Lo que dejaron los anuncios del día martes, la creación de nuevos instrumentos financieros y el blanqueo de capitales. El debate sobre la devaluación y el dólar blue.
En una presentación oficial que contó con los principales funcionarios del equipo económico del Ejecutivo nacional, se lanzó un nuevo blanqueamiento de capitales que busca capturar dólares hoy fuera del circuito legal para dinamizar tanto la actividad tanto en el sector energético como en la construcción, dos ramas de la economía que hoy vienen en bajada.
De que hablamos cuando hablamos de blanqueo
No es habitual, ni mucho menos cotidiano. Es más, hay que hacer un esfuerzo para recordar otra ocasión en la cual los principales responsables de la conducción económica del país hayan estado presentes en una conferencia de prensa, tal es la importancia que adquirió el anuncio realizado el día martes, en medio de cruces acerca de la disparada del dólar blue, las presiones devaluacionistas y la cada vez más acuciante falta de inversión.
El proyecto presentado el martes, durante la conferencia de prensa en la sede de la AFIP, en la cual estuvieron presentes: Hernán Lorenzino, Mercedes Marcó del Pont, Axel Kicillof, Guillermo Moreno y Ricardo Echegaray, señala que toda persona física o jurídica que tenga dólares no declarados, tanto en el país como en el exterior, cuenta con 3 meses para ingresarlos voluntariamente al circuito legal, por medio de dos instrumentos brindados para tal caso. Nos referimos por un lado al CEDIN, Certificado de Inversiones, y por otro lado un bono para el desarrollo energético (BADE). El primero destinado al sector inmobiliario y de la construcción, el segundo hacia el sector energético.
Durante la presentación, Hernán Lorenzino, señaló que con estos dos instrumentos financieros “la idea es incorporar recursos ociosos en el modelo productivo” ya que los mismos “apuntan a quienes tengan ahorros en dólares sin declarar”.
Mercedes Marcó del Pont sostuvo durante su explicación acerca del funcionamiento del Certificado de inversión que el objetivo es “canalizar esas tenencias exteriorizadas, transformadas en ahorro, hacia la inversión en construcción y en el mercado inmobiliario”. Los bancos van a ser los encargados de tomar dichos ahorros y depositarlos en el Banco Central, luego se emitirá un certificado por el monto equivalente y “el Central custodiará los dólares hasta que haya una devolución”, indicó Marcó del Pont. Los certificados serán al portador, pero pudiendo ser endosables.
Por otra parte, el BADE, bono para el desarrollo energético, tendrá como principal destinatario a YPF, hoy con problemas en términos de inversión en infraestructura. “Este bono va a vencer en 2016, se puede suscribir sólo en dólares, pagos semestrales y una tasa de 4% anual”, señaló el titular de la cartera de Economía, Hernán Lorenzino.
Solo podrán ser parte de este blanqueo de capitales, y obtener tanto el CEDIN como el BADE, aquellas personas físicas y jurídicas con dólares no declarados pero que no se encuentren al día de hoy con algún tipo de imputación judicial vinculada a causas como lavado de dinero.
Dólar blue, inversión, devaluación
Con el anuncio del día martes, el gobierno busca recuperar índices de inversión que hoy por hoy se encuentran muy golpeados, con una economía en fase de desaceleración. Esto se ve claramente en el hecho de que tanto el CEDIN como el BADE, están destinados a asegurar por un lado la inversión en hidrocarburos, que permita el autoabastecimiento de combustible para el funcionamiento del complejo sojero-exportador. Mientras por otro lado busca recuperar ciertos niveles de actividad en el mercado inmobiliario, afectado por la escalada del dólar blue, siendo ésta una actividad cuyos valores están atados al devenir de la moneda norteamericana.
Estamos ante el reconocimiento de un problema, el del dólar blue, que ya perforó el techo de los 10 pesos y, si bien mantiene un nivel marginal de operaciones (utilizado por ejemplo por los grandes grupos exportadores), termina operando como valor de referencia para muchas de ellas, algo que parece el gobierno dejó de negar con los anuncios del día de ayer. Resta ver si efectivamente estos anuncios permiten reducir la brecha entre uno y otro al brindar otras opciones de inversión.
El proyecto de creación del CEDIN como del BADE, se produce en una coyuntura marcada por el debate acerca del si el gobierno debe o no devaluar y el problema del llamado “atraso cambiario”. En este sentido existe un coro de voces que va desde sectores empresarios, y exportadores que sostienen que el actual régimen cambiario atrasa y es necesario corregir este atraso para ganar en competitividad, es decir, devaluar, opinión compartida por ejemplo por el actual presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger. Hasta los sectores mas cercanos al gobierno que niegan dicha devaluación por los efectos que tendría en términos de contracción del empleo y el consumo. Lo que termina apareciendo en el horizonte es que el gobierno no se saldrá de su libreto y continuará aplicando modificaciones al régimen de flotación administrada, de la misma manera que lo viene haciendo, es decir, devaluando cotidianamente sin hacerlo de una vez.
Lo que dejan los anuncios realizados es que, por un lado, estamos ante un proyecto que busca recuperar algún nivel de inversión vía nuevos instrumentos financieros, emitiendo deuda, pero en este caso tomando dólares de aquellos que fugaron anteriormente dinero del sistema, e incluso sin ningún tipo de impuesto o penalidad (a diferencia del blanqueo del 2009). Lo cual incluso contradice aquella idea de “pesificar” la economía que el gobierno buscó sostener de un tiempo a esta parte.
Mientras por otro lado, da cuenta de los problemas que afectan a un modelo que comienza a crujir cada vez con fuerza. Las dificultades del “capitalismo en serio” parecen no ser solo coyunturales y simplemente se busca ganar algo de tiempo.