Por Leonardo Candiano. La trovadora venezolana Cecilia Todd, una de las voces femeninas más relevantes del folklore latinoamericano, dialogó en exclusiva con Marcha sobre su música, el lugar de la cultura en el proceso bolivariano y el proceso de integración continental.
Con cuarenta años ininterrumpidos sobre los escenarios, Cecilia Todd es hoy, junto con Mercedes Sosa, Violeta Parra, Chabuca Granda y Amparo Ochoa, una de las voces femeninas más representativas de la canción latinoamericana a nivel mundial. Temas como “Pajarillo verde” “El cantar tiene sentido” y “Clavelito colorado”, entre otros, forman parte de la identidad cultural y artística de nuestro continente.
Hablar de su canto es hablar de Venezuela. Su trayectoria se caracteriza, desde aquel comienzo en 1972 hasta la actualidad, por sostenerse de manera exclusiva en la música popular de su país, lo que convierte su éxito en otras latitudes en un hecho aún más destacable.
Con la suavidad de una voz firme y sin estridencias, y la sencillez de un estilo que obtiene su mayor riqueza en conciliar armónicamente autenticidad y calidad, Todd recorre, siempre con su cuatro a cuestas, ritmos variados pero íntegramente pertenecientes al cancionero popular venezolano, como por ejemplo el joropo, la tonada, el pasaje, el merengue, el vals, la parranda, el polo, la jota, el golpe oriental y el larense, la décima y el bambuco andino, todos característicos de las diversas regiones de su país, desde los llanos a la costa, y desde la ciudad a los andes.
Aunque Venezuela está en la voz de Cecilia Todd, la voz de Cecilia Todd trasciende Venezuela y, como todo gran hecho estético, se disemina a lo largo y ancho del mundo expresando lo más profundo de la patria de Bolívar, de su gente y de su cultura.
Marcha dialogó en exclusiva y a la distancia con esta cantora popular sobre su música y sobre el presente cultural de Venezuela, un país en revolución.
Tu trayectoria tiene un hilo conductor inmodificable, el canto popular venezolano. ¿Cómo explicas que siendo la tuya una música tan venezolana, tenga tanto éxito en diversas partes del mundo?
– Justamente por eso, por ser tan venezolana. Es una música riquísima, muy variada en ritmos y géneros, es una música fresca. También hay una gran variedad de instrumentos tanto armónicos como de percusión. Quizá sea ésa la razón de su trascendencia.
¿Cuáles han sido tus referentes a lo largo de estos 40 años que llevas en la música? Por otra parte, ¿qué artistas jóvenes, de las nuevas generaciones, consideras de importancia para la música popular latinoamericana?
-Mis referentes siempre han sido los músicos populares de mi país. En ellos encuentras toda la riqueza musical y humana, de ellos aprendemos y nos enriquecemos. En cuanto a los jóvenes, todos los músicos de las nuevas generaciones que basen su creación en la música tradicional son imprescindibles.
Tenemos que enfrentarnos con ésas armas a la globalización que pretende borrar nuestras culturas, nuestros sentires. La invasión de la música fabricada, la música comercial, es despiadada así que tenemos que hacerle frente y creo que la manera de hacerlo es defender nuestras tradiciones. No importa que hagamos folklore, rock, jazz, importa que siempre tenga nuestro sello y que nos identifique.
¿Viviste varios años en la Argentina, entre 1973 y 1976, y aquí grabaste tu primer disco, ¿qué recuerdos tienes de esos años? ¿Qué significa la Argentina en tu carrera y en tu vida?
-De mis años en Buenos Aires tengo los mejores recuerdos, entrañables, como los amigos. Fue una etapa de mucho crecimiento tanto en lo profesional como en lo personal. De ahí viene ése nexo con Argentina que cada vez se hace más fuerte. Fue una época maravillosa para mí. Allá me hacen sentir en casa.
¿Cómo observas la relación entre música y política? ¿Cómo era en tus inicios en los ´70 y cómo es hoy?
– La música, como cualquier manifestación artística, es reflejo de lo que se vive en el momento, siempre ha sido así. Antes y ahora el contexto influye en la creación.
Son conocidos los avances sociales y políticos de Venezuela en estos últimos 13 años, ¿qué aportó la revolución bolivariana al desarrollo cultural de tu país? ¿Cómo se expresa eso en el terreno artístico?
– Por primera vez la cultura tiene un papel preponderante en la vida diaria del venezolano. Para mí lo más importante es que el arte en todas sus manifestaciones no se ha quedado dentro de las paredes de un teatro o un museo. Sus puertas fueron abiertas y ya pertenece a todo el mundo y no solo a un grupo. Es conmovedor ver a la gente haciendo fila para entrar a un concierto o para comprar libros a precios realmente accesibles. Eso nunca se había visto, la cultura era para una élite.
¿Qué sensación tienes del presente de América Latina?
Estamos viviendo algo inédito en Latinoamérica. Nunca habíamos estando tan cerquita. Ahora somos compañeros, cómplices, amigos. Estamos formando un bloque indestructible, estamos realizando el sueño dela Patria Grande.Somos una Patria Grande. Somos orgullosamente Latinoamericanos.