Por Lucrecia Fernández, desde Córdoba. A un día de que veinte mil personas marcharan contra el código de faltas y las políticas represivas de De La Sota, Alejandro Godoy, de 25 años, recibía un disparo policial en el cuello. Continúa internado y peleando por su vida.
En este caso el escenario fue el Barrio Barranca Yaco ubicado al este de la capital provincial. Eran las 20hs, caía la tarde y en medio de una pelea entre dos familias un oficial de la posta de gendarmería que lleva varios meses en el barrio –en la intersección de calle 85 y Ruta 19-, desde que así se definió en las listas de los barrios “peligrosos” de la ciudad de Córdoba, intervino en el hecho, disparando a otro joven que corría del lugar, por la espalda y con balas de plomo.
Pero el destino fue cruel, y Alejandro Godoy que volvía de su trabajo, quedó en la línea de fuego de las balas que tiraba el oficial hacia el otro joven, y recibió, casi como un observador involuntario, un balazo en el cuello. Cayó inmediatamente y los vecinos que salieron a socorrerlo hasta hoy reclaman que la policía no quiso llamar a la ambulancia sino hasta 30 minutos después -mientras el joven se desangraba en la vereda-. Frente al cruel episodio sucedido inmediatamente vecinos y vecinas del barrio se concentraron en una intersección cercana a la posta de gendarmería.
Al igual que en el reciente caso de Capilla del Monte y que otros casos en Córdoba como el de Brian Palomeque en La Falda, la policía rápidamente sitió el barrio, sin dejar ingresar a nadie, y comenzó una feroz represión, que duró hasta altas horas de la madrugada del día siguiente y dejó un saldo de varios heridos de balas de goma.
En comunicación telefónica con el medio local Mucho Palo Noticias, un vocero de la Federación de Organizaciones de Base, comentó que “esto que le sucedió a Alejandro, podría haberle sucedido a cualquier vecino, esto los ha movilizado hasta aquí a reclamar por justicia y porque retiren la posta (de gendarmería) del barrio”, era alrededor de las 00:30 hs del viernes, mientras de fondo aun se oía gente gritando y disparos constantes.
El día viernes en las intersecciones de Av. Patria y Libertad, alrededor de las 18 hs, en la entrada del hospital Córdoba, donde Godoy aún se encuentra internado, familiares, amigos, vecinos y organizaciones sociales y de DDHH realizaron un nuevo corte en repudio a la represión sufrida la noche anterior. También exigieron justicia para Alejandro y denunciaron nuevamente que la ejecución del disparo había sido efectuada por el infante de gendarmería de la posta del barrio. Durante las primeras 72 horas de ocurrido el hecho, los medios y la policía, redactaron una y otra vez la misma historia: un enfrentamiento entre vecinos había sido la causante de la herida de Godoy, y no asi la participación de un policía. En este nuevo corte también se registraron hechos de represión por parte de la policía, otra vez con balas de goma.
Dos meses sin tregua
Alejandro Godoy se suma a engrosar la lista de la situación que se vive en Córdoba, donde solo en el mes de octubre y noviembre, mes que aun no termina, se denunciaba el 16-10 el extraño suicidio de Silvana Castaño en el penal de Bower, que presentaba signos de tortura y tenía todo el cuerpo quebrado, el 27-10 aparecía, también extrañamente suicidado el joven Jorge Reina, en una comisaría de Capilla del Monte, con evidentes signos de golpiza en todo su cuerpo. El día 13 de noviembre eran detenidas 3 estudiantes de la facultad de Filosofía y Humanidades y la Facultad de Artes de la UNC, en medio de una intervención callejera, tipo mural. Las jóvenes fueron llevadas a la UCA y recién liberadas por la noche, esa misma mañana un asentamiento de mas de 40 años en la ciudad de Córdoba, sufría un violento intento de desalojo, y ya entradas horas del mediodía 6 carreros de la Cooperativa La Esperanza, en el marco de una movilización, eran detenidos.
El eco de las denuncias se hizo esperar
Recién en el día de ayer, el fiscal de Instrucción de Distrito III, Turno 5, Marcelo Hidalgo, imputó a un cabo de policía por balear a Alejandro Godoy. La figura de la causa es “lesiones graves calificadas con exceso en la legítima defensa”. Pasaron 5 días desde que ocurrió el hecho y después de que vecinos y familiares hicieran eco en los medios de que a Alejandro le disparo un oficial se logró que se librase la imputación del presunto señalado autor del disparo, mientras tanto el joven Godoy continúa en estado grave y reservado, en terapia intensiva del Hospital Córdoba. El próximo jueves organizaciones políticas y sociales convocan a una concentración en Colón y Cañada, de la capital provincial, reclamando justicia y contra el gatillo fácil.