Por Mario Hernández. Pablo Gitter, miembro de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA) desanda la trama oscura del caso AMIA, la muerte del fiscal Nisman y las complicidades de los poderes de turno.
En esta segunda parte de la entrevista, Gitter cuenta la propuesta que están llevando adelante desde la Asociación, de crear una “Comisión investigadora independiente dentro del Parlamento” para esclarecer, después de tantos años de impunidad, el atentado de la AMIA y comenta la convocatoria a un acto y concentración el día de hoy a las 17 para reclamar contra la impunidad, por el esclarecimiento de la masacre de la AMIA
–¿Qué evaluación hicieron ustedes del porqué del atentado a la AMIA?
La respuesta es muy difícil porque es lo que le reclamamos saber al Estado: qué fue lo que pasó. Tenemos algunas ideas, pero son hipótesis que no hemos desarrollado.
Hay que ver el atentado de la AMIA en el contexto, no de los dos barquitos que mandó Menem a Irak, que nos parece una visión superficial. El otro tema es lo que pasaba en tierra: en la Argentina hubo dos atentados, en 1992 y 1994 y un tercer atentado en 1995 contra la fábrica militar de Río Tercero, cuando hicieron volar no solo la fábrica sino que regaron de explosivos toda la ciudad y mataron a ocho ciudadanos y hubo cientos de heridos. Lo formidable es que ninguno de los tres atentados fue resuelto.
Sobre el atentado a la AMIA tampoco sabemos nada porque durante estos 20 años la Corte Suprema lo único que hizo fue redondear la porquería de ese juicio oral de farsa, volviendo a ilusionar en un nuevo juicio contra Carlos Telleldín que todavía no se hizo, y liberando de prisión al comisario Carlos Castañeda, que fue quien estuvo a cargo del Departamento policial antiterrorista y se encargó de extraviar los casettes donde podrían revelarse responsabilidades del Estado. Él fue el hombre de la Policía Federal que perdió los casettes. Ese hombre que estaba condenado fue liberado por la Corte Suprema de Justicia y en la SIDE no acusó a nadie.
Ahora la Presidenta y la oposición están de acuerdo y hablan de la posible intervención de la Corte Suprema. Estamos en contra, porque si así fuera, tenemos 20 años más de impunidad garantizados.
Sin embargo, con tres atentados sin resolver, en 1997 Argentina entra en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto es inexplicable, ¿por qué la OTAN convirtió a la Argentina, un país que ni siquiera es del Atlántico Norte, en socio estratégico en las luchas contra “el eje del mal” que iban a venir después? Dejo esta pregunta picando porque no la podemos explicar. Pero esto nos lleva a pensar que el atentado a la AMIA fue de alguna manera un ensayo en nuestro país, de una futura política de terrorismo de Estado para incriminar a terceros estados en su realización, contra el terrorismo.
–¿Como los de las Torres Gemelas y Charlie Hebdo?
Sí, Torres Gemelas por dos, porque también tuvieron un atentado en 1993 que terminó con un Sheik egipcio preso por conspiración para producir un atentado. Mucho antes de septiembre de 2001, cuando no existía un “terrorismo internacional”, cuando no existía Al Qaeda, apenas unos años después de la caída del Muro de Berlín, el atentado en Buenos Aires fue sin duda el de mayor magnitud, preparatorio de esa escalada contra el terrorismo internacional. No tenemos otra hipótesis: para nosotros el atentado de la AMIA fue responsabilidad del Estado argentino que sabía que se iba a realizar desde un año y medio antes. Entre otros, se lo dijeron las fuerzas de seguridad de Brasil, uno de cuyos miembros estuvo vinculado con la consumación del atentado en la Argentina. El Estado argentino puso sus fuerzas para la comisión del atentado y su estructura jurídica para el encubrimiento y preservación del secreto. Los tres poderes del Estado son responsables, cada uno en su medida.
“Proponemos la creación de una comisión investigadora independiente”
–En el comunicado de APEMIA, y en la marcha que realizarán hoy por la tarde, aparece una serie de propuestas, ¿de qué se tratan?
Desde el comunicado hasta hoy, la crisis política se ha agravado enormemente. En el comunicado decimos que, con independencia de si se murió o lo mataron a Nisman, acá lo que está en discusión es el crimen impune de la AMIA.
Nuestra propuesta es terminar con las iniciativas de injusticia e impunidad que impulsan diputados de sectores opositores como el macrismo o el massismo, que tienden a derivar en nuevos fiscales y nuevas intervenciones del Poder Judicial.
Ante eso proponemos la apertura de los archivos secretos y la formación de una Comisión investigadora independiente constituida por figuras intachables como Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Laura Ginsberg, compañeros de la Asociación de ex Detenidos Desaparecidos, científicos, artistas, sociólogos, gente de la ciencia, del derecho, periodistas, indiscutiblemente independientes; es decir, no controlados por el Poder Ejecutivo de turno.
A esa comisión queremos sumarles a los familiares de las víctimas, querellantes en la causa AMIA y cuatro diputados y cuatro senadores para ser constituidos en minoría respecto de los comisionados. Habría que entregarle a esa comisión investigadora los archivos aún en poder del Estado y, en el plazo de un y medio aproximadamente, elaborar un dictamen donde se puedan determinar las responsabilidades en la comisión del delito. Que se abran los archivos y se sepan las responsabilidades criminales que le corresponden al Estado argentino y a sus distintos estamentos.
En esta última semana la crisis política se ha convertido en un fenómeno hasta admitido por el Partido Justicialista, que el jueves explicó que estamos al borde de un ataque institucional profundo, porque reconocen que el gobierno y las instituciones tiemblan como una hoja.
-¿Qué opinan de la disolución de la SI (ex SIDE) y el proyecto de ley de la nueva Agencia Federal de Inteligencia?
No vamos a hablar de disolución hasta que no la veamos, no es lo mismo reformar la SIDE que disolverla, y a los que cometieron todo tipo de delitos meterlos presos, que no hacerlo. Recordemos que la SIDE esta puesta “para todo tipo de criminalidad”. Nos parece más bien una reorganización de todos los negocios del Servicio de Inteligencia, en lo que ahora sería una agencia gubernamental con injerencia directa de Milani.
Entonces, más que de una disolución se trata de una recuperación del espíritu invasivo sobre la población. Todo esto con un lenguaje moderno, progre, pero con Milani adentro.
Oponemos a la solución que propone, que no es una solución porque la disolución de la SIDE no esclarece los crímenes de la AMIA ni de Nisman, la creación de una Comisión Investigadora independiente en el marco del Parlamento y exigimos a la señora Presidenta que lo ponga en la convocatoria a sesiones extraordinarias junto con su proyecto y deje de sabotearlo como lo ha venido haciendo durante los últimos ocho meses, para que esto se discuta en el Parlamento Nacional.
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