Por Mario Hernández. Marcha entrevistó a Laura Marrone, legisladora del FIT y directiva de Ademys (docentes-CABA). La situación de la educación pública y la lucha de los y las docentes a nivel nacional. La matrícula y el proyecto educativo conflictivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El acuerdo de los docentes en Salta, aún cuando varios sectores de trabajadores lo califican de insuficiente, logró romper la barrera salarial que promueve el Gobierno nacional. A su vez el conflicto consagró al movimiento de Docentes Unidos de Salta, que surgió porque los sindicatos de Ctera y varios que conforman la paritaria nacional no habían atendido el reclamo de los maestros. Laura Marrone, legisladora del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y directiva de Ademys (docentes-CABA), analizó las variables de esa lucha.
-¿Cómo ves el movimiento docente de Salta?
-Este movimiento es algo que debe ser destacado y es parte de un fenómeno más general que se está dando en nuestro país que es el surgimiento de activistas, delegados y comisiones internas que frente a la traición de las conducciones sindicales tradicionales se organizan, se autoconvocan y se defienden. En el caso de Salta hay que destacar no sólo la ruptura de la pauta salarial del gobierno provincial sino, fundamentalmente, que quedó constituida una organización nueva de la docencia con métodos democráticos de funcionamiento y que en un sentido es un ejemplo para desarrollar a nivel nacional. Frente a los planes de ajuste, a la intención que sea el pueblo trabajador el que pague la crisis, está surgiendo una camada de nuevos activistas sindicales que no están dispuestos a quedarse con los brazos cruzados. Por eso la represión en el caso de Las Heras. En Salta lograron hacerse reconocer y hasta ahora no han podido reprimir. Es el balance central de este conflicto que en parte también es expresión de lo que pasó en la provincia de Buenos Aires en la rebelión docente de principios de marzo. Es el efecto de un cuestionamiento que abre también un debate nacional que en algún momento abordaremos y que consiste en revisar toda la política de financiamiento educativo.
-Según el periódico barrial Nuevo Ciclo de Boedo, un legislador porteño propone destinar un edificio del Instituto de la Vivienda de la Ciudad en Sánchez de Loria a un jardín de infantes. La nota señala que faltaron 500 vacantes para los pibes en la Comuna 5 ¿Todavía no se resolvió la situación de los niños que quedaron en arzo sin la acceder a la educación inicial?
-No sólo hay problemas en el nivel inicial sino también en primaria donde la educación es obligatoria. Estuvimos reunidos con la Multisectorial por la Escuela Pública que se conformó en el verano con padres, docentes y sindicatos docentes por la falta de vacantes y resolvimos pedir, incluso buscando la firma de legisladores que puedan apoyar, una entrevista con el ministro Esteban Bullrich, para que nos dé respuesta a la falta de vacantes. En este momento hay cerca de 110 chiquitos de escuela primaria del Distrito 21 (Villa Riachuelo y Villa Lugano) sin vacantes y las autoridades del distrito no tienen dónde ubicarlos porque los grados están totalmente colmados.
– ¿Qué proyectos tienen como bloque en la Legislatura?
-Presentamos una propuesta como FIT por dos edificios que están cerrados que eran escuelas privadas y se podría disponer de una ocupación provisoria por necesidad pública, una figura que está contemplada en la legislación vigente, hasta tanto se construyan nuevas escuelas. En la zona del Distrito 19 esta semana que pasó tuve la confirmación que hay más de 1200 pedidos de vacantes en el nivel inicial no satisfechas, muchos son chiquitos de la denominada escuela maternal, pero también hay chicos de salita de 5 años y cerca de 40 pibes de primer y segundo grado sin vacantes. A ese problema queremos que le den una solución urgente y no vemos que se conmuevan porque son datos que también maneja el Ministerio de Educación porteño. En segundo lugar ¿cuál es el plan que tienen para construir escuelas este año? La proyección de la matrícula del 2015 se puede estimar. Nosotros ya sabemos que en el Distrito 21 hacen falta, por lo menos, tres escuelas primarias y eso no lo están pensando. Cuando uno apura un poco la discusión dicen harán aulas modulares para primer grado. Eso es una aberración. Hay que parar las aulas modulares que son un despropósito. Estamos en esa pelea.