La primera jornada de debate en el Senado de la Nación sobre la expropiación de YFP duró alrededor de siete horas. El oficialismo espera hoy lograr un dictamen favorable al proyecto de ley enviado por la presidenta Cristina Fernández para la expropiación del 51% de la petrolera.
“Nadie puede decir que se les está sacando algo que era suyo”. Las palabras corresponden al viceministro de Economía y flamante viceinterventor de YPF, Axel Kicillof, quien acusó a Repsol de “ocultar” el valor real de la petrolera y se preguntó cómo empresarios como Brufau “van a entender lo que estamos haciendo cuando están pensando en la expansión trasnacional de un grupo que lo ha hecho a expensas de los recursos girados por nuestra compañía petrolera”.
Frente al plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Presupuesto y Hacienda y de Minería, Energía y Combustibles de la Cámara de Senadores, Kicillof declaró que la intervención estatal en la petrolera “revisará” las cifras sobre el valor de la compañía, datos que se manejaban como “información secreta y de manera imprudente”.
Las intervenciones en el Senado fueron posteriores a las declaraciones de Antonio Brufau, desde en España, quien calculó la participación de Repsol -un 57,4 por ciento en YPF- en un valor de 10.500 millones de dólares y anunció que por ese monto demandará al Estado argentina. Poco después Kicillof dijo que no pagará el precio que exige la empresa española y adelantó que en la cifra final a pagar se contemplarán los “daños ambientales” y la “pérdida de productividad”.
En la misma línea, el ministro de Planificación Federal y actual interventor de YPF, Julio De Vido, afirmó que “el costo de la empresa habrá que conversarlo” y dijo que el pedido es que los gobernadores denuncien los daños ambientales para incluirlos en el valor de las acciones a expropiar.
“Vamos a acogernos a lo que plantee la ley, que fijará un valor. Pero los señores gobernadores ante una suerte de liquidación también tienen muchos reclamos por hacer. Dejaron fotos del desastre en que quedó la infraestructura de producción. Eso, en este momento de la historia, tiene su costo y lo van a tener que pagar, porque el medio ambiente no se rifa, tiene precio”, sentenció De Vido.
Por su parte, el Jefe de Gobierno porteño convocó a una conferencia de prensa en la mañana de ayer que dio lugar a un nuevo capítulo de disputa entre la Ciudad y la Nación. Macri decidió sentar la posición del PRO y adelantar la negativa del bloque que conduce a aprobar el proyecto de expropiación.
Sus declaraciones le valieron las críticas de De Vido, quien dijo: “Macri quiere todo premium, una nafta premium, un boleto de subte premium, una Argentina premium que nos llevó a este desastre”.
El rechazó no vino sólo por parte de Macri. El senador radical Luis Naydenoff tuvo un fuerte cruce con el interventor al recordarle que el kirchnerismo había apoyado la privatización de YPF en 1992.
El Frente Amplio Progresista a través de su máximo referente, Hermes Binner, afirmó que la idea es “acompañar el proyecto” porque es “importante recuperar lo que nunca debimos perder que es el petróleo”.
Hoy por la mañana comenzará la segunda jornada de debate en plenario de comisiones. Según el oficialismo, hoy podría obtenerse dictamen de mayoría y llegar al recinto la próxima semana.
Las reacciones en el resto del mundo
Desde España la respuesta fue casi unánime. El presidente ibérico Mariano Rajoy consideró que esta medida “rompe con el buen entendimiento en la relación entre ambos países”. Al mismo tiempo el canciller José Manuel García Margallo, indicó que “la Argentina se ha dado un tiro en el pie y lo que más me preocupa es que esto supone el corte o, por lo menos, la desconfianza en unas relaciones realmente fraternales durante muchísimo tiempo”.
García Margallo convocó también al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini, a quien le transmitió el malestar del gobierno ibérico y advirtió que “el perjuicio para Argentina puede ser irreparable”.
El opositor Partido Socialista Obrero Español también apoyo el reclamo del gobernante Partido Popular alineándose con su eterno rival. Por su parte, la coalición Izquierda Unida apoyó la decisión argentina al igual que diversos agrupamientos del País Vasco.
Por otra parte, pero en sintonía con la posición española, el ministro de Relaciones Exteriores británico William Hague dijo que “esta es la última de una serie de acciones relacionadas con el comercio y la inversión tomadas por Argentina que están dañando intereses empresariales y debilitarán su economía reduciendo su atractivo para los inversores extranjeros”. Y luego agregó: “Trabajaremos con España y el resto de nuestros socios europeos para asegurar que las autoridades argentinas cumplan con sus compromisos y obligaciones internacionales”.
En América Latina el apoyo a nuestro país fue mayoritario. El presidente uruguayo José Mugica saludó la decisión de expropiar las acciones y dijo que en todo caso el “error fue vender” la petrolera en 1992. Además contesto a los ataques españoles afirmando que no le gusta la prepotencia de la “Europa rica”. Desde Venezuela el presidente de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Ramírez, aseguró que apoyan “plenamente las decisiones soberanas asumidas por el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, porque entendemos que todos los gobiernos están en su derecho de ejercer un derecho soberano de sus recursos naturales”. El presidente de Bolivia Evo Morales se manifestó en el mismo sentido.
Por su parte, desde Brasil el ministro de Minas y Energía Edison Lobao fue más mesurado pero sostuvo que en breve se reunirá con el nuevo interventor de YPF, Julio de Vido, y aseguró que “cada país tiene su soberanía y tiene derecho a tomar sus decisiones como mejor lo entiendan, seguramente dentro de la legislación interna”.