por Vivian Palmbaum – @vivi_pal
Por la implementación de las nuevas políticas económicas: ausencia del Estado, aumento desenfrenado de insumos y de arriendos de la tierra, el sector hortícola se encuentra en emergencia. La falta de respuestas los ha obligado a tomar una medida de fuerza: “Paro Quintero y Tractorazo”
Esta mañana, el duro trabajo de la tierra que llevan adelante los agricultores familiares que sostienen el consumo diario de verduras de la ciudad se verá modificado. Los productores, junto a las familias trabajadoras, ocuparán la vera de las rutas de transporte de verdura (Ruta 2, Ruta 36, Ruta 6, Ruta 53, Av. 520, Av. 44 y Camino Centenario) en un acto de permanencia durante más de 24 horas en señal de protesta.
Un sector que sufre estructuralmente de empobrecimiento y la falta de acceso a la tierra, en la actualidad se halla en una situación desesperada. En asamblea, a través de los delegados quinteros decidieron llevar adelante un “Paro Quintero y Tractorazo” obligados a esta medida como única posibilidad para visibilizar la situación y ante la falta total de respuestas de los gobernantes. Ya lo había advertido Rosalía Pellegrino a Marcha en nota de marzo, parte de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), que participa del paro de hoy.
Las y los trabajadores hortícolas se hallan nucleados en cooperativas y asociaciones que agrupan a un sector compuesto por un importante número de familias, que viven y trabajan en condiciones de extrema precariedad, que no poseen tierras propias y que diariamente producen lo que comemos, quienes se encuentran agremiados como trabajadores de la economía popular en la Confederación CTEP.
En un comunicado conjunto de las organizaciones que conforman el sector comienzan expresando: “La producción hortícola, y la vida de las familias que diariamente trabajan la tierra produciendo las verduras que consume el pueblo, están al borde del abismo, al igual que el resto de las economías regionales. El alto precio de los insumos necesarios para la producción; agroquímicos, abonos, nylon, herramientas etc. todo a precio dólar, un mercado interno achicado por la inflación, una comercialización llena de intermediarios, hace que nuestros productos lleguen al consumidor con un aumento de hasta a veces el 1.000% (por encima del precio de venta del productor) y el alza desmesurada de los alquileres son algunas de las causas que hacen que por más que trabajemos de sol a sol apenas sobrevivimos”. Agregamos que en este momento los productores están pagando un alquiler de hasta $5.000 la hectárea.
Desde la tierra y para la tierra
Ubicados en el cordón productivo de la zona sur del conurbano bonaerense, en lo que constituye el núcleo de la producción hortícola y de flores de corte, los y las trabajadores de las agriculturas familiares trabajan una extensión de una a dos hectáreas, cada familia, con un volumen de producción importante que les permite extraer de treinta a cuarenta jaulas por día. Una jaula es un cajón de madera en el que, por ejemplo, entran cuarenta paquetes de espinaca.
Estas y estos pequeños productores enuncian que las medidas económicas implementadas por el gobierno nacional los está está empujando a abandonar las quintas. Los principales motivos enumerados son: 1) La devaluación que ocasionó un aumento entre un 40 y un 80% de los insumos para la producción, mientras diariamente suben esos precios; 2) la eliminación de subsidios para la luz eléctrica, fuente indispensable para el riego, que arrastra un aumento en los costos entre un 100 y un 300% 3) los valores que perciben los productores por las verduras y las flores no ha aumentado por lo que hoy dicen: “Somos mucho más pobres que antes”.
En el comunicado se enuncian una serie de medidas que peticionan como necesarias para el sector:
-Subsidio al gas-oil y tarifa social para la electricidad, utilizada para producir, para las familias de pequeños productores.
-Precio mínimo sostén para la verdura para el productor, y precio tope para la venta al consumidor.
-Medidas ante la emergencia (fondos de insumos, semillas, herramientas etc.)
-Regulación de los alquileres hasta tener una ley de arrendamiento que nos tenga en cuenta.
-Aprobación de la “Ley de Reparación Histórica para la Agricultura Familiar”.
-Línea de créditos blandos a tasa subsidiada para afrontar la emergencia.
-Subsidio compensatorio por un mínimo de seis meses.
Este conjunto de trabajadores y trabajadoras ha implementado diversas estrategias de venta con la articulación con el propio sector de la economía popular a través de ferias populares, o con ventas directas que permiten el acceso a un valor justo tanto para productores como para los consumidores. Sin embargo estas iniciativas son insuficientes para comercializar lo producido y los deja en manos de los intermediarios y los abusadores de siempre.
Hoy las y los trabajadores de la tierra expresan con firmeza: “Necesitamos respuestas urgentes para la emergencia. ¡No producimos para exportar, no cobramos en dólares!! Producimos la comida que consume el pueblo y las medidas del gobierno nos están fundiendo. Nos obligan a dejar el surco para salir a las rutas, lo nuestro es producir alimentos para la población, pero lamentablemente de otra manera no nos escuchan”.
*integrante O.S. y P. Los Pibes