EEUU y los grupos terroristas que operan en Siria rechazaron el plan de paz de Al Assad. El secretario general de la ONU desechó la propuesta, pese a su similitud con la presentada por el organismo internacional.
De forma automática, y con diferencia de pocas horas, la dirección de Naciones Unidas, Estados Unidos, Israel y los grupos terroristas que operan en Siria rechazaron el plan de paz presentado el domingo por el presidente Bashar Al Assad.
El pronunciamiento más sorprendente fue el de Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, quien a través de su portavoz, Martin Nesirky, descartó el paquete de medidas porque no estipula “una transición política” y la instalación de un nuevo gobierno. En el plan anunciado por Al Assad se indica que tras un diálogo nacional se constituirá “un gobierno ampliado donde estén representados los componentes de la sociedad siria”, que a su vez convocará a un referendo para votar una nueva Constitución. Ban señaló en un comunicado que lo anunciado por el mandatario “no contribuye a una solución” y se manifestó decepcionado.
Aunque el plan de paz del gobierno sirio y el presentado el año pasado por la ONU, a través del entonces enviado Kofi Annan, son similares, el titular de Naciones Unidas reclamó para la nación árabe “un gobierno de transición dotado de plenos poderes ejecutivos y que incluya a representantes de todos los sirios”.
Por su parte, Estados Unidos, principal financista de los grupos irregulares como el Ejército Sirio Libre (ESL) y el Frente Al Nursa, brazo de Al Qaeda en Siria, expresó que la propuesta siria está “desconectada de la realidad”. Así lo declaró la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, quien agregó que la iniciativa “es otro intento del régimen para aferrarse al poder y no hace nada por el objetivo del pueblo sirio de lograr una transición política”. Nuland no se refirió a las denuncias de injerencia contra su país, ni a la negativa de los grupos terroristas a participar en el diálogo nacional convocado por el Ejecutivo sirio.
Los principales grupos opositores violentos, la Coalición Nacional de Fuerzas de la Revolución y la Oposición Sirias (CNFROS) y el ESL, también repudiaron el plan de Al Assad, aunque ni ahora ni en los meses anteriores han presentado un programa de gobierno o transición, siendo el único objetivo que los une el derrocamiento del mandatario.
Financiados por Washington, pero además con un apoyo irrestricto de países como Francia y Turquía, ambas organizaciones coincidieron que las operaciones armadas en Siria deben continuar, lo que podría desembocar en un recrudecimiento de sus acciones armadas contra civiles, militares e instituciones públicas.
El vicepresidente de la CNFROS, George Sabra, señaló que el plan de Al Assad “ni siquiera merece ser llamada una iniciativa” y llamó al ESL a seguir “con su trabajo”. Por su parte, Salim Idris, jefe del Estado Mayor del ESL, dejó en claro que no dialogarán con el Ejecutivo sirio y, pese a el sinfín de pruebas en su contra, indicó que su organización no es “un juguete en manos de países extranjeros”. Idris expresó que el ESL busca “una Siria democrática que garantice las libertades de todos los ciudadanos”, algo que se contrapone a lo que sucede en las escasas zonas que controla en la nación árabe, donde ha instaurado férreo régimenes basados en el islam más conservador.
Conocido el anuncio del presidente sirio, países como China, Rusia e Irán respaldaron la propuesta y reiteraron que el conflicto interno en el país debe resolverse por la vía pacífica.
Mientras tanto, el primer ministro sirio, Wael Al Halaki, convocó este lunes a todos los miembros del gobierno nacional para elaborar los mecanismos necesarios para la implementación del plan de paz. A su vez, según reportes de la cadena HispanTV, miles de sirios salieron a las calles de varias ciudades para respaldar la propuesta presidencial. En Homs, Share Al Hazare, Vadi Al Dahb, Akramat Al Jadida, Hai Al Zahra y Al Arman, se desarrollaron las principales movilizaciones, donde además se reclamó el fin de la injerencia extranjera en la nación árabe.