Por Laura Salomé Canteros / Foto por Maga Peres
Prefigurando prácticas que construyan nuevas subjetividades para avanzar en la construcción de una sociedad sin oprimidas ni explotados, dialogamos con Agustina Sarati de la Corriente de Organizaciones de Base- La Brecha. El 3 de junio y el reclamo para que ´ni una menos´deje de estar fortalecida y empoderada en la lucha.
Desde la Coorientes de Organizaciones de Base (COB- La Brecha), intentan potenciar el activismo desde un espacio multisectorial que fortalezca cada frente de intervención a partir de las construcciones colectivas. Es así que en cada barrio, asamblea, universidad, sindicato, espacio cultural o bachillerato donde realizan acciones directas, piensan la práctica feminista, disidente y antipatriarcal transversalmente y a la vez potenciándose en el encuentro con otras organizaciones y movimientos sociales y políticos.
En este ciclo de entrevistas a integrantes de organizaciones del feminismo popular y organizado rumbo a la concentración que se realizará en todo el país para reclamar políticas públicas en el sentido de avanzar sobre la prevención, sanción y erradicación de las violencias contra las mujeres, dialogamos con Agustina Sarati, de COB- La Brecha.
-En relación a la reciente convocatoria ´Ni una menos´ realizada por amplios sectores de la sociedad, ¿cuál es para vos/ustedes el valor simbólico y/o pragmático de esa movilización?
Desde las organizaciones intentamos remarcar, visibilizar y poner el foco en todas las expresiones de nuestra sociedad patriarcal, las tan micro que ni se ven hasta las más visibles. Expresiones que se manifiestan en distintos niveles y formas que toman las violencias en nuestra sociedad: desde un piropo hasta la ausencia de políticas estatales, y que cobran su mayor expresión en los casos de femicidios, asesinatos a mujeres e identidades feminizadas que se ejercen sobre ellas por el solo hecho de tener esa identidad, en la Argentina una mujer es asesinada por la violencia machista cada 30 horas.
También creemos importante poder problematizar cómo se instalan en la agenda mediática estas violencias y femicidios. Contraponiendo a una visión amarillista, de morbo y de “educación” a las mujeres para que nos “cuidemos” de los violentos, en vez de hablar del machismo de los mismos. Debemos contextualizar y decir que no son casos “aislados” y que el tratamiento de la información responde al abordaje empresarial que se les da desde los medios masivos de comunicación como adornar la noticia con golpes bajos y relatos sobre la vida sexual de las mujeres para que la noticia venda más. Este periodismo victimiza, culpabiliza y criminaliza a las mujeres e identidades disidentes, las sobrevivientes y víctimas de las violencias machistas: algo habrán hecho para ser discriminadas, golpeadas, asesinadas, esa vestimenta, esas horas por la calle, esos lugares frecuentados… Desde esta lectura, es que entendemos que no basta con tan sólo “cubrir casos”, sino de cargar a los mismos de un tratamiento no sexista y con perspectiva de género y feminista. Los titulares “crimen pasional” han mutado a “la mató por locura”, “estaba obsesionado con ella”, acompañados del relato del suicidio del victimario, entonces todo parece encajar, ¿quién podría matar a una mujer porque dejó de ser de él y luego matarse? “Un loco”, responde el periodista, porque “todos sabemos” que las mujeres no tienen dueño, nadie es de nadie, sentido común. Pero no, porque las publicidades y otras noticias en esos mismos programas nos cargan de significados que atan a nosotras y las identidades disidentes a un varón macho, porque solas no podemos vivir, pensar ni actuar, no somos nada sin ellos, ellos nos desean porque nosotros los deseamos.
Pensar en cómo tenemos que visibilizar y difundir las violencias debe ser una tarea más en las luchas diarias que emprendemos, porque aún hoy lo que no pasa por los medios, no existe, y si no existe, se sigue quedando en el ámbito privado, pero ya hace años que las feministas decimos que ¡lo personal es político! A las cosas por su nombre: el femicidio es el último eslabón de las violencias patriarcales, ni un acto de amor desenfrenado ni uno de locura, y los femicidas y violentos tienen nombre y apellido, escracharlos en la agenda mediática es una tarea primordial para protegernos entre todas y todos/xs, para que ´ni una menos´ muera en manos de las violencias machistas y para que en esa lucha ´una más´ se sume al movimiento de mujeres y feministas, porque organizadas/xs y en lucha es que veremos al patriarcado caer.
-¿Cuál consideras/an que fue (y es) el aporte del feminismo organizado para que hoy esta problemática se ponga en agenda?
Las organizaciones de mujeres y disidencias, venimos militando en distintos frentes para visibilizar lo que siempre estuvo en nuestras agendas políticas, la denuncia a dos sistemas mundiales, el capitalismo y el heteropatriarcado. Desde esta crítica es que luchamos por destruir los roles de género que nos dividen en varón y mujer, asignándonos, a nosotras, el rol de madre, cuidadora, sumisa, compañera del macho alfa de la casa y por tanto persona dependiente. Nuestro aporte, el de millones de feministas a lo ancho y largo del mundo, ha sido el de romper con una sociedad dividida en clases y en géneros, demostrando que el género es una construcción social y no un determinismo biológico. Las mujeres abortamos, somos lesbianas, independientes, iguales o más de fuertes que los varones, capaces de desarrollarnos en odas las disciplinas científicas, etc. No nacimos para obedecer, ni de la costilla de Adán. En nuestro país, desde los ´80 los Encuentros Nacionales de Mujeres han sido los espacios de mayor sororidad y fuerza para mostrarnos en lucha, demostrando con el cuerpo que las mujeres no somos competitivas entre nosotras, que eso es una mentira armada por los machistas, y que juntas somos poderosas. Cada Encuentro es un momento cargando de montones de historias que nos preceden y que se hacen una sola cuando salimos con fuerza a las calles. Problemáticas que pudimos ir desnaturalizando y concientizando con el andar de los años y de nuestras prácticas. Aprendiendo desde las experiencias compartidas, también desde la indignación y el dolor, pero sobre todo entendiendo que es desde el encuentro que se fortalecen las luchas y nuestros empoderamientos.
Debemos seguir construyendo estos espacios colectivos para generar un cambio estructural en nuestra sociedad. También tenemos que saber diferenciar quiénes formamos parte de esta lucha y reivindicaciones concretas del movimiento, y quiénes pareciera que también, pero solo desde un lugar oportunista, que son los mismos sectores y personas que reproducen las violencias hacia las mujeres e identidades disidentes, por acción u omisión, construyendo día a día un sistema jerárquico de poder, desigual e injusto.
–A grandes rasgos esta concentración es por lo que falta en materia de violencia machista, pero para vos/ustedes, ¿qué falta?
Creemos que esta marcha tiene que servir para poder potenciar las demandas y las reivindicaciones que desde las organizaciones de mujeres, políticas, venimos impulsando hace años. También creemos necesario poder tejer puentes entre todas las luchas y demandas del movimiento disidente, feminista y de izquierda. Sin tortas, ni travas, ni travestis, tampoco hay ´ni una menos´. Y los crímenes de odio hacia las identidades que desobedecen y cuestionan la norma, son más comunes que lo que refleja los medios y es nuestra tarea visibilizar estas problemáticas.
Es nuestra tarea que el ´3 de junio´ trascienda y realmente cuestione desde las bases, desde las estructuras y las formas de relacionarnos entre nosotrxs. Que cuestione y profundice el debate de por qué nos matan cada vez más. Que cuestiones los privilegios de clase, género, etnia, que cuestione la heterosexualidad obligatoria, la maternidad como destino, la colonización de nuestros cuerpos, y que pueda visibilizar los distintos reclamos.
Reconociendo que en materia legislativa, fruto de la lucha de activistas, organizaciones de mujeres, LGTTTBIQ y feministas, existieron avances, como la Ley de Parto Humanizado, de Salud Reproductiva, la incorporación de la figura de Femicidio al Código Penal, la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, de Matrimonio Igualitario, de Identidad de Género, de Educación Sexual Integral, lo que hoy falta es presupuesto, capacitación a los/as trabajadores/as de la salud, educación y todas las instituciones creadas a partir de esas leyes, y compromiso político desde los distintos estamentos del gobierno.
Debe servir para la inmediata implementación efectiva y duradera de estas leyes, para lograr que los funcionarios que se sacaron la foto con el cartel pongan la firma donde sea necesario para hacer funcionar las políticas púbicas que acompañen a las sobrevivientes de las violencias patriarcales, que las saquen del círculo de violencia en el que viven, que nos crean en las Comisarías y Fiscalías cuando vamos a denunciar una, dos y tres veces al macho violento. El Estado debe construir Casas Refugio en todos los municipios. Lo que falta es una Justicia que deje de actuar y fallar en pos de la misoginia, el machismo, la homolesbotransbifobia y el racismo, porque para lo único que actúan los jueces y fiscales en materia de género es para judicializar a las trans y travestis y para criminalizar a quienes nos practicamos abortos porque no queremos continuar con embarazos no deseados. Basta de la Justicia patriarcal que absuelve o baja las penas a los violadores, femicidas y golpeadores y que con el amparo de la Policía maneja las redes de trata para la explotación sexual.
-Los diversos movimientos y colectivos de mujeres organizadas del campo popular han decidido participar de la concentración, ¿cómo fue esa resolución y de qué forma lo realizaran?
Decidimos participar de esta convocatoria porque el reclamo de ´ni una menos´ forma parte de nuestras reivindicaciones de cada ´25 de noviembre´, recordando a las Hermanas Mirabal, de cada Día de las Mujeres Trabajadoras los ´8 de marzo´ o cada día que se reprime, persigue o mata a una compañera trans, lesbiana, gay por no responder a los mandatos sociales, a los disciplinamientos que nos imponen, y por cada caso de muerte por aborto clandestino. Participaremos dejando en claro que si bien todas/xs somos parte de esta cultura patriarcal, que la reproducimos y militamos por deconstruirla, el Estado es responsable cuando por incumplimiento de políticas públicas no puede contener y así salvar la vida de las mujeres. Es responsable por mirar para otro lado desoyendo nuestros reclamos.
Participaremos de este 3 de junio mostrando la fuerza que venimos construyendo cada día en nuestros lugares de militancia, trabajo, estudio. Buscaremos expresarnos como siempre ha hecho el movimiento de mujeres y disidencias, desde un lugar de rebeldía y creatividad, empoderadas de rabia, pero alegres y combativas, porque ¡aquí estamos!, en la calle, por todas las mujeres que el patriarcado nos ha quitado, PRESENTES en cada lucha y encuentro. Desde ese lugar vamos a participar, porque es desde allí que siempre supimos hacerlo para reclamar la revolución en las plazas, en las casas y en las camas.