Por Carina Lopez Monja
Las principales editoriales de los diarios resaltan el cambio de Macri post PASO. Evidentemente, el gobierno tiene más espalda para impulsar la flexibilización laboral, profundizar el ajuste, arremeter contra jueces díscolos y hasta demonizar a la familia de Santiago Maldonado. A un mes de su desaparición, la respuesta del conjunto de la población debe ser contundente.
Quien pensaba que el resultado electoral de las PASO daba lo mismo, puede corroborar hoy que nada estaba más lejos de la realidad. Mauricio Macri ha reforzado su poder de cara al círculo rojo, a la pelea con el sindicalismo, en su relación con el peronismo y en la profundización de un proyecto regresivo para los sectores populares. Si bien desde el campo popular la fragmentación y los análisis no se traducen aún en un accionar colectivo, los debates y respuestas deben exceden lo económico y lo sectorial ante la desaparición forzada de Santiago Maldonado, visto por última vez cuando la Gendarmería reprimía a la comunidad mapuche.
La fecha que no llega
En la marcha del 22 de agosto, convocada por la CGT y a la que se sumaron las CTA, los movimientos sociales y la izquierda, el único orador Juan Carlos Schmid convocó a un confederal que luego definirá fecha de paro. A la decisión tibia y que dejó sin fecha la medida de fuerza, tomada por una central cada vez más fragmentada, Macri respondió con rapidez y firmeza echando al viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, y el superintendente de Servicios de Salud, Luis Scervino, identificados con sectores de la CGT. La medida, no sólo refuerza un Macri enérgico y fortalecido post PASO, sino que adelanta un endurecimiento en la relación del gobierno nacional con los diversos actores que representan al mundo del trabajo, tal como planteó Triaca luego de almorzar con la cúpula de las 62 y calificar al paro de “innecesario e inoportuno”. A la represalia con la CGT le siguió la suspensión de una reunión a los movimientos sociales que impulsaron la emergencia social y que hoy reclaman la emergencia alimentaria.
En ese nuevo despliegue de poder se discutirá la reforma laboral. Durante la semana que pasó, toda la primer línea de Cambiemos desfiló por el Hotel Alvear, donde se desarrolló el Council de las Américas para detallar la profundización de las medidas económicas con las que avanzará el gobierno después de octubre. El círculo rojo, feliz con los resultados electorales se dio cita y dejo claro en palabras de uno de sus voceros, Daniel Funes de Rioja que para crecer y generar empleo hay que cambiar las leyes laborales. Además de impulsar una reforma tributaria, la reforma laboral incluye la rebaja de los aportes patronales, la flexibilización de las condiciones frente a los despidos y la descentralización de las negociaciones colectivas. Triaca se apuró en pedir que no la comparen con la flexibilización que se impulsa en Brasil ni a las políticas de los 90 en Argentina.
Las respuestas y el diálogo direccionado del gobierno con los distintos sectores aportan a la fragmentación del pueblo trabajador. Frente a este escenario, la unidad de acción de los distintos sectores que agrupan a la clase trabajadora será no sólo deseable sino absolutamente necesaria para frenar las políticas económicas de Cambiemos que tendrán consecuencias de largo plazo, como sucedió en los 90.
¿Donde está Santiago Maldonado?
Frente al reclamo masivo por Santiago Maldonado, desaparecido el primero de agosto luego de la represión de Gendarmería a la comunidad Pu Lof de Chubut, el gobierno se reunió con organismos de derechos humanos. La reunión fue encabezada por los ministros de Seguridad y Justicia Patricia Bullrich y Germán Garavano respectivamente en donde se invitó a las Abuelas y a las Madres “a formar un equipo para buscar a Santiago”. Ante la respuesta de los referentes de derechos humanos, los funcionarios se levantaron abruptamente y luego suspendieron la reunión con referentes del Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Desde entonces, profundizaron el relato de que “el caso Maldonado” tiene un tinte político y que la familia no quiere colaborar.
La respuesta no se hizo esperar. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA pidió al Estado argentino que “adopte las medidas necesarias para determinar la situación y paradero de Santiago Maldonado” y que “informe sobre las acciones adoptadas” mientras que se impulsó y aprobó el cambio de la carátula de la causa por Santiago Maldonado, de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada de personas”. La familia de Maldonado desmintió a la Ministra Bullrich, quien nunca se había acercado ni a preguntar ni a pedir colaboración y reiteró el pedido de que digan dónde está Santiago visto por última vez cuando se lo llevaba la Gendarmería.
A los intentos de demonizar al pueblo mapuche, a Santiago Maldonado, a su familia y a todos los que reclaman su aparición con vida, se respondió con un mensaje contundente. En las escuelas, en carteles en los autos, en las calles, en murales, en pintadas, en la cancha, en las redes sociales, se multiplicó la misma consigna #DondeEstáSantiagoMaldonado. El sábado por la noche, ante la presión generada, la Ministra Patricia Bullrich tuvo que dar respuestas en el programa de Mirtha Legrand. A pesar de los momentos incómodos que pasó la funcionaria en el show televisivo, no se movió del guión que bajó el gobierno: se desligó de la responsabilidad del Estado, afirmó: “No encuentro una razón para que 40 gendarmes tomen a una persona y se lo lleven, pongamos que lo hace uno, los otros hubiesen dicho algo” y hablo de Maldonado como una persona más entre las tantas que están extraviadas.
Acaso lo más grave, a pocos días de cumplirse un mes de la desaparición forzada de Santiago, son los persistentes intentos del gobierno y sus medios adeptos para evadir la responsabilidad del Estado ante la desaparición de Maldonado luego de la represión de Gendarmería, es decir de banalizar una desaparición forzada hablando de extraviados y deslegitimar el reclamo por la aparición de Santiago por su “tinte político”.
Que el gobierno no se extravíe en un laberinto de poder ni en la campaña electoral. Hablamos de desaparición forzada en plena democracia, hablamos de un joven desaparecido por acompañar al pueblo mapuche. El viernes en todo el país el pueblo volverá a preguntarse dónde está Santiago. La respuesta la tiene que Patricia Bullrich. El Estado es responsable.