Por Gerardo Szalkowicz y Noelia Leiva. Una nutrida marcha de trabajadoras y trabajadores de prensa por el centro platense visibilizó la creciente precarización en los medios y la complicidad oficial, situación que se extiende con diversos conflictos en la provincia.
El despido de diez trabajadores en el Diario Hoy, el segundo de mayor tirada en La Plata, por organizarse gremialmente y el conflicto con las y los contratados en la Radio Pública de la Provincia de Buenos Aires, que estuvieron ocho meses sin cobrar, logró aglutinar a un amplio y heterogéneo abanico de solidaridad que se plasmó en una manifestación de más de 300 personas que marcharon ayer hasta la Gobernación bonaerense.
La movilización, bautizada como “el Prensazo”, fue impulsada por los involucrados en estos conflictos junto a periodistas de otros medios y contó con la adhesión de diversos gremios, sobre todo del sector, agrupaciones de la facultad de Periodismo platense y representantes de comisiones internas de medios locales y nacionales, como Página/12, Crónica y Télam. Se notó un sólido apoyo de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) y una marcada ausencia del Sindicato de Prensa Bonaerense.
Delegados del Hoy y de Radio Provincia fueron recibidos por el vicegobernador Gabriel Mariotto, quien sólo se limitó a prometer una respuesta del Ejecutivo en una próxima reunión pautada dentro de una semana.
La precariedad al palo
Estos dos casos son los más emblemáticos coyunturalmente en la ciudad, dentro de una situación generalizada de altísima precarización en los medios públicos y privados. Empleados contratados, mal pagos, pasantes, recategorizaciones congeladas y otras muestras de precarización se suman a los crecientes despidos injustificados y la constante persecución gremial.
En el Diario Hoy, los maltratos -muchos generados en primera persona por la directora del medio, Miryam Chávez de Balcedo- y el olvido al Estatuto del Periodista Profesional llamó a los y las integrantes de la redacción a organizarse. La respuesta de la patronal no tardó en hacerse oír: diez trabajadores quedaron en la calle (Ver nota anterior). La responsable de la publicación “reconoció en una entrevista que no va a permitir que nadie se organice”, planteó Nicolás Salas, uno de los despedidos.
Las razones para exigir mejoras en las condiciones laborales eran -y son- muchas, porque el medio “incumple con todo tipo de normativa: hay gente trabajando en negro, con monotributo”, describió Salas en diálogo con Marcha. Hasta ahora, el Ministerio de Trabajo bonaerense no intervino a favor de los afectados y no es casualidad, ya que “es uno de los financistas del diario y está facturando (en término de pautas) más de un millón de pesos”, denunció el comunicador.
Nuevamente la Gobernación está en el blanco cuando se hurga en el contexto irregular en el que realiza sus tareas el personal de Radio Provincia. A los contratados y las contratadas les debían ocho meses de sueldo. “Realizamos distintas medidas de fuerza y se nos pagaron tres meses, es decir que se nos sigue debiendo. Hubo un compromiso de palabra para pagar entre mañana (por hoy) y el lunes, pero la sensación es que tuvimos que organizarnos para cobrar lo que nos corresponde”, enfatizó Lucía Arana, una de las trabajadoras en lucha.
La nutrida presencia en el centro platense tuvo una importancia histórica porque quienes se dedican a contar historias y denunciar abusos sobre otras personas aceptaron ser protagonistas de un reclamo, reconocerse como ‘laburantes’ con derechos a defender. Además, que se hayan sumado estudiantes sirve para formar e informar a las nuevas generaciones. “Estamos muy contentos porque esto marca un precedente para dejar de sectorizar los conflictos. El desafío es poder sostenerlo”, convocó la periodista.
Otro distrito, la misma explotación
Las malas condiciones de trabajo que se denunciaron en La Plata se repiten en el sur del Conurbano bonaerense, en medios regionales y en quienes pretenden convertirse en pulpos zonales, con la mirada puesta en los mayores de la capital provincial. El despido arbitrario de siete periodistas y una trabajadora administrativa en el diario La Tercera, de Multimedio Grupo Sur, también calca la metodología de persecución: todas las personas que sostuvieron el reclamo de mejoras salariales, el respeto a las categorías determinadas por el Estatuto y el blanqueo del personal fueron desafectadas entre mayo y julio último.
Según informaron desde el colectivo “Despedidxs del diario La Tercera en Asamblea”, en los últimos dos meses se pagaron los salarios en ‘cuotas’, aunque el pago remitía a la categoría de “aspirante gráfico”, muy por debajo del correspondiente a la tarea de redactor o redactora que realizaban. En otro nivel, algunas de las autoridades del diario, como Renata Molian y Juan Inchaussandague, mantuvieron tratos agresivos con el plantel, sobre todo luego de que algunas de las profesionales se negaron a mentir sobre su situación laboral cuando la Afip inspeccionó el edificio, tras los primeros cuatro despidos.
El caso es apenas una ventana por la que espiar la precarización regional. Cansados de que sus derechos sean vulnerados y de creer que ese panorama no podía mejorarse, también en el sur decidieron tomar las riendas de su propio rumbo. En simultáneo con la denuncia de los últimos despidos en el multimedio con sede en Temperley, se formalizó el Colectivo de Trabajadores y Trabajadoras de Prensa- Zona Sur (CTP- Sur) que, con los ejemplos porteño y platense, aspiran a luchar por la concientización y la organización en las redacciones del Conurbano.