Por Joaquín Urioste desde Córdoba. En la capital cordobesa se está llevando a cabo el juicio por las fumigaciones en el barrio Ituzaingó Anexo. Se trata del primer caso de estas características en Argentina y el resto de Latinoamérica. Aquí una breve síntesis de un proceso judicial que expone las lamentables consecuencias del modelo de monocultivo en la salud.
El caso
Distintas organizaciones socioambientalistas y vecinos se concentraron en el Palacio Tribunales II de la ciudad de Córdoba el pasado lunes 11 para estar presentes en el inicio del juicio por las fumigaciones realizadas en los campos colindantes con el barrio Ituzaingó anexo, situado en la zona sur de la ciudad.
Son tres las personas acusadas de realizar fumigaciones con herbicidas altamente tóxicos en campos próximos al barrio: Francisco Parra (57) y Jorge Gabrielli (51), ambos productores de la zona y Edgardo Pancello (44), quien trabaja como aeroaplicador. Concretamente, los acusados están siendo juzgados por hechos ocurridos entre fines de enero de 2008 y principios de febrero del mismo año.
La primera etapa de este juicio, que durará hasta el 20 de Junio, estuvo destinada a las declaraciones de las partes implicadas. Por su parte, los tres hombres acusados negaron los hechos y se abstuvieron de hacer declaraciones.
Mientras tanto, el ex secretario de Salud municipal, Dr. Medrado Ávila Vázquez, querellante y primer testigo del caso, llevó adelante una declaración de más de 3 horas, donde explicó detalladamente la situación actual del barrio Ituzaingó Anexo. “Por la aplicación de tóxicos en cercanías a zonas urbanas, en barrio Ituzaingó por ejemplo, los casos de cáncer duplican la media provincial”, señaló Ávila. El testigo indicó que los acusados nunca solicitaron la autorización correspondiente y señaló que en el año 2003 el gobierno de la ciudad aprobó una ordenanza que prohíbe la aplicación de agroquímicos a menos de 2500 metros de zonas urbanas.
Por otro lado, Ávila Vázquez hizo referencia a los distintos casos de niños con malformaciones que tuvo que investigar. “En Argentina la principal causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares y en Ituzaingó, el cáncer”, remarcó.
Por su parte, los productores del cinturón verde ubicado a las afueras de la ciudad, dicen no haber visto ninguna irregularidad en la zona del barrio Ituzaingó Anexo.
Un barrio fumigado
Ituzaingó Anexo es un barrio ubicado en las afueras de la ciudad de Córdoba, que se extiende al costado de la ruta 9 en el sentido Córdoba-Buenos Aires. Se encuentra rodeado por campos de soja. Desde hace varios años los vecinos vienen padeciendo gravísimos problemas a causa de las enfermedades originadas por agrotóxicos. Las cifras son alarmantes: de 5 mil vecinos que residen en la zona, 200 tienen cáncer. De hecho, todas las familias del lugar tienen un familiar enfermo y ya se han registrado varios casos de muertes al nacer, nacimientos con malformaciones y distintos problemas de salud relacionados con envenenamiento con herbicidas y plaguicidas altamente tóxicos como el glifosato y el endosulfán.
Desde hace más de 12 años, las Madres de Barrio Ituzaingó Anexo y el Colectivo Paren de Fumigar Córdoba, junto a varias organizaciones socioambientales, vienen impulsando una enérgica lucha en contra de las fumigaciones con agrotóxicos. En este sentido, se trata de un momento de inflexión que sentará jurisprudencia y servirá como punto de referencia en futuros casos. Es el primer caso en América Latina donde se lleva a cabo un juicio de estas características.
En una conversación con Marcha, María Godoy, del grupo de madres de Barrio Ituzaingó Anexo, quien vive ahí desde 1990, dijo: “Hemos llegado a esta instancia después de 10 años de lucha, todo empieza en el 2001 después de varias denuncias, amparos. Sabemos que todo barrio Ituzaingó Anexo está contaminado, todos estamos afectados”.
Por otro lado, Godoy remarcó: “Independientemente de lo que decida la justicia, se va a sentar un precedente muy importante para toda la provincia de Córdoba, Argentina y Latinoamérica”.