Por Redacción Marcha / Fotos: Nadia Sur
El paro nacional convocado por una de las centrales obreras que nuclea a trabajadoras y trabajadores del Estado desde los testimonios de travestis, trans, intersex, tortas, maricas, bi-pan-a- sexuales y heterxs en fuga que marcharon en la columna de la colectiva Lohana Berkins. El impacto de los ajustes y la represión sobre quienes históricamente son invisibilizadas, excluidas y desaventajadas por el capitalismo heteropatriarcal.
“Furia trava”. Con estas palabras, las ultimas públicas que se le conocen a la referente travesti feminista Lohana Berkins, la colectiva que lleva su nombre convocó a la rabia organizada de “travestis, trans, intersex, tortas, maricas, bi-pan-a- sexuales y heterxs en fuga” a participar del paro y movilización convocado y realizado ayer por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) contra los despidos, la suba de precios y el ajuste económico y el paradigma político de la represión sobre los cuerpos que encaró el gobierno nacional desde diciembre con la presidencia de Mauricio Macri.
“Te convocamos a marchar con nosotrxs”, agitaban desde las redes sociales. Con una bandera fucsia combativo la colectiva marchó adhiriendo a los reclamos de las centrales obreras, y exigiendo además el “cumplimiento del cupo laboral trans en la Provincia Buenos Aires y extensión al resto del país”, la generación de “más TraVajo”, la aprobación de la “ley de reparación histórica para personas trans”, la ampliación de la democracia sindical con “travas delegadxs”, “contra la violencia del heterocistemapatriarcal (del capital)”.
Otras de las demandas que acordó la colectiva llevar a la movilización fueron el pedido de justicia por el travesticidio de Diana Sacayán y de cada crimen de odio, el “sostenimiento de políticas públicas destinadas al trabajo asociativo y auto-gestionado y la economía social”, “paritarias justas”, un “protocolo de acción ante la violencia machista en las Universidades”, “presupuesto para la ley de Educación Sexual Integral”, el no “vaciamiento del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable” ni de “programas sociales”, “aborto legal, seguro y gratuito” y “libertad para Milagro Sala, presa por persecución clasista, racista y misógina”.
“Sabemos que la derecha es devastadora”
Para Claudia Vásquez Aron, integrante de Otrans (La Plata), “este paro nos atraviesa como sociedad ya que la preocupación por la situación económica y la inflación pero, sobre todo la persecución política que estamos viviendo, dan cuenta que la coyuntura es adversa”. Relata que como colectivo, “sabemos que la derecha es devastadora”, y dice basarse en la experiencia militante de muchos años.
Emili Star, activista independiente de Buenos Aires), dijo haberse sentido convocada por “la lucha de las compañeras y compañeros que han sido despedidos”. “El macrismo nos está apretando de una manera muy anti ética”, opina, “la persecución política y los despidos muestran el objetivo de apretar económicamente y vender la patria”.
“Hemos conquistado leyes de igualdad y estamos acá para defenderlas. Pero ya no cómo lo hacíamos en un principio de forma aislada”, relató Claudia, “ser parte de esta movilización de ATE habla del país diverso que tenemos. El cupo laboral trans y trabajo en condiciones dignas es lo que le pedimos al Estado” y “desde ya que no nos reprima”.
Con la fuerza de la “garra amorosa”
Para María Luisa Peralta, militante lesbiana, la participación de la colectiva Lohana Berkins en la marcha, demostró “la transformación del dolor y la pérdida sentidos por un movimiento en acción, creación y alegría”. En esa línea, la militante caracterizó “la confluencia de sectores militantes con distintos posicionamientos, trayectorias políticas e incluso edades”.
Manifestó que a partir de la convocatoria lograda en el primer paro nacional contra el gobierno de Mauricio Macri, “se vio en la calle la decisión de sostener los reclamos propios y priorizar a nuestro sector más vulnerable, las personas trans”, si bien advirtió que, “a pesar de un contexto político muy adverso”, se remarcó “una vez más que nuestros reclamos deben ser asumidos como parte de las luchas del conjunto del campo popular”.
Para Susy Shock, “estuvo muy emotivo todo” y la “garra amorosa es la que está marcando los pasos y desde ahí tenemos que sostenernos, cuidar y proponer”. Dijo estar conmovida por la presencia de l*s más jóvenes, “una síntesis desde donde hay que construir”.
La colectiva Lohana Berkins surgió de la iniciativa de las activistas Marlene Wayar, Susy Shock, Violeta Ríos Alegre y por el activista Duen Sacchi, una convocatoria atípica en relación con las que suelen convocar al movimiento LGBTTTI (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transgéneros, transexuales, interesexuales), ya que fue un llamado a movilizar por fuera del día de la marcha del orgullo, y a interpelar a la sociedad en tanto movimiento pero como parte de la clase trabajadora en un contexto adverso económica y políticamente.
Al finalizar la movilización la colectiva Lohana Berkins se juntó en ronda a festejar una asamblea. “Aquí está la resistencia trava”, cantaban a cada momento, entre reivindicación y aviso, entre solidaridad y abrazo colectivo. “¡Diana Sacayán, presente!, ¡Lohana Berkins, presente!”, gritaban emocionadas las gargantas. Las travestis, trans, intersex, tortas, maricas, bi-pan-a- sexuales y heterxs en fuga, “l*s monstruo*s“, como se referencian, gritaron en colectiva construcción política. La “furia travesti” está en marcha y la “resistencia trava” un movimiento en las calles que no se detiene.
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