Andres Manuel López Obrador (izquierda), Josefina Vázquez Mota (centro) y Enrique Peña Nieto (derecha)
El país más al norte de Latinoamérica elige presidente en 2 meses. Atravesado por la violencia y el narcotráfico, muchas cosas están en juego. ¿Tiene México alguna opción de cambio?.
El 1 de julio en México se elegirá a la persona que presida ese país por los próximos 6 años. Las opciones más importantes están entre Josefina Vázquez Mota, candidata por el Partido Acción Nacional (PAN), actualmente en el poder de la mano de Felipe Calderón; Enrique Peña Nieto, del partido Revolucionario Institucional (PRI), que va en alianza con el Partido Verde Ecologista (PVEM); y la tercera opción es la que presenta el Movimiento Progresista, que agrupa al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido de los Trabajadores, y el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Vázquez Mota, quien fue Secretaria de Educación de Calderón, fue elegida por las bases de su partido y podría convertirse en la primera mujer presidenta de México. Sin embargo varios traspiés en los inicios de la campaña electoral, que comenzó oficialmente el 23 de marzo, la han bajado rápido de sus aspiraciones.
La candidata prometió en su campaña continuar las políticas del gobierno de Calderón, lo cual no parece haber caído muy bien entre la población. Aunque aún continúa segunda en las encuestas, la sigue muy de cerca y subiendo en la intención de voto López Obrador.
El PRI gobernó México durante 70 años, siete décadas en las que fue acusado de corrupción y autoritarismo, razones por las cuales logró perpetuarse en el poder. Pero dos mandatos del PAN pareciera que desdibujaron el oscuro recuerdo de esos años. Peña Nieto, ex gobernador del Estado de México (uno de los 31 Estados del país norteamericano), se mantiene primero en los guarismos y ya se da por ganador.
Sin embargo hay un factor muy importante al momento de analizar las intenciones de voto. En la última década ha quedado más evidenciado que nunca el rol que juegan los medios de comunicación en la política nacional, México no es la excepción, sino uno de los países donde aún no se ha logrado revertir los efectos televisivos en la población.
“Se tendrá que remontar el hecho de que casi el 80% de la gente se entera de las cuestiones políticas a través de la radio y la televisión; y que el duopolio televisivo de Televisa y TvAzteca tienen ya su candidato en Peña Nieto, y lo han estado promoviendo desde hace unos cuatro o cinco años”, comentó para Marcha Carlos Ibarra Figueroa, sociólogo e integrante del PRD.
El tercer candidato en las encuestas es Andrés Manuel López Obrador, conocido por sus siglas, AMLO. En las elecciones de 2006 Calderón le birló el lugar en Los Pinos, la Casa de Gobierno, por unos pocos votos. El PRD no se cansó de denunciar, que hubo fraude, una práctica cotidiana en los procesos electorales mexicanos.
A partir de entonces AMLO encabezó una importante campaña reclamando el lugar que había perdido. Recorrió todo el país, hizo conocer sus propuestas y creo un movimiento alrededor de su figura. Incluso instalaron lo que llamó el Gobierno Legítimo.
“Algunos pensaron que el Gobierno Legítimo podría ser un germen de una dualidad de poderes, pero a la postre resultó ser algo meramente simbólico. El Gobierno Legítimo fue un vehículo para hacer propuestas alternativas de gobierno y establecer la ilegitimidad del gobierno encabezado por Calderón. Pero no pudo hacer más que eso”, reconoce Ibarra Figueroa.
¿El izquierdista AMLO?
“No es tan de izquierdas como dice la derecha, ni tan de izquierdas como la izquierda real quisiese que fuera. Ciertamente, no miente al autoconsiderarse un moderado”, opinó el periodista y analista mexicano Víctor Martín Gómez.
Por su parte Carlos Ibarra Figueroa explicó que la derecha lo sigue viendo y presentando como un peligro para México. “De aquí que la estrategia de AMLO y del movimiento sea moverse para el centro con un discurso menos confrontativo”, aseguró.
Sin embargo reconoce las fuertes contradicciones al interior de la fuerza política que encabeza López Obrador. “En lo que se refiere a nuestro movimiento, lo más significativo es la contradicción entre partidos y movimiento. Sobre todo porque el PRD tiene una hegemonía inalterable del grupo llamado “los chuchos”, que es el sector más conservador y oportunista del movimiento. Entre los chuchos y el resto del movimiento, y el propio AMLO, existe una suerte de matrimonio inestable y de conveniencia. Después de julio de 2012 es muy probable que ese matrimonio se disuelva”, afirmó Ibarra Figueroa..
Asimismo López Obrador ha querido hacer gestos hacia la izquierda. El pasado 4 de abril visitó San Cristóbal de las Casas en el estado de Chiapas, donde dirigió un mensaje al Ejército Zapatista de Liberación Nacional proponiéndoles un acercamiento.
Pero en México pareciera que la política electoral, en su carrera, deja atrás a los movimientos sociales. “Como trenes que marchan en diferentes vías y con distintos destinos, los procesos electorales en marcha están lejos de los movimientos de resistencia”, reflexionó Gilberto López y Rivas antropólogo y periodista mexicano.
“¡Pobre México! Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”
Calderón deja un país sumido en la pobreza y la violencia, completando el trabajo de su antecesor, el panista Vicente Fox y 70 años de gobierno continuo del PRI.
Militarmente ocupado por su propio ejército, 67 mil asesinados, un 52% de la población viviendo en la pobreza. México es en un país donde el narcotráfico se ha apoderado de casi todo el territorio. “Un país cada vez más dominado por el narco, como se revela con un elevado porcentaje del poder municipal en manos de este poder oculto”, explicó Ibarra Figueroa.
México funciona como el corredor que une Estados Unidos con el resto de Latinoamérica y eso le ha salido muy caro. El país del norte no escatima esfuerzos en el envío de armas, en el espionaje y en las relaciones carnales con el gobierno mexicano de turno.
La realidad mexicana constata día a día que la famosa expresión de Porfirio Díaz sigue tan vigente como hace 100 años.