Por Jaime Ortega. En un comunicado publicado en el diario GARA, la organización armada vasca, responsabilizó a los gobiernos español y francés de las recientes muertes de dos de sus militantes: Ángel Figueroa y Xabier López Peña, ‘Thierry’.
En el texto remitido al rotativo vasco, ETA afirmó que ambas muertes “suponen expresiones más extremas de esa política de venganza” aplicada “contra el Colectivo de Presos Políticos Vascos” (EPPK), por parte de los gobiernos de Mariano Rajoy y de François Hollande.
“Thierry”, quien fuera uno de los negociadores de ETA con el gobierno español durante el fallido “alto el fuego” en el período presidencial de José Luís Rodríguez Zapatero, falleció el 30 de marzo en el hospital de Pitié Salpêtriere tras permanecer en cuidados intensivos a raíz de un derrame cerebral, en la prisión francesa donde cumplía condena.
“Thierry” fue detenido en 2008 por la policía francesa en un operativo especial nocturno, donde los agentes encapuchados incluso hicieron gestos de violencia ante las cámaras de prensa para que el militante vasco dejara de gritar consignas en euskera. Días después, sus abogados constataron signos de malos tratos durante su detención, pero nunca pudo saberse la identidad de los agentes que lo detuvieron.
Ángel Figueroa apareció muerto el 14 de ese mismo mes en su domicilio de Getxo, después de que fuera excarcelado por padecer una enfermedad grave tras una gran campaña por la liberación de los presos enfermos. “Basta ya de jugar con la vida y los derechos de los presos políticos”, había reclamado ETA, lamentando que el gobierno español no haya atendido las resoluciones de los tribunales europeos contra la política penitenciaria y que, “al contrario, les está llevando a encerrarse aún más en su actitud”.
A su entender, ambos Estados mantienen en vigor esa política “de dispersión, aislamiento y castigos que sufren los presos” para “dejar sin recorrido el proceso de resolución”. “Todos, cada uno con su discurso, actúan como si no se hubiera producido ningún cambio significativo en la situación política, tratando de poner la responsabilidad del bloqueo sobre los hombros de la izquierda abertzale”, reprochó ETA.
Al mismo tiempo censuró “la actitud del Partido Nacionalista Vasco porque no ha adoptado compromiso concreto alguno” con vistas a resolver la situación del colectivo de presos políticos vascos y ha criticado que hayan ofrecido “su total lealtad al responsable del bloqueo, el Gobierno español”.
La organización reclamó que “el siguiente paso lógico sería la repatriación de los presos y la superación de las medidas de excepción”, en referencia a todos los sumarios abiertos mediante la legislación antiterrorista.
Según ETA, el actual es “un momento crucial” y está dando cuenta de que “la garantía para que la voluntad mayoritaria se imponga a las decisiones de la minoría pasa por incrementar la presión popular”.