El fotorreportero argentino Facundo Molares Schonfeld ya lleva más de 40 días privado de su libertad por cubrir el golpe de Estado en Bolivia para la revista Centenario.
Danna Urdaneta (*)
El fascismo en Bolivia no esconde su carácter antipopular, racista y contrainsurgente. Compite con el terrorismo de Estado en Chile y Colombia donde el enemigo interno es el pueblo, el campesinado, las y los indígenas y las y los pobres que reclaman el derecho elemental a la vida digna y a decir la verdad. Una verdad que afecta la fachada legal del gobierno golpista boliviano que pretende barrer todo lo que no respalde a la Santa Cruz.
Distintos informes de delegaciones internacionales de DDHH en Bolivia dan cuenta del terror sembrado en la población a punta de tortura, lanzamiento de personas vivas desde helicópteros y sangre. No hay cifras exactas de muertos y desaparecidos, y se estiman que sean más de mil hasta ahora. La prensa estatal y alternativa ha sido completamente censurada, han quemado sedes de televisoras y radios. Hoy tienen preso al fotorreportero argentino Facundo Molares Schonfeld desde el 11 de noviembre de 2019, quien cubría el golpe de Estado en la localidad de Montero-Santa Cruz como delegado por la revista Centenario.
A partir del 14 de noviembre recibió hemodiálisis, el diagnóstico oficial en el Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra fue grave: politraumatismo, insuficiencia renal aguda, intoxicación plúmbica, infección de hantavirus, choque séptico y otros . Su papá, Néstor Hugo Molares, viajó con su esposa a Bolivia para ver a su hijo, solo lo dejaron ver 15 minutos. La policía boliviana los secuestró durante 25 horas a 60 kilómetros del hospital a punta de terror psicológico y amenazas directas de masacrarlos .
El 15 de noviembre el cónsul de Argentina Roberto Dupuy visitó a Facundo Molares en el hospital , el 21 de noviembre despierta del coma, el 29 de noviembre le dictan detención “preventiva” con dictamen expreso del juez donde indica que no debe ser trasladado a ningún recinto carcelario hasta su total recuperación y esta recuperación debe estar dictada por autoridades del hospital.
El 2 de diciembre lo trasladan al hospital de Palmasola sin orden judicial y sin notificar al abogado asignado por la Defensa Pública. El 5 de diciembre el cónsul argentino puede visitar a Facundo Molares en la cárcel en compañía de un médico y este le prescribe nuevos análisis de laboratorio para el lunes 9 de diciembre. El día viernes 6 aparece otra partida penitenciaria y es trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, a casi 4 mil metros de altura en La Paz.
Su padre, el juez de paz Néstor Hugo Molares, pide a las autoridades bolivianas que permitan el trasladado de su hijo a la Argentina bajo la figura jurídica que consideren para que pueda recibir un tratamiento médico adecuado y pueda recuperarse.
El pasado 14 de diciembre de 2019 fue creada la Coordinadora de Solidaridad con Facundo Molares en la Argentina, que exige su repatriación inmediata y el respeto por sus derechos humanos. Saludamos todas las formas de lucha diplomáticas, políticas y populares que surjan como iniciativas para la campaña de repatriación del fotoreportero Facundo Molares desde cualquier parte del mundo.
Desde Venezuela hacemos un llamado de unidad y solidaridad a las organizaciones defensoras de derechos humanos argentinas, partidos políticos y el conjunto del movimiento popular para velar por la vida e integridad física de su compatriota Facundo Molares, quien hasta la fecha es víctima de la estigmatización y tortura por parte de la dictadura boliviana.
La solidaridad con los/as prisioneros/as políticos/as antifascistas, antiimperialistas y antisionistas es también la solidaridad con sus causas, con sus familias y con la lucha de todo el pueblo. Es la lucha por un mundo más justo y hoy también es la lucha por la unidad de la familia argentina en estas fechas tan dolorosas para la familia de Facundo.
( *) Integrante del Comité de Solidaridad Internacional-Venezuela (COSI-Venezuela)