En San Carlos de Bariloche, la ciudad más poblada de los Andes Patagónicos, las y los trabajadores del Sanatorio del Sol realizan acciones de protesta porque hace 70 días que no cobran sus haberes. La crisis del sistema de salud también se siente en la Patagonia.
Por Vivian Palmbaum
En Río Negro, al igual que en muchas provincias, el gobernador usó los fondos de IPROSS, obra social de las y los empleados públicos de la provincia, para hacer campaña política mientras hace 5 meses que no paga los haberes. Así lo denuncian los trabajadores y trabajadoras del Sanatorio Del Sol de San Carlos de Bariloche. Desde Marcha entrevistamos a la médica Luciana Ruben, una de las trabajadoras afectadas, médica de guardia y del servicio de emergencias del Sanatorio del Sol.
El Sanatorio Del Sol es uno de los tres sanatorios privados de San Carlos de Bariloche, que junto con el hospital público conforman el sistema de salud de una ciudad que es la más grande de la zona y por la cual pasan miles de turistas y habitantes de Bariloche y otros lugares de la región.
Los 185 trabajadores y trabajadoras del Sanatorio Del Sol se hallan en una grave situación, porque están en conflicto desde hace 70 días por falta de pago de sus salarios. “Hace cuatro meses que no cobramos” afirman las y los trabajadores. Parece haber poca voluntad política para solucionar un conflicto que además deja desprotegida a un sector vulnerable de la población. Así lo reveló la Dra. Ruben: “Detrás de todo esto se esconde el intento de monopolización de la salud privada de Bariloche. Las obras sociales que no pagan, están los socios que no aparecen y los representantes del Estado tanto municipal como provincial se lavan las manos”.
Las y los trabajadores denuncian que el conflicto encubre un intento de concentración del sistema. A esto se suma la situación de la salud en la provincia, que se ve desbordada por el aumento de alrededor del 40 % en la demanda al sistema público, como el propio ministro afirmaba a fines de 2018. Una situación de la que no escapa el resto del país, al mismo tiempo que se desfinancia al sistema público que tiene que vérselas hasta con la falta de vacunas.
Ni el Estado provincial ni el municipal intervienen para que se llegue a alguna solución de este conflicto. Tal como lo expresó la médica, “vemos la dilación de los tiempos, la falta de voluntad política, vemos que somos los empleados y empleadas las que estamos pagando el ajuste, la crisis. Cuando la clínica funcionó bien y daba ganancias todos se repartían la torta y se llevaban su porción y hoy que la clínica necesita de ellos, de su firma para un préstamo o que los socios se hagan presentes para buscar soluciones o directamente renuncien y nos dejen a nosotros tomar las decisiones que se necesitan, no están”.
La población que atienden es de PAMI y la obra social IPROSS, que tiene un gran retraso en el pago de las cápitas, que son un dinero fijo que pagan las obras sociales para atender a sus afiliados y afiliadas, que le garantiza al sanatorio un ingreso fijo”, explicó la médica y además agregó que “ya no atienden más a afiliados a OSECAC, con quien se hallan en litigio judicial por una deuda que lleva un monto cercano a los 30 millones de pesos”.
Un Estado como ausente
Este conflicto que lleva 70 días sin propuestas que faciliten a una solución, obligó a las y los trabajadores del Sanatorio a iniciar un plan de lucha que visibilice la grave situación. Ni el frío, ni el mal tiempo los desalentó. “Hace unos 10 días que sacamos el conflicto afuera del Sanatorio. Los primeros 60 días estuvimos haciendo un reclamo más interno y en los últimos diez días al no haber respuestas y la situación cada vez mas crítica lo sacamos afuera con un corte en la rotonda que queda sobre el ingreso de Villa La Angostura, cerca de la terminal de colectivos, con un corte parcial y panfleteado. Fuimos al acto del 9 de julio con carteles, a donde estaba el intendente y hemos ido a la municipalidad a hacer una sentada. Todo esto en los últimos diez días cuando sacamos el conflicto a la calle”.
Este miércoles 17 de julio decidieron avanzar y cortar parcialmente de 10 a 16 hs. una de las calles principales, en el km 1 de Av. Bustillo, “no solamente salimos a la calle sino que decidimos cortar uno de los accesos a Circuito Chico, porque si no podemos llegar a la Provincia necesitamos recrudecer las medidas”.
También la CGT Zona Andina y Comarca luego de un plenario de delegados y delegadas convocó al gobernador Weretilneck, al ministro Zgaib y otros funcionarios a una reunión por la situación de las y los trabajadores del Sanatorio. Muchos otros trabajadores y trabajadoras se solidarizaron junto a usuarios y habitantes de Bariloche para que se solucione este conflicto que los deja en el desamparo. Desde todo el país llegaron adhesiones para las y los trabajadores en conflicto bajo el lema: #YoApoyoALosTrabajadoresDelSol.
Trabajadores y trabajadoras de la salud
El personal del sanatorio está compuesto por 185 empleados y empleadas, es decir que afecta unas 600 personas, ya que comprende a las familias de esas personas. De esa planta, 90 son médicos y médicas que trabajan en los servicios de internación, ambulancia, guardia y consultorio que dependen del sanatorio directamente.
Detrás de todo esto se esconde el intento de monopolización de la salud privada de Bariloche, las obras sociales que no pagan, están los socios que no aparecen y los representantes del Estado tanto municipal como provincial se lavan las manos y contaba un intento de solución irrisorio e insuficiente. “Dieron la semana pasada 60 bonos de $ 1000, para compras en una tienda en Bariloche, cuando son 185 las familias afectadas y además ese monto no cubre ni la canasta básica de una semana de una familia promedio”. Una suma insignificante en una región donde el valor de todos los insumos básicos es bastante superior por las distancias.
“Nosotros y nosotras no queremos que la clínica desaparezca porque somos un sanatorio bastante popular, una gran familia, atendemos una población sensible como la de Pami y los empleados públicos, mucha gente con bajos recursos se atiende en el Sanatorio del Sol. La verdad es que nos sentimos solos y manipulados, sentimos que incluso la provincia no solo se niega en las soluciones sino que además hace reuniones clandestinas donde se reúnen ministros de la provincia con el intendente y con dueños de una de las clínicas y debaten nuestro futuro y nos sentimos muy manipulados”.
La médica Rubén explica que tuvieron que investigar sobre la situación legal y contractual del Sanatorio que es una sociedad anónima constituida por una junta directiva con ocho socios, cuyo accionista mayoritario que es Miguel González Robinson, hijo de uno de los socios fundadores. “Por estatuto las decisiones las tiene que tomar el socio mayoritario pero tiene que estar avalada por la junta; el hijo que es socio mayoritario y apoderado por el fallecimiento de su papa, no es médico, necesita de los ocho socios para poder hacer efectivo el pedido de préstamos y otras decisiones necesarias para el sanatorio”. Además señala que “actualmente los ocho socios no aparecen. Estamos los médicos hace ocho meses sin cobrar y las y los empleados de mayo para acá, tampoco se cobró el aguinaldo desde junio del año pasado, o se cobro parcialmente, luego ya no se cobró ni en diciembre ni ahora”.
Las y los trabajadores en su conjunto expresan que el dueño de uno de los tres sanatorios de Bariloche, parece que va a ser su próximo Ministro de Salud y “por eso nos ahogan económicamente para que ese sanatorio monopolice la salud privada de Bariloche”, afirman teniendo en cuenta el modo de gestión que vienen llevando adelante los Estados nacionales, provinciales y municipales con el gerenciamiento de lo público.