Por María Eugenia Miqueo/ @eugemiqueo
La obra teatral de Pilar Ruiz apela a los sentimientos y sensaciones que giran sobre la trata de mujeres. Se puede ver todos los viernes a las 21.15 en Timbre 4.
El aplauso fue cerrado y extenso, la tensión corporal empezaba a aflojar. Verónica Cogniout Hanicq y Fabricio Mercado, protagonistas de “En el fondo” -obra escrita y dirigida por la dramaturga Pilar Ruiz-, saludaban y volvían de a poco a la realidad, comenzaban a habitar sus cuerpos lentamente. El público salía en forma ordenada y mientras la hilera avanzaba, divisé a la directora en la puerta de la sala y pensé en saludarla. Ensayé mentalmente una breve presentación y cuando al fin llegué a ella, el llanto ahogado me ganó la pulseada y no pude articular palabra. Eso pasa “En el fondo”.
La historia nos sitúa en el oscuro y complejo mundo de la trata de personas y la prostitución dónde Flora y Pedro, víctima y victimario respectivamente, se entrelazan en un vínculo violento y amoroso, opresivo y paternal. La pequeña cotidianidad lograda se ve alterada cuando un fotógrafo logra inmiscuirse en el prostíbulo y ante la amenaza de ser descubiertos, Pedro debe trasladarse con Flora a una nueva casa.
La obra resulta dolorosamente brillante. El tema central, tratado con responsabilidad y delicadeza, genera en el espectador un crisol de emociones que ahoga, comprime y corta la respiración. Cualquier sugerencia de apagar celulares, no abrir caramelos que pudieran hacer ruido o demás acciones del público que distraigan a los actores es innecesaria porque nadie se mueve ni respira durante los cincuenta minutos que dura la historia en escena.
El clima está muy bien logrado con un gran trabajo de interpretación de los actores y la dirección de Pilar Ruiz. Soberbia es la actuación de Verónica Cogniout Hanicq, que en la piel de Flora transmite ingenuidad y seducción, ternura y terror.
También es destacable el excelente trabajo de iluminación y sonido que llevan al espectador a experimentar de un clima de ternura a otro de espanto en forma orgánica, que sumado a la distribución de la sala del espacio teatral “Timbre 4”, lo hacen sentir testigo de esta historia.
Recorrí en forma autómata el largo pasillo que separa la sala de “Timbre 4″de la puerta de calle, crucé sin ver y conduje con la mirada fija y absorta los primeros kilómetros. Llevo a Flora pegada en mi piel, a Flora y tantas otras como ella que se ven privadas de su libertad y son tratadas como objetos, como cuerpos sin alma.
Ficha artístico técnica
Actúan: Verónica Cognioul Hanicq y Fabricio Mercado
Diseño y realización de escenografía: Fabricio Mercado
Diseño de luces: Lucía Feijoo
Música y sonido: Damián Gómez.
Fotografía: Dash Equipo Creativo.
Ilustración: Dolores Franza
Diseño gráfico: Juan Pablo Rodríguez
Asistencia de dirección: Teo Ibarzabal
Producción: Rocío Pérez Silva
Dramaturgia y Dirección: Pilar Ruiz