Por Nicolás Zyssholtz. La AFIP investiga las transferencias de Jonathan Botinelli a River e Ignacio Piatti a San Lorenzo, por evasión de impuestos a través del método de la “triangulación” con clubes uruguayos o chilenos. Hoy podría inhabilitar a 30 jugadores más. Peligra la fecha del fin de semana.
La decisión de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de investigar las transferencias de Jonathan Botinelli e Ignacio Piatti a River y San Lorenzo respectivamente, y pedirle a la AFA su inhabilitación, sacó a la luz el oscuro método de la triangulación, que se utiliza en Argentina desde hace al menos 15 años. Mientras tanto, Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, hoy pediría la inhabilitación de más de 30 jugadores, lo que haría peligrar la fecha del fin de semana en Primera Divisón.
El sistema, sencillo en apariencia, consiste en ceder los derechos federativos y económicos de un futbolista, desde su club de procedencia a un club humilde uruguayo o chileno, que a su vez lo “cederá a préstamo” al equipo en el que realmente jugará. De esta manera, se evitan dos cosas: se mantiene intacta la propiedad privada –de representantes y grupos empresarios- de los derechos de los futbolistas, prohibida por FIFA; y por otro, se evitan los impuestos a las transferencias de jugadores en Argentina, que rondan el 25%, mientras que en Chile es del 19% y en Uruguay apenas el 10%.
De Suiza, a la Suiza de América
En los últimos años, el sistema cambió la opulencia de Locarno, Suiza, por donde pasaron los derechos federativos -claro está que no las piernas- de Gonzalo Higuaín, Federico Belluschi y Augusto Fernández, por la humildad de los barrios de la “Suiza de América”. Ignacio Piatti llegó a San Lorenzo proveniente de Sud América, pero nunca pisó el Cerrito de la Victoria; pocas tardes habrá pasado Emanuel Gigliotti en el Parque Capurro, de donde es Fénix; y tampoco es probable que el Tano Fernando Ortiz conozca las calles de Sayago, el barrio del Racing montevideano.
“Hay entre 25 y 30 casos en Argentina”, reveló Daniel Bravo, secretario general de River. Y botones de muestra sobran, solamente en el flamante mercado de pases previo al Torneo Inicial: Denis Stracqualursi, Víctor Zapata, Román Martínez, para mencionar los más destacados. Un caso patente es el de Santiago Vergini: llegó a Newell’s en 2010 proveniente de Olimpia, y en este libro de pases fue transferido a Progreso de Montevideo, pero nunca se movió de Rosario. Rápidamente, el club del que es hincha el ex presidente Tabaré Vázquez lo cedió sin cargo a la Lepra.
Luis Segura, presidente de Argentinos Juniors y hombre fuerte en AFA, se defendió argumentado que “esto puede ser simplemente un negocio, y no un delito”. A la AFIP le quedará la tarea de definir eso. El método es público y tanto representantes como dirigentes reconocen que se hace con el fin de pagar menos impuestos. Será difícil, aunque muy importante, que esto tenga algún efecto real sobre el fútbol argentino, limitando el poder de los representantes y los grupos empresarios, esos que desde el palco ven dólares, cuando desde la tribuna vemos gambetas.