El próximo 2 de junio el pueblo mexicano acudirá a las urnas para elegir quién asumirá el cargo de la presidencia. También elegirá su representación en el Senado, Congreso, y 30 de las 32 unidades políticas territoriales elegirán a su gobernador. A la elección presidencial se presentan dos candidatas y un candidato.
Las encuestas dan como favorita Claudia Sheinbaum, del partido MORENA, partido de Andrés Manuel López Obrador, y ubican como principal contendiente Xóchitl Gálvez, quien se presenta a través de una alianza que une a los tres principales partidos. El PRI, el PAN y el PRD.
Charlamos con Alejandra Galicia (AG), politóloga y latinoamericanista, investigadora en Ciencias Sociales y Estudios Regionales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos; y con Francisco Cerón (FC), politólogo y traductor, profesor de la UNAM, para entender un poco mejor de las claves de esta elección.
Por César Saravia Foto CELAG
¿Dónde está el foco de la disputa de cara a las elecciones del 2 de junio?
AG: Debemos entender el foco en dos niveles. Primero en una visión del Estado donde se están confrontando dos modelos que se oponen. Por un lado, tenemos el Estado rector de la vida pública de las sociedad y por otro tenemos el Estado mínimo o adelgazado que hemos vivido desde al menos la década de los 80s. En ese sentido lo que se está planteando por parte del modelo del gobierno actual es un Estado de Bienestar que pueda garantizar derechos sociales . Pero también profundizar en su función en elementos tan importantes como la soberanía nacional, en términos de uso de recursos y de alguna forma también garantizar la inclusión de más actores políticos en la vida pública.
Un segundo nivel aparecen dos modelos de sociedades. Por un lado la sociedad individualista que sí piensa que el modelo privado es el modelo óptimo para el desarrollo de la vida social y por otro lado tenemos un modelo mucho más complejo donde ahí la sociedad asume que tiene derechos que el Estado debe garantizar y que también tiene que ser activa políticamente para poder garantizarlos.
¿Cuáles son las claves de la elección?
FC: Podemos hablar de cuatro. Hay una suerte de continuidad del modelo de la llamada cuarta transformación. En dos sentidos: por un lado un Estado más interventor tanto en la vida política como en las políticas económicas pero también una reestructura del sistema político; otra clave podría ser la conservación de la soberanía nacional, sobre todo en el contexto geopolítico contemporáneo; una tercera clave es el acomodo de las élites frente a ciertos mecanismos políticos que están surgiendo dentro de este régimen y una última clave, que creo es la más atractiva, es una suerte de politización de diversos grupos que constituyen la sociedad mexicana, una suerte de un espacio público mucho más amplio.
AG: Lo que se está planteando en esta administración de la cuarta transformación es de alguna forma que ciertos ámbitos del sistema político pueden reestructurarse. Cuando pvemos que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) puede llegar a desaparecer y que el PRI y el PAN pueden llegar a estar en una crisis importante de representatividad, al grado de que pueden llegar a perder gubernaturas muy importantes como la de Yucatán o Guanajuato, nos da la impresión de que el sistema de partidos puede reconfigurarse de manera que podría llevar a un cambio del sistema electoral, donde el Instituto Nacional Electoral, en lugar o además de organizar elecciones, puede organizar otro tipo de mecanismos de representatividad para que los ciudadanos hagamos uso de nuestro voto, por ejemplo a través de consultas populares.
¿Qué tipo de actores políticos son los que van ganando protagonismo?
AG: En México desafortunadamente los grupos originarios, los pueblos originarios, no son sujetos de derecho. Pero recientemente hay una reforma de quien está planteando reconocerles como sujetos de derecho. Entonces hay una serie de elementos que nos pueden hablar de que viene un cambio institucional que puede ser beneficioso para tener una sociedad más plural.
¿Qué representa Claudia Sheinbaum respecto al actual gobierno, qué continuidad y diferencias son esperables?
AG: Consideramos que Claudia representa la continuidad de la Cuatro T, en ese sentido lo que se está pensando es la consolidación de un proyecto que puede llegar a institucionalizarse, una nueva ingeniería institucional que puede empezar a sustituir a una que está caduca. Pero también lo que hay es una institucionalización del mismo. Es la profundización de un proyecto económico donde el Estado es el actor principal para poner a raya a ciertos sectores de los grupos económicos. Hay también una continuidad ideológica, donde nos parece que el tema del papel que tiene el discurso de la Cuatro T es como hasta qué punto el pueblo sigue siendo el actor principal de toda esta narrativa.
En términos geopolíticos, la política migratoria que ha instituido el gobierno de Andrés Manuel López Obrador seguramente Claudia la promoverá, sobre todo en la relación con Estados Unidos. Pero de una u otra manera tanto los flujos migratorios de México como país seguro y los migrantes que viven en Estados Unidos son muy importantes para el proyecto de la Cuarta T, no solo en términos económicos, sino también políticos e ideológicos.
FC: En cuanto a las diferencias consideramos tres por ahora muy visibles. La primera, es una cuestión que se está debatiendo en las campañas electorales, el llamado sistema público de cuidado, que es una idea que en el gobierno de la Cuarta T se viene implementando y que la propuesta de Claudia es profundizarlo.
Y en ese sentido un rol importante será el de los movimientos feministas que durante el gobierno de Andrés Manuel fueron bastante marginadas. Pareciera que un eventual gobierno de Claudia por lo menos pueda sumarlas a debates centrales e incluso retomar algunas de sus propuestas para constituir políticas públicas. Una tercera diferencia es una suerte de cambio en los grupos que van a tomar el gobierno si gana Claudia. En tanto que durante el gobierno de Andrés Manuel el grupo de gobierno se dedicó mucho más a negociar, a hacer más política, el grupo que tomaría el poder en el 2024 sería un grupo más de profesión con mayor perspectiva de administrar pública y menos de negociación.
Vemos que el gobierno actual mantiene bastante apoyo, ¿dónde ven las fortalezas de ese apoyo y cuáles son las principales deudas?
FC: Bien, las fortalezas son varias. Por un lado las políticas de comunicación social. Hay una relación muy estrecha de comunicación del gobierno frente a los gobernados o frente a la sociedad mexicana donde las corporaciones de los grupos mediáticos no son del todo los mediadores. Por otro lado, una suerte de política de redistribución de la riqueza que ha decantado a partir de los múltiples programas y subsidios que el Gobierno ha desarrollado durante estos seis años. En ese sentido esos programas consolidan los derechos sociales que están inscritos en la Constitución pero que habían sido poco llevados a la práctica y que pareciera que en este sexenio han sido rescatados. Hay una suerte de incentivar el resurgimiento de lo nacional. a diferencia de los gobiernos neoliberales de los 30 a 35 años anteriores, donde la narrativa de un pueblo que construye un futuro está muy presente en el discurso del presidente. Y una cosa que nos parece muy importante y que constituye el apoyo al proyecto es el desarrollo de obra pública geopolíticamente estratégica. Como el caso Tren Maya, el caso del Aeropuerto, el caso de las refinerías que son grandes proyectos de infraestructura, pero que no solo impactan en el desarrollo económico interno, sino también una suerte de posicionamiento del país dentro del contexto internacional.
AG: Por ejemplo en la nueva política de comunicación social, en esta relación directa que establece el presidente con sus gobernados, tiene que ver con una suerte de narrativa que construye. A mí me parece que es muy importante porque una de las cosas que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador es construir una narrativa histórica donde coloca al pueblo como el principal sujeto de transformación social y político del país, y eso me parece relevante porque hace al pueblo, a este ente que puede si bien puede ser muy abstracto, también puede ser representado en las clases trabajadoras, los hace personajes principales del cambio político. Eso me parece importante porque es en esta narrativa que él va creando que el pueblo adquiere una nueva primacía y eso le ha valido tenga unos niveles de aceptación importantes.
En cuanto a la política social, me parece que es importante hacer hincapié en que el gobierno de Andrés Manuel se ha enfrentado a ciertas corporaciones a las cuales ha obligado a pagar impuestos y que han tratado de ir boicoteando su gobierno, pero que a la par también han podido negociar para que se haga lo que no se pudo hacer en otros gobiernos que era obligar a este tipo de conglomerados a pagar impuestos. Y en ese sentido, fue muy evidente en cómo se manejó de cierta forma en la pandemia, porque México fue uno de los pocos países que no se endeudó y que de alguna forma, cierto cobro de impuestos, ayudó a no llegar a una crisis económica que pusiera en riesgo a la inflación
Entre las deudas, yo quisiera aquí plantear que hay un actor que está ahí pero que no se le ve bien cómo por dónde entrarle que son los militares. Buena parte de esta obras públicas, muchas acciones de gobierno que se han llevado a cabo en el gobierno de Andrés Manuel han tenido como protagonistas al ejército. Eso en algún punto crea rechazo pero por otra parte muchos somos conscientes de que no hay otra organización que pueda llevar a cabo este tipo de obra pública de gran calado. Podemos pensar, por ejemplo, en lo que fue el huracán del año pasado que devastó Acapulco, quienes se vieron en la obligación de reconstruir o auxiliar a la gente de Acapulco fue el ejército y es una forma en la que el gobierno de Andrés Manuel adquiere como una nueva presencia en el espacio público, ya no necesariamente combatiendo al narcotráfico, sino haciendo obra pública. Eso de alguna forma creemos que es un cuchillo de doble filo. Por una parte te garantiza estabilidad y funcionalidad del gobierno, pero por otra parte está ese papel tan importante que va adquiriendo en el ámbito público lo que creemos que tendríamos que estarle poniendo más atención.
Dentro de las deudas que existen creemos que sería ingenuo de nuestra parte pensar que el gobierno obradorista iba a terminar con el crimen organizado. En realidad creemos que este es un proceso que no va a terminar en este sexenio, que van a tener que pasar una serie de hechos, planteamientos y negociaciones para que de alguna forma se regule y se pueda terminar con el crimen organizado. Ahí es otra discusión, pero nos gustaría poner en la mesa que lo que se ha planteado en este gobierno es atender las causas de la guerra contra el narcotráfico, de en qué momento mucha gente, muchos jóvenes empezaron a ver en el narcotráfico una opción de vida. Pero también es importante ver que ha habido una un empeño en consensuar. Ahí creo que lo interesante del caso del sexenio de Andrés Manuel tiene que ver con que además ha intentado atacar el cómo, o sea los temas de fondo que como la falta de oportunidades de los chicos.