El Gobierno de Franco planea reactivar la Base Militar estadounidense en su país. El interés de Estado Unidos está en el control político de un territorio que considera su base de operaciones: el Chaco paraguayo.
El lugar es estratégico, ubicándose en Mariscal Estigarribia o en las afueras de Asunción, las fuerzas estadounidenses están a una hora y media de La Paz, una hora y media de San Pablo, dos horas de Santiago, una hora y media de Buenos Aires. La base elegida por Estados Unidos está justo ubicada en la mitad de la región “Cono Sur”.
En el corazón del Chaco, Mariscal Estigarribia, a pasos de la frontera con Bolivia y el corazón de América, está en marcha la conspiración de Estados Unidos con las oligarquías locales para desestabilizar a los gobiernos progresistas y de izquierda en América. El Plan que comenzó con el Golpe en Honduras, tres años después derrocó el gobierno democrático de Paraguay, ahora apunta hacia Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, etc.
Para ello, el plan intervencionista de Estados Unidos apunta a reabrir su Base Militar en el Chaco paraguayo, que quedó inactiva durante el Gobierno de Lugo, cuya primera medida al asumir el Gobierno en el 2008 fue expulsar del país a 25 altos jefes militares norteamericanos que dirigían el ejército paraguayo; suspendió las operaciones militares norteamericanas en su territorio, lo cual produjo la disminución drástica en la injerencia de Estados Unidos en la milicia, así como también buscó construir unas nuevas Fuerzas Armadas con un perfil profesional, institucional y patriótico. Esto fue una de las causas que le costó la presidencia, uno de sus mayores pecados a los ojos del imperio.
El juicio político no fue más que una crónica de un golpe anunciado, de hecho, Lugo es el presidente en América que soportó la mayor cantidad de amenazas de juicio político, todo un record con unas 100 amenazas desde su acceso al gobierno. Pero no así al poder que siguió en manos de poderes fácticos, un Congreso dictatorial dominado por la derecha, un poder judicial stronista y una minoría oligárquica enriquecida con tierras mal habidas y el agronegocio.
Soberanía perdida por el Golpe
La soberanía paraguaya se violó con el Golpe, la democracia paraguaya fue tomada por asalto por una oligarquía voraz, dependiente al capital transnacional y Estados Unidos. Para dar visos de normalidad al Golpe la prensa comercial conservadora puso en marcha un bloqueo mediático, la censura y la persecución ideológica. “El golpe mediático busca encubrir la verdad a través de una cortina de humo de que en Paraguay no pasó nada”. La manipulación de la palabra “en defensa de la soberanía” que hace la derecha, desnuda la historia construida del revés como un slogan hueco, mentiroso y perverso. Quiénes violaron la soberanía son estos mismos grupos que rifaron las tierras públicas en un total de 8 millones de hectáreas, la mitad del territorio paraguayo, quienes remataron la soberanía territorial a latifundistas extranjeros, y vendieron los derechos de los paraguayos sobre Itaipú y Yacyretá, son los mismos que hoy intentan presentar de forma engañosa “como un producto de marketing interno electoralista” la palabra soberanía.
Frente al rechazo internacional al golpe y el aislamiento internacional, el dictador Franco se juega a vender una falsa imagen de un Golpe pro soberanía ante una supuesta “injerencia chavista”. Mientras en público dicen que Paraguay es soberano, en privado ya están cerrando trato con las transnacionales. La palabra que les define mejor al Presidente de facto Franco y a la triple alianza interna conformada por Cartes, Franco y Unace sería “soberanía violada”.
Estados Unidos con la oligarquía local se confabulan para el Golpe político y mediático
En el mapa geopolítico latinoamericano, el Paraguay ocupa un punto central desde el cual el gobierno norteamericano reactivaría el uso de su territorio como puente para la penetración y fortalecimiento de sus intereses comerciales y políticos en la región como hoy lo hace con Colombia o mismo Honduras. Esto se produjo durante la dictadura militar y siguió con una cooperación militar creciente durante todos los gobiernos colorados.
Desde el corazón de América del Sur el imperialismo dirigió su proyecto de dominación. Instaló su base militar en Mariscal Estigarribia (Chaco) con una infraestructura de primer mundo con la construcción de un aeropuerto de 3.800 metros de largo, el más largo de Sudamérica, donde aterrizaban sus aviones de gran porte para diversos operativos militares intervencionistas.
La Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, a través del Diputado del UNACE José López Chávez, desnuda lo que hay detrás del Golpe al presidente Lugo. El imperio salió beneficiado con el Golpe, y a nivel interno el complot lo gestó Cartes con una triple alianza contra el pueblo en un pacto con Franco, PQ y Lino Oviedo (UNACE). Cartes con la jugada logra dividir la base política que llevó a Lugo al gobierno, (APC), los liberales siempre segundones hipotecaron por nueve meses en el gobierno otros cinco años en el poder. El líder de Honor Colorado es acusado de buscar instalar la “Narcorepública en Paraguay”.
Cartes viajó un mes antes del Golpe a los Estados Unidos, se habría entrevistado con altos exponentes del Gobierno norteamericano, trajo la receta golpista bajo el brazo y de allí en más fabricaron la trama de la masacre y negociaron el Paraguay como un Botín de piratas tras el oro. El presidente Uruguayo Pepe Mujica pintó la realidad paraguaya tal cual, dijo que el “Golpe lo hizo el Narcocoloradismo”.
EE.UU siempre sembró en Paraguay el terror e impuso sistemas dictatoriales. La sociedad paraguaya democrática no olvida los costos en vida del intervencionismo norteamericano en territorio paraguayo. La guerra sucia que promovió contra el pueblo paraguayo significó en víctimas directas e indirectas (allegados y familiares) la cifra de 128 mil personas, 336 fueron desaparecidas y 3470 exiliadas (según la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay). Como sistema político produjo miseria para la mayoría, atraso, éxodo masivo por las persecuciones y desempleo.
Tomaron por asalto la democracia paraguaya
A partir del Hondurazo combinaron su metodología golpista. Fue un asalto al poder en Paraguay, en menos de 24 hs. echaron a un gobierno democrático, en tiempo record fabricaron un juicio político, que fue en la práctica la combinación del complot político con una masacre donde el disparo provino de sectores a los cuales convenía la matanza, profesionales al estilo de la mafia del narcotráfico que en dicha región Canindeyú reina y gobierna, con sus tentáculos y vínculos en los partidos principalmente el partido colorado, fue el detonante que arguyen para la conspiración, que se convirtió en una cadena de golpe político, mediático, parlamentario y judicial. La Oligarquía en pleno apoyado por Estados Unidos golpeó al corazón de América Paraguay. Cerraron el círculo sobre Lugo.
Sin embargo, el frente internacional marcó la diferencia y los golpistas quedaron acorralados a partir de la suspensión de Mercosur, Unasur, y la condena casi unánime a nivel mundial. En cierta forma, intentaron que este golpe fuera hacia la integración Americana, a la construcción de democracias participativas y soberanas. Sin embargo, el golpe les salió como un búmeran, un tiro por la culata, ya que lograron unir a toda América en contra del Golpe y terminan marcando una nueva agenda geopolítica en América con el ingreso de Venezuela al Mercosur.