A seis meses de iniciada la Convención Constitucional presidida por Elisa Loncon y Jaime Bassa en la vicepresidencia, se cumplió con la rotación de autoridades. El martes 4 de enero, luego de una extensa y reñida jornada electoral, los y las convencionales de los diferentes sectores eligieron a María Elisa Quinteros, epidemióloga y referenta de los movimientos sociales, como presidenta y a Gaspar Domínguez, médico y activista LGTBIQ+, como vicepresidente. Ahora la Convención sigue su camino hacia la elaboración del texto final de la nueva Constitución.
Sobre este proceso hablamos con Elisa Giustinianovich, convencional constituyente por la Patagonia Rebelde. Elisa es representante de movimientos sociales, ambientales, sindicales y feministas. También es Bioingeniera y ecofeminista, con sus 37 años de edad está convencida que formar parte de este proceso constituyente es un acto de compromiso ineludible.
Por Maru Waldhüter Fotos @elisa_giustinianovich
Concluyó la primera etapa de la Convención Constitucional que tuvo como presidenta a Elisa Loncon y en la vicepresidencia a Jaime Bassa. ¿Qué balance haces de este primer tramo?
Como primeras apreciaciones yo creo que es de conocimiento público lo difícil que fue llegar a asumir los primeros días a la Convención. Es difícil levantar un proceso constituyente con un gobierno de oposición, un gobierno del rechazo básicamente, y eso se vio claramente cuando llegamos a instalarlos y tener un vacío ahí. No había ninguna infraestructura, órganos que permitirán sostener esta labor y es un órgano que una podría hacer una equivalencia con la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores. Somos 155 personas que tenemos un año para escribir una Constitución, necesitamos también toda una infraestructura administrativa, técnica que pueda sostener la labor de la Constituyente y eso no existía en absoluto. Tampoco existía todo el aparataje técnico para poder comunicarnos, llevar a cabo las votaciones, las tomas de palabras, no había protocolo covid, no teníamos claridad de dónde se sesionaba, cuáles eran las salas, los aforos. O sea, fue un total fracaso la llegada, en un primer momento, en el primer día a la Convención. Y eso obviamente, fue un golpe súper duro. Siin embargo, yo creo que ahí (fueron claves) las gestiones que rápidamente pudieron hacer Elisa (Locon) y Jaime (Bassa).
Entonces, también sirvió como una medida de presión hacia el gobierno de ‘vale, si ustedes realmente no son capaces de hacer esto mínimo para que funcione, nos vamos de aquí y ustedes se quedan sin constituyentes‘, o sea, tremendo fracaso del gobierno. Eso puso la presión necesaria para que en tres días ya pudiéramos volver al lugar y efectivamente instalarlo.
Fue fundamental la llegada de la Mesa Ampliada, de todas las vicepresidencias adjuntas, para poder equilibrar el trabajo de la Mesa Directiva, ya que echar a andar un órgano de esa magnitud desde cero era muy difícil para solamente dos personas. En ese sentido, llegamos a apoyar esa labor; todas asumimos labores de gestión administrativa y política que permitiera fortalecer a la Convención, los órganos internos y el respaldo institucional que se requiere para hacer funcionar básicamente todo. En seis meses de gestión nos vamos súper tranquilas, con orgullo también de poder haber echado a andar esta cuestión.
¿Qué significó la elección de María Elsa Quintero y de Gaspar Domínguez en la presidencia y vicepresidencia actual de la Convención y qué perspectivas hay hacia adelante en este próximo tramo que es crucial para llegar al nuevo texto de la Constitución?
Es súper positivo y la rotación de la Mesa muchas personas lo veían con temor, pensando en que se genera una inercia, un conocimiento de cómo funcionan las cosas, pero en esto era fundamental, y sigue siendo fundamenta,l la rotación de los roles de coordinación, de enlaces de dirección, porque es muy intenso el trabajo y son roles que asumimos las mismas constituyentes que nuestra labor fundamental está en levantar las normas constitucionales.
Por otra parte, obviamente Elisa Loncon y Jaime Bassa dejan una vara alta porque son figuras maravillosas. Elisa una mujer que fue reconocida a nivel internacional, una mujer mapuche que le diera un órgano de tal relevancia histórica a nuestro país, tremendamente conciliadora, con sabiduría ancestral; y por otra parte, Jaime que es conciliador, sensato, un buen partener para Elisa, porque la apoyó en todo, que supo asumir su rol de vicepresidente. Junto a las adjuntas también llevamos una pega (trabajo) más invisible; de administración y gestión interna para que todo funcionara. Imagínate, yo que estaba en “Participación Popular”, me tuve que reunir con un montón de entidades para levantar las redes de colaboración con la Secretaría de Participación.
La presidenta actual, María Elisa Quinteros pertenece a nuestro colectivo de Movimiento Sociales y estamos al tanto de todo lo que ella ha tenido que gestionar desde el primer momento, y Gaspar Domínguez lo mismo. Entonces, era fundamental que esto pasara, una independiente a la cabeza de la Convención es una señal clarísima de autonomía del órgano de la Constituyente respecto a los poderes constituidos y eso es una muy buena señal para el país en el contexto en que estamos.
La figura de Elisa Loncon, la elección de María Elisa Quinteros, la participación de los movimientos sociales, la autonomía que señalas del órgano constituyente, ¿son signos de nuevos liderazgos, de nuevas formas de hacer política?
A veces me preguntan en los medios “cuáles son las críticas, se dice que tal vez era muy suave, muy blando su liderazgo“, hablando de Elisa Loncon y eso es una virtud, no es un defecto, sobre todo para la feministas que venimos también con otras prácticas políticas basadas en la cooperación, en la política de los cuidados, de cuidarnos entre nosotras, del buen trato, del respeto, de la práctica asamblearia también de escucha atenta, de buscar consensos, integrar los diseños, muy dialogantes. Es una práctica que ha logrado permear este órganos sobre todo por la característica de paridad que logramos impulsar en un primer momento cuando se levantó la ley que dio curso también a la Convención.
Finalmente son estas cualidades las que se ponen en valor a la hora de generar una elección de nueva presidencia y vicepresidencia y lo mismo pasó también el caso de Elisa cuando fue electa; fue la fuerza del empuje feminista que logró posicionar la idea de que la presidencia de la Convención tiene que ser de una mujer, y no cualquier mujer, o sea, una mujer en primer lugar indígena para poder hacerle frente a los siglos de colonialismo, machismo, patriarcado y de centralismo en nuestro país. Son cosas que pusimos por delante en un primer momento y las volvimos a recordar en este segundo ciclo.
Que importante que sepamos leer el momento histórico que estamos atravesando; necesitamos que siga siendo una mujer, una mujer independiente, que venga de movimientos sociales porque desde ahí se abre el proceso constituyente en Chile, desde la revuelta social. Ahí estamos con los nuevos liderazgos, marcando pauta con mostrar nuevas formas de hacer política.
Mencionaste la revuelta de octubre de 2019 como el origen de esta Convención. También la posibilidad de ir por una descentralización del poder y el trabajo de diálogo constante con los movimientos sociales y territorios. Hoy sabemos que se presentaron las iniciativas populares por la legalización del aborto, por los derechos de las disidencias sexo-genéricas y también, la iniciativa popular feminista, entre otras. ¿Cómo es el trabajo con las iniciativas populares de norma que se están presentando a la Convención para que formen parte de la nueva Constitución?
Yo participé en la Comisión de Participación Popular transitoria, donde levantamos el reglamento de participación. Lo que pusimos por delante fue la necesidad de ampliar los estrechos márgenes de la democracia tutelada que nos dejó la dictadura; y en ese sentido, incorporar mecanismos de participación, deliberativos, de democracia directa, democracia vinculante. Vamos a aprobar nuevos mecanismos que son inéditos en nuestro país; es lo que queremos plasmar en rango constitucional para la democracia de aquí en adelante. Entonces es un poco como experimentar, pero pero tomando experiencia comparada, no es algo nuevo a nivel global, hay muchos países que tienen estos mecanismos y estábamos al debe, acá la democracia tutelada es brutal, o sea, la única forma de participar es el voto y lo demás es todo consultivo, y consultivo de papel, pues básicamente son cosas que quedan juntando polvo cuando se realizan consultas en este país.
Entonces ese mecanismo en particular de democracia directa es uno de los tantos que se propusieron y que se están implementando y que vienen a inaugurar de alguna manera este mecanismo, muy utilizado en otros países del mundo, que es la iniciativa popular de ley, donde las mismas comunidades pueden proponer. Tenemos cerca de mil iniciativas ya publicadas, tenemos una decena que ya ha superado las 15.000 firmas, tenemos muchísimas otras que están en borrador y hay cerca de 8000. O sea, hay mucha gente interesadísima en participar, en proponer, en incidir en la construcción del texto constitucional, pero sabemos que ningún mecanismo es infalible en sí mismo. El pilar fundamental de una democracia es la deliberación, tiene que haber deliberación para poder compartir las ideas, contrastarlas, llegar a consenso.
La democracia directa tiene muchas virtudes, pero también tiene sus defectos y como cualquier otro mecanismo; entonces, ahí hay que poner ojo en cómo se construye algo armónico que pueda ir avanzando en el fortalecimiento y la involucración de la población como sujetos políticos y eso es algo que estaba muy a trasmano porque realmente no existían estos mecanismos.
Por eso también propusimos cabildos comunales que se van a desarrollar en los municipios, foros deliberativos que se van a realizar mediante democracia digital a través de una elección aleatoria de personas que van a hacer sometidas una deliberación intensiva mediada por una metodología super interesante que desarrolló la Universidad de Chile con otras universidades. Se han recogido miles de audiencias públicas en la Convención y eso ha sido fundamental para poder mantener ese vínculo vivo, o sea, qué está diciendo la gente de cómo se debe construir esto, hacia dónde tiene que ir orientadas las normas constitucionales. Todo eso en su conjunto genera un fortalecimiento importantísimo de la democracia y permite desde este mismo órgano comenzar a dar ejemplo de cómo queremos que funcione nuestro país y nuestras instituciones de aquí en adelante.
Chile tendrá una nueva Constitución que será plurinacional, feminista y ecologista. ¿Qué significa para vos ser parte de este proceso histórico?
En un primer momento no hubo posibilidad de reflexionar, ha sido todo muy intenso. El hecho de afrontar una campaña política sin experiencia, yo vengo de una Coordinadora Feminista de acá de Punta Arena, organizaciones sociales, que siempre hemos llevado a cabo trabajo comunitario de una forma bastante precaria, con muchas cosas en contra y decidirnos a disputar un espacio en la Convención, levantar una campaña política con todo en contra, o sea, los independientes recibimos 32.000 pesos del Servel (Servio Electoral) como el equivalente a 30 o 40 dólares para llevar a cabo la campaña sin financiamiento de empresariado como lo hacen otros políticos, pero con muchas ganas, con muchas redes, con muchas organizaciones que se pusieron una disposición. Fue muy intenso, y luego el día de la elección y al día siguiente estábamos trabajando.
Entonces, fue como un sentido responsabilidad más que nada, ‘vamos, hay que asumir esto con plena y absoluta responsabilidad‘ y estamos aquí involucradas al cien por ciento. Esto es lo más importante que voy a hacer en mi vida y que vamos a hacer en nuestras vidas, entonces hay que darlo todo, es como dejar todo de lado y se acabó la junta con las amigas, la salida del bosque y la salida de la playa, se acabó todo; o sea, es un paréntesis de la vida por un año en que hay que poner todo a disposición y aquí estamos. Recién cuando se apruebe el texto constitucional va a estar ese momento de llorarlo todo de alegría, de lo que nos tocó vivir y dar esa reflexión de “wow mira lo que hicimos“, porque a mí no me cabe duda de que va a ser una constitución maravillosa, así como se están dando las discusiones adentro, la mayoría que tenemos muy potente también de fuerza transformadora, son luces inequívocas de que la Constitución efectivamente va a ser feminista, ecologista y plurinacional. Son tremendos logros para el nivel de desigualdades que se vivían en este país, que vamos a saber disfrutarlo cuando cierre este proceso porque por ahora no hay tiempo de reflexionar, ni celebrar, nada.
– ¿Para cuándo se espera tener ese texto de salida ya para el plebiscito?
El 4 de julio termina nuestro mandato y tiene que estar listo el texto. El 4 de julio de este año, a la vuelta a la esquina. Y luego un par de meses de difusión, de promoción del texto para someterlo al plebiscito de salida, Apruebo/Rechazo, así que vamos a estar dándolo todo también estos dos meses, recorriendo un nuevo Chile, haciendo campaña, porque también tenemos una oposición al proceso constituyente muy poderosa, son pocos pero son muy poderosos, entonces han instalado desde el día uno de su campaña del rechazo con fake news, y ahora que empecemos a aprobar las normas importantes que le empiezan a quitar sus privilegios van a meter toda su caballería a poder instalar más mentiras. “Ah, que quieren fraccionar el país“; son mentiras pero las hacen pasar por verdades y muy bien, con campañas muy bien pensadas, o sea, tienen tiene mucha plata, muchos recursos para poder instalar aquello, entonces qué importante es poder levantar muy buenas campañas comunicacionales también y mantener vivo el vínculo con las comunidades para de primera fuente estar comunicando y formando respecto al trabajo que se ha realizado.