”.
Daniela es parte de “El Colectivo de Memoria racinguista”. Cuenta que el espacio se sostiene en tres ejes importantes: géneros, la memoria y los dispositivos represivos del estado, “tres patas que tratamos de interpelar desde este colectivo pensar todo el potencial que tienen el fútbol”.
Somos locales otra vez
Fue el turno de las locales, de las patagónicas. Sol es del Movimiento de Fútbol Callejero Comarca Andina (Que abarca Bolsón, Lago Puelo y El Hoyo), que arrancó en 2011 en equipos con niñas y niños y ahora están más cerca de lxs jóvenes. Cuenta Sol que la premisa del fútbol Callejero es “recuperar el fútbol desde el lado recreativo. Palabras como solidaridad, cooperación son importantes y también capacidad de poner en palabras lo que nos pasa cuando jugamos”.
Las reglas son bien diferentes del fútbol tradicional: ” se consensuan antes del partido, se cobran las faltas durante el partido según lo acordado y en el tercer tiempo se pone en común toda esa experiencia”.
También Carla da cuenta de su experiencia en Puerto Madryn: “Empezamos a armar algunos talleres de fútbol femenino infantil con la ayuda de la Municipalidad para niñas de 6 a 16 años. Tomamos el formato de fútbol callejero y le pusimos “fútbol valorado” donde tratamos de trabajar con reglas mas justas y basadas en valores”.
En Rosario, cuentan las pibas de La Kurda, jugamos algo medio parecido a anarco furbol en Moreno y el río. Somos autoconvocadas y nos identificamos con el tercer tiempo eterno y la endogamia de los grupos”.
Como se dijo a lo largo de todo el taller, el fútbol conlleva una postura política: pararse en la cancha como en la vida. También agrupaciones y partidos políticos hacen sus caminos en el fútbol: desde el Movimiento Evita, hasta Nuevo Encuentro, Ciudad Futura y el sindicato APUBA de la Universidad de Buenos Aires.
Para cerrar cada una contó lo que significaba el fútbol feminista, palabras como poder, amor, libertad, circularon. Y después de pensar en la organización Federal futura Santino cerró: “El fútbol siempre fue feminista. ¿o hay algo más feminista que parar la pelota y distribuirla entre todas, como hacemos a diario. El problema es que los hombres nos quitaron el fútbol y lo hicieron negocio. Sólo se trata de recuperarlo”.