A menos de un mes del juicio oral de Ailén y Marina Jara se realizaron las pericias psicológicas a ambas para definir si les será concedida la prisión domiciliaria.
Durante esta semana se llevaron a cabo distintas medidas tendientes a conseguir el beneficio de la prisión domiciliaria para las hermanas Ailén y Marina Jara. Ambas cumplen desde hace casi dos años prisión preventiva en el penal de Los Hornos, La Plata, en espera del juicio oral por la causa de Intento de Homicidio a un abusador que las acosó durante tres años.
El día miércoles se concretó la pericia psicológica en el Tribunal Oral Nº 2 (TOC) de Mercedes para determinar la situación emocional de las jóvenes a partir del pedido realizado por la defensa el 26 de diciembre pasado y la no objeción de la fiscalía. Ambos basados en el informe realizado en el penal de Los Hornos donde se hace referencia al riesgo para su integridad personal producto del deterioro psicológico dadas las condiciones de encierro prolongado y agravado por la reciente golpiza sufrida por Ailén y presenciada por Marina en la Unidad Nº 5 de Mercedes.
La “Comisión por la Libertad de Marina y Ailén” realizó en las puertas del tribunal una conferencia de prensa para visibilizar la situación de lo que consideran es un caso que ha sido tomado de forma desventajosa para las hermanas por cumplir con la doble condición de ser pobres y ser mujeres.
Manuel Gonzales, miembro de la comisión, confirmó que “pudieron participar de la audiencia las perito de parte presentadas por la defensa, pero el tribunal no autorizó a la funcionaria de la Secretaría de Derechos Humanos de Buenos Aires quien fue como veedora”.
“A más tardar este viernes (hoy) vamos a conocer el resultado de la pericia y el TOC deberá expedirse sobre el pedido de prisión domiciliaria”, agregó el abogado de las hermanas, Isidro Encina.
A su vez, la Asociación Argentina de Mujeres de Carreras Jurídicas presentó el día de ayer un Amicus Curiae en la investigación penal para que sea tomada en cuanta la perspectiva de género en el caso.
“Pedimos como ‘amigas del tribunal’ (amicus curiae) que el tribunal introduzca la mirada de género, que contemple la situación de vulnerabilidad de ellas que actuaron en legítima defensa ante su abusador, y que les otorgue la prisión domiciliaria”, afirmó Norma Chiapparrone, secretaria general de la asociación.
La abogada remarcó que “en muchos femicidios se ‘disculpa’ al asesino aduciendo emoción violenta, cosa que no existe para nosotras. Entonces ¿Por qué se castiga de esta manera a dos chicas que se defendieron de un abusador que podría haberlas violado o matado?”.
“Falta también el contexto adecuado para ubicar la situación de vulnerabilidad en la que estaban las chicas y en la que se encuentran ahora, con problemas físicos y psicológicos, por lo que no se entiende que no se les otorgue el derecho a la prisión domiciliaria, derecho que se les da a muchos genocidas que esperan juicios”, agregó.
El caso de las hermanas Jara comenzó en febrero del 2011, cuando se defendieron con un cuchillo tramontina de un intento de violación por parte de un abusador que las acosaba desde que tenían 15 y 16 años. El hombre las atacó amenazándolas con un arma de fuego cuando llegaban a su casa en el barrio de Sanguinetti, partido de Moreno.
Luego del incidente ambas se dirigieron a la comisaría del barrio y entregaron el cuchillo. La oficial que les tomó la denuncia caratuló el expediente como “lesiones graves”, pero la causa fue luego cambiada por el comisario a “tentativa de homicidio”.
El abusador estuvo dos días en el hospital por heridas leves. Se encuentra hoy en libertad y continua viviendo en el barrio de Sanguinetti, en el cual se lo vincula a la venta de drogas y se conoce su relación con policías y comisarios del lugar.
La primera abogada asignada a la defensa de las hermanas Jara, Maria Celina Bereterbide, desestimó el relato de las jóvenes sobre el acoso sexual y psicológico que venían sufriendo previo al último ataque y rechazó las declaraciones ofrecidas por testigos que corroboraban la situación de abuso. A su vez, les aconsejó declarase culpables de intento de homicidio para acceder a la posibilidad de un juicio abreviado.
Ante estas numerosas irregularidades se conformó la “Comisión por la Libertad de Ailén y Marina”, desde donde se lleva adelante el caso de las jóvenes y se realizaron varios intentos para lograr la prisión domiciliaria en vistas del deterioro que ambas están sufriendo en su salud, particularmente Ailén, quien sufre desde hace un mes quistes en un ovario. El tratamiento inadecuado de su condición le provoca infecciones múltiples y alteraciones en el útero.
El juicio oral está previsto para los días 18 y 19 de marzo, entre tanto y hasta que el tribunal de Mercedes se expida sobre el pedido de prisión domiciliaria, las hermanas permanecen en el penal “pagando un muerto que está vivo”, en palabras de la propia Ailén.