Resumen Latinoamericano y Colombia Informa entrevistaron a Juan Carlos Cuellar, comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia. En esta primera parte de la entrevista, el dirigente guerrillero, que se encuentra preso en una cárcel de Medellín, habló sobre los futuros diálogos de paz con el gobierno y sobre la relación con las FARC.
El penal de Bellavista se encuentra en las afueras de Medellín. Allí nos recibió un grupo de presos políticos de la guerrilla camilista encabezados por Juan Carlos Cuellar, comandante del Frente de Guerra Suroccidental cuando lo capturaron en 2004. En la actualidad Cuellar es interlocutor ante diversos sectores populares, entre los que se destaca el espacio Clamor Social por la Paz.
El encuentro derivó en una conversación amena. ¿La búsqueda de una salida política implica la concreción de la esperada Mesa de Diálogo entre el ELN y el gobierno que se sume a la que protagonizan las FARC en La Habana? ¿Cuánto hay de cierto en las versiones que dicen que esos diálogos ya se están dando, y si es así por qué no se hacen públicos? Las respuestas a esas preguntas podrían comprometer posibles gestiones, nos explican los guerrilleros con amabilidad. Aún así Cuellar reconoce: “Sé de las versiones dadas incluso por funcionarios del gobierno. Pueden ser ciertas o no, si ellos lo dicen tendrán sus razones”. Y agrega: “La comandancia del ELN ya definió a sus voceros para esa instancia, que están listos. Son miembros de la Comandancia Nacional y comandantes de región”.
Cuellar fue el principal animador de uno de los tantos intentos previos de diálogo con el Estado en 2006, cuando el ELN impulsó las “Casas de Paz” que buscaron involucrar a sectores sociales en las conversaciones. “La organización tiene una experiencia no sólo durante el gobierno anterior cuando se pusieron en marcha las Casas de Paz”, relata el líder guerrillero.”Antes había impulsado los Diálogos de Tlaxcala [México, 1992, con el presidente César Gaviria], el Encuentro y Diálogo en Maguncia [Alemania, 1998, bajo la presidencia de Ernesto Samper], con [el presidente Andrés] Pastrana en Río Verde [Colombia, 1998], o en Cuba [2002, presidencia de Uribe]. De todas esas experiencias salen conclusiones, aprendizajes”, afirma. ¿El ELN cree en las intenciones del presidente Santos? Cuellar explica: “La organización está convencida que tiene que haber una salida política, pero eso no quiere decir que el gobierno quiera lo mismo. En esa puja estamos. Hay reparos cuando se ve que en el pasado no se pudo concretar un proceso de Paz, pero hoy la sociedad está más madura. Aún así hay que ver qué actitud toma el gobierno”.
Coyuntura electoral o participación popular para la salida política al conflicto
“Hoy la salida política al conflicto está atravesada por la coyuntura electoral”, analiza el dirigente guerrillero. “Para [el presidente] Santos es vital mostrar logros inmediatos por esa coyuntura, para el ELN eso no es lo determinante. Como dijo Iván Márquez [vocero de las FARC en La Habana]: ´Lo que nosotros digamos de los diálogos, va a ser usado en la coyuntura electoral´. Pero lo cierto es que la derecha busca apuntalar el modelo extractivista de acumulación destruyendo la economía propia de nuestras comunidades, y para revertir eso es necesaria la participación de la sociedad”, se explaya Cuellar, y agrega: “Hay que ver cómo se articula esa intención de la insurgencia con la dinámica propia del movimiento social. Parar esta guerra, reclamar el cese bilateral del fuego, impulsar dinámicas humanitarias, esos tienen que ser los amarres del proceso de Paz con la agenda del movimiento popular”.
El reclamo del cese bilateral del fuego figura como principal punto en la carta que más de un centenar de organizaciones y personalidades dirigieron al presidente Juan Manuel Santos y a los mandos de las guerrillas, Timoleón (Rodrigo Londoño) de las FARC y Gabino (Nicolás Rodríguez Bautista) del ELN. El gobierno ignoró el pedido, pero la insurgencia fue receptiva. Para la última navidad, ambas comandancias dieron a conocer un comunicado conjunto en el que afirman: “Las dos fuerzas estamos trabajando de lleno por concretar los diálogos de paz (…) concebidos como una gran apertura para que las guerrillas amplíen los espacios para hacer política, se acerquen más a la población y continúen conquistando el corazón de la gente colombiana”. Más recientemente el ELN respondió el pedido concreto de Clamor Social por la Paz, y en la carta expresó su acuerdo con los puntos planteados: “Ustedes y nosotros nos unimos al clamor por alcanzar un cese bilateral al fuego y las hostilidades, a lograrlo en el menor tiempo posible con las garantías que ustedes señalan, ello aliviará los rigores del conflicto que padece la población”.
En todo momento los delegados de la guerrilla resaltan su preocupación por que los procesos populares sean parte de cualquier gestión de Paz ante el Estado colombiano. “Somos camilistas, hay que rescatar el pensamiento de Camilo Torres, su dinámica, la comprensión sobre cómo articular actores políticos y sociales expresada en el Frente Unido [experiencia política unitaria impulsada por Camilo Torres en 1965]. Si recientemente se avanzó en la unidad en el campo de lo agrario, hay que tomar nota de eso. Hay sujetos que nos muestran caminos, campesinos, indígenas, hoy son sujetos más avanzados”, describe Cuellar, y concluye: “No puede haber salida política al conflicto si no participa la sociedad”.