Días después del paro llevado adelante por tres de las cinco centrales obreras, donde también participaron partidos políticos, organizaciones sociales y políticas de izquierda, Marcha dialogó con Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero.
– ¿Qué significó el paro para el conjunto de la clase trabajadora?
El paro fue una clara derrota política del gobierno nacional. Para nosotros, la huelga y los piquetes que se realizaron el día jueves fueron un éxito rotundo y un triunfo político para el conjunto de los trabajadores. Se logró la unidad de la clase obrera por abajo, más allá de las burocracias sindicales, lo que nos plantea discutir cómo seguir. En ese sentido, creemos que tenemos que ir a un paro de 36 horas con marcha a la Plaza de Mayo. Si logramos reunir a centenares en la plaza logramos acabar con el ajuste del Gobierno.
– Desde los medios televisivos y el Gobiernos se cuestionó la metodología del piquete. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Para el Partido Obrero, el piquete es mas importante que el paro en sí mismo porque expresa la voluntad del trabajador de tomar en sus manos el destino de la lucha que emprende, y no delega en la burocracia sindical que, como todos sabemos, tiene pretensiones completamente distintas a la de los trabajadores. Si bien los piquetes eran por el momento minoritarios, creemos que para que crezcan tiene que haber una vanguardia organizándolos. Conscientes de que en este paro hay estrategias políticas muy distintas, dado que parte de los convocantes buscan negociar con Massa, Scioli o Macri, nosotros aspiramos a que culmine en una huelga general que derrote el ajuste.
– ¿No termina siendo funcional la unidad en la acción a los representantes sindicales?
No, no fue ni siquiera unidad en acción. Porque ellos nos rechazaron. Ocurrió un hecho llamativo. Desde la izquierda kirchnerista hasta Moyano, Barrionuevo y Massa, todos rechazaron los piquetes. Y lo que está en cuestión acá es si la izquierda logra desplazar a la burocracia sindical en los sindicatos y al peronismo como la corriente histórica hegemónica en los trabajadores. Por eso todos están en contra de los piquetes, ven el peligro del avance de la izquierda.
– ¿Eso para ustedes justifica ir al paro con Barrionuevo, por ejemplo?
No, nosotros venimos pidiendo este paro hace mucho tiempo. Sería un error reclamar un paro y cuando se realiza no hacerlo. Sería una actitud esquizofrénica. Sino no podríamos hacer nunca un paro hasta echar a la burocracia sindical.
– En el plano más político, ¿los ganadores no son Moyano y Barrionuevo?
Bueno el punto es el siguiente. Moyano posiblemente sí. Moyano convoco un paro y fue masivo. Si él quiere negociar con Massa este es un instrumento adicional que no tenia. Pero nosotros también. Acá es una batalla política. Entonces, si nosotros no parábamos, salían solo Moyano como triunfador. Ahora salió ganando Moyano y la izquierda. Por lo tanto, la confrontación con Moyano va a ser en mejores términos para nosotros. El gran problema de diferenciarse con la burocracia no es cuando esta no lucha, sino cuando hace paro.
En el Partido Obrero no solo reclamamos que la burocracia salga a luchar, sino que cuando lo hace hay que ver poner de manifiesto con que intereses lo hace. En este caso ellos fueron a una huelga para negociar. Ellos no van a convocar a otro paro. Nosotros ahora vamos a reclamar una continuidad del plan de lucha. Los que nos critican por parar se equivocan.
– Para ustedes, ¿eran difusas las reivindicaciones de la CGT?
Si. Porque ahí estaba la maniobra para después hacer lo que quieran. En la conferencia un periodista le preguntó a Moyano qué consideraría un avance de parte del gobierno, por lo que le respondió: “Algo”. Para nosotros “algo” puede ser cualquier cosa. Incluso Moyano tomo la seguridad como una bandera muy especial del paro, que es un planteo propio de la derecha. Esa forma de presentar las cosas le permite mañana no llamar a nada y que el paro no sea discutido y convocado por asambleas ni piquetes. El valor del piquete es la clave de la huelga.
La burocracia sindical es un cáncer para el movimiento obrero. No cambiamos la caracterización de Moyano, pare o no pare. La izquierda tiene que ser consciente de esto y pelear hasta el final.