Por Natalia M. Tangona
Pasaron seis meses. Bondi al laburo. Línea 503 a Merlo, como todos los días. Veo el humo desde lejos y sonrío. Van a entrar. Al fin, luego de seis meses de verla desde afuera, al rayo del sol, debajo de la lluvia, con el invierno bajo cero, con el viento golpeando los huesos cansados y rotos, pero resistiendo. Es 3 de agosto y los trabajadores de la exPetinari, constituidos en una cooperativa, van a tomar la fábrica. Vuelven a cruzar el portón, pero ya no como empleados, ahora el trabajo es de ellos. La dignidad siempre ha sido de ellos.
Es el viernes primero de mayo. Van 2 meses y medio. Está nublado, hay mucho viento. Llegan algunos conocidos y el saludo se repite: “Feliz día, muchachos”. Reconforta encontrar en los demás el merecido reconocimiento de la condición de trabajador. Duele padecer la estafa y el descarte de una empresa negrera que siempre contó con la colaboración de la burocracia sindical de SMATA. Una charla querida en el Día del Trabajador. Me cruzo con Jorge y Walter.
¿Hubo algún avance?
“No. Primero decían que cerraban la fábrica. Ahora vinieron con la propuesta de abrirla de nuevo y reincorporar a todos, pagándonos una parte de lo que nos deben y la otra parte en dos cuotas. Son unos mentirosos, saben que van a perder la fábrica. Se pensaban que íbamos a estar una, dos semanas, un mes y nos íbamos a cansar. Pero en la audiencia lo planteamos claro: ‘No señor, vinimos a decirle que usted va a perder la fábrica‘. Porque hoy la idea de la cooperativa está firme”, asegura Jorge.
Por su parte, Walter nos cuenta: “Ellos dicen que nosotros estamos mendigando. No estamos mendigando, estamos apostando y defendiendo el trabajo. Yo hace 11 años que trabajo acá, no los puedo tirar a la basura. Acá la mayoría tenemos de 35 para arriba, ¿quién te toma a esta edad en otro lado? Ya no servís. Además con la espalda rota, las piernas rotas, las manos rotas de todos los años trabajados, ¿eso no vale nada? Y encima hace años que venimos financiando a la empresa. Ellos no tienen los problemas que tenemos nosotros. Tienen sus country, se van de vacaciones. Nosotros no. Nunca nos hicieron parte de las ganancias de la empresa. O sea, decir: ‘Muchachos, como este mes vendimos 2 millones, vendemos esta batea y se reparten la plata‘. No, nunca. Pero para las pérdidas, las crisis, ahí sí estábamos. Ellos no ven la mochila que vos cargas atrás. La familia que mantenés. Que tiene que comer. Que espera que lleves un peso. No les importa. Para ellos vos sos un número nada más.”
Petinari recibía un subsidio del Estado de $1500 por trabajador. Tenía convenios con empresas nacionales y extranjeras para la producción de numerosas unidades. Sin embargo, la patronal argumentaba recurrentes crisis con el acompañamiento casi societario de SMATA que intentaba frenar todo reclamo y no tomó ninguna medida cuando los delegados del sindicato fueron despedidos.
“Esto siempre fue una empresa negrera. Siempre cagando a los trabajadores y también a los clientes y proveedores. Acá el buen laburo lo hacíamos nosotros, el trabajo valía más por nuestra mano de obra, no por ellos“, asevera Daniel, otro de los luchadores.
“Yo veo que en cualquier trabajo la gente cobra aguinaldo y vacaciones, y se van de vacaciones y nosotros no, porque no las cobramos y el aguinaldo te lo pagan en 5 cuotas y cuando lo terminás de cobrar la plata no te alcanza para nada”, dice Walter.
Pega fuerte el viento. Espero que la próxima nos veamos adentro y no en la vereda.
“Ojalá, che.” Al unísono.
Expropiación
Un mensaje de esos que esperás que lleguen en cualquier momento: “¿Cómo andan? Nosotros seguimos en la lucha. Ya conformamos la cooperativa. Ahora vamos por la Ley de Expropiación.”
Es 4 de agosto. Entraron el día anterior. Se quedaron toda la noche en la fábrica por si venía la policía a desalojarlos. La vereda está vacía. Esta vez hay que cruzar el portón. Se animan a sonreír alrededor del fueguito. Los ojos les pesan, les cansan los últimos seis meses, les duelen, pero el logro es muy grande y se asoma un brillo que antes costaba y hoy es esperanza. Llegan los mates y las voces.
El primero con el que converso es Hernán.
Al fin llegó la decisión de entrar…
“Nosotros siempre quisimos hacer las cosas ordenadas para que no vengan a sacarnos a palos y tuviéramos que volver a entrar y nos volvieran a sacar, y así. Por eso aguantamos hasta que la cooperativa y la ley de expropiación estuvieran tramitadas. Para que se entienda por qué nos estamos metiendo y la abogada tenga más herramientas para defendernos. Apenas el diputado Funes nos avisó que había entrado el proyecto de ley, abrimos el portón y entramos. Ahora hay que esperar que se apruebe.”
¿Entonces la cooperativa ya está constituida?
“Sí, en una asamblea en el Bauen decidimos el armado de una comisión de diez personas.”
En estos meses de lucha los trabajadores de la exPetinari se han contactado con fábricas recuperadas como la Cooperativa Textil Pigüé, el Hotel Bauen, la Cooperativa 19 de diciembre de José León Suarez y Zanón. El intercambio de experiencias con obreros que vivieron la misma situación fue marcando y clarificando el camino de la autogestión en personas sin actividad militante o sindical previa, impulsados por la necesidad de defender la fuente de trabajo. Si bien han llevado su reclamo a los ministerios de Trabajo, de Industria y de Desarrollo Social, fue en el INAES (Instituto Nacional de Economía Social) dependiente de este último ministerio donde hallaron las herramientas para la conformación de la Cooperativa Acoplados del Oeste.
La noticia de que la fábrica exPetinari ayer fue recuperada corre por todo el oeste y se acercan más compañeros en busca de las voces de los protagonistas. Jorge y Walter se prestan a conversar con todos.
¿Cómo se fue dando la organización entre ustedes en este tiempo?
“Al principio costó mucho. Nosotros no tenemos experiencia previa en militancia, nada más Jorge había sido delegado. Nos faltaban herramientas para saber cómo movernos, nos manejábamos con la ayuda de la gente. El comienzo de una organización se dio cuando conocimos a Francisco Martinez, de Pigüé”, nos cuenta Walter.
¿Qué perspectivas tienen? ¿Cómo se ven autogestionándose?
“Nosotros sabemos que gestionando bien esto es viable. Si estando en crisis nos pagaban medianamente bien, administrando bien nosotros podemos. Es lo que trato de hacerles entender a los compañeros, que la plata está acá, en los ladrillos, en máquinas, en mantener la fuente de trabajo”, explica Walter.
¿Tienen un proyecto productivo? ¿Recibieron ayuda?
“Sí, lo armamos con gente del INAES, nos dieron una mano. Hubo varias personas y organizaciones que se acercaron. Porque la cooperación siempre es bien recibida de donde venga, pero la bandera acá es la recuperación de la fuente de trabajo”, cuenta Jorge.
Y Walter agrega: “En la toma venían clientes a retirar unidades que les quedaron adentro desde hace seis meses, y hablábamos con ellos de la formación de la cooperativa. Nos decían que fuéramos para adelante, que contáramos con ellos cuando estemos produciendo. Hay mucha predisposición de terceros para impulsar esto.”
¿Y a partir de ahora?
Según Jorge, “A partir de ahora cada paso que damos es un logro. Entrar es un logro. De ahora en más cada cosa es un paso para el objetivo que tenemos que es la cooperativa.”
Para Walter, “La carga es muy grande. Sabemos que si metemos la pata, atrás tenemos muchas familias. El peso es muy grande. Hay momentos en que sentís que vas a explotar y ahí está el compañero dando una mano para seguir. Yo entré a trabajar acá a los 22 años, fue mi primer trabajo en blanco. Si se da un arreglo podría cobrar bien, pero yo no estoy acá por una indemnización, estoy por el valor que tiene para mí el trabajo. Ayer cuando entramos éramos todos compañeros los que estábamos. Ahora necesitamos la colaboración de la gente en éste que es el momento más duro. Ahora el tema es aguantar adentro. Ahora ya no hay hambre de panzas sino hambre de trabajo.”
Me voy yendo hasta la próxima, pero antes Daniel me dice: “Las dos cosas que más nos jodían ya nos las sacamos de encima: la patronal y el sindicato”. Nos vemos, muchachos.
Más Info: Facebook Obreros en lucha.