Por Juan Manuel De Stefano. El escocés se despidió ante su gente festejando su liga número 13 como entrenador del club. Luego de 26 años abandona su cargo y será director deportivo de la entidad inglesa. El equipo cumplió con su parte y venció 2 a 1 al Swansea.
Una institución en sí misma. La historia viva del Manchester United. Un proyecto a largo plazo que no fue una utopía ni una frase hecha. Una historia increíble en un fútbol urgido de resultados y exigente hasta límites insospechados. Todo eso y mucho más se puede decir de Sir Alex Ferguson, quien tras 26 años, 38 títulos (13 Ligas, 5 FA Cup y 2 Champions League entre los más destacados), casi 1500 partidos dirigidos y el 62,29% de los títulos ganados en la historia del equipo, decidió dejar su cargo.
Luego de una carrera mediocre como delantero en Escocia, su etapa como entrenador empezó en el East Sterlingshire (agosto-octubre 1974), luego pasó al Saint Mirren (1974-1978), recaló en el Aberdeen (1978-86), tuvo un paso por la selección escocesa (la dirigió en el Mundial 1986) y de allí su aventura inglesa con el Manchester United (1986-2013). El 11 de mayo de 1983 dirigiendo al Aberdeen le ganó la final de la Recopa de Europa al Real Madrid y sorprendió al mundo. El 8 de noviembre de 1986 debutó en el cargo de los Diablos Rojos con un 0-2 ante el Oxford.
En ese entonces, los de Manchester eran el tercer equipo en cantidad de títulos en el país, detrás de Liverpool y Arsenal, y no pasaban por un buen momento: estaban penúltimos. Esa temporada comenzó a verse su mano: terminaron undécimos. “Mi mayor objetivo era descolgar al Liverpool de su maldita percha”, aseguró años más tarde.
Reemplazó a Ron Atkinson en el cargo y sus dirigidos no entendían al principio sus métodos de trabajo ni su fuerte personalidad. Por lo tanto, en sus comienzos le costó imponer la disciplina entre las estrellas, tal vez el principal sello de los años siguientes al frente del United. Inclusive la gente y el periodismo pidieron entonces su cabeza. Pero la victoria ante el Barcelona de Cruyff en la Recopa de 1991 comenzó a torcer la historia. La figura de Ryan Giggs empezó a emerger y Ferguson hizo de él un jugador completo y que le daba explosión en ataque y colaboración en defensa. Ni que hablar luego del fichaje del genial Eric Cantona (del Leeds United). La pareja de ataque con Mark Hughes le dio la primera Liga en 26 años. Corría el año 1992. Al año siguiente llegó un joven Roy Keane, otro jugador fabuloso, y la confianza del entrenador hicieron que casi al instante se convierta en un emblema del equipo.
Pero Ferguson quería que la cantera del club fuera la principal fuente de recursos y fue formando jugadores a su gusto. El club -con su consentimiento- vendió a Ince, Hughes y Kanchelskis en el verano de 1995. Ferguson decidió no comprar a nadie. Empezó así a aparecer una camada de jugadores notables: Gary Neville, Philip Neville, David Beckham, Paul Scholes y Nicky Butt. A mediados de 2000 fichó a dos jóvenes promesas: Cristiano Ronaldo y Rooney. Los éxitos siguieron llegando y el club se transformó en uno de los más ricos y poderosos del mundo. Su esposa Cathy convenció a Ferguson a dar marcha atrás en sus planes de retirarse al final de la temporada 2001-02, lo que ayudó a que se convirtiera en el técnico más exitoso en la historia del fútbol británico.
Pero finalmente en 2013, el escocés de 71 años, decidió cortar su carrera en el United y dedicarse a tener una vida más tranquila. “La decisión de retirarme la he pensado mucho. La calidad del equipo y la estructura juvenil aseguran el éxito a futuro. Estoy encantado de tomar el rol de embajador y de director deportivo. Con estas actividades junto a otros intereses que tengo, estoy mirando hacia el futuro. Es el momento correcto”, aseguró al momento de dar a conocer su decisión. Pero, previsor como pocos, se refirió a lo que deja en el club más allá de los títulos y de una época gloriosa: “Para mí era importante dejar una organización en la mejor forma posible y creo que así lo he hecho”, aseveró Sir Alexander Chapman Ferguson.
“Después de perder dos de sus tres últimos partidos en Old Trafford, depende de los campeones presentar un buen espectáculo digno de la ocasión para el mejor técnico de la historia”, señaló el United en su portal de internet.
Y así sucedió, en lo que fue una excusa para despedir a Ferguson (y a otra gloria de la institución como Paul Scholes de 38 años) el Manchester venció al Swansea por 2 a 1 con goles del mexicano Hernandéz y Rio Ferdinand a 3 minutos del final. Old Trafford despidió con honores al entrenador y 76.000 hinchas deliraron con otro título obtenido.
En un emotivo discurso, el entrenador aseguró: “Ustedes han sido la experiencia más fantástica de mi vida. Su trabajo ahora es estar con el nuevo entrenador”, pidió al público. Su reemplazante será el actual técnico del Everton: David Moyes. El también escocés de 50 años, dirigió durante 11 años al Everton y tuvo la oportunidad de despedirse del que fue su público en el triunfo de su equipo ante el West Ham. “Tendrá un contrato de seis años, y asumirá sus funciones el 1 de julio próximo. Cuando hablamos de los candidatos, pensamos que tenía los buenos atributos, y nos pusimos de acuerdo unánimemente sobre David Moyes”, dijo Ferguson.
Pero como toda nueva experiencia, habrá que ver cómo se va acomodando el United a no tener en el banco a una personalidad tan influyente y decisiva como fue Ferguson.
Por lo pronto, el fútbol y el Manchester pierden a una figura que le daba jerarquía al espectáculo, a su club y demostraba que nada es imposible si de proyectos serios se habla. Es verdad que el caso del escocés es imposible en un fútbol como el argentino y en la mayor parte de las ligas del mundo. Pero más allá de los millones y del poderío del club como institución, vale recalcar el proceso en los primeros años cuando no se conseguían títulos y ahí fue fundamental la paciencia y el confiar en que los frutos llegarían en algún momento. “Me gustaría recordar que cuando tuvimos momentos difíciles, el club y los jugadores me apoyaron”, resaltó el entrenador.
Y precisamente ahí, radica el éxito del club y de sus fanáticos seguidores: en la confianza y la paciencia, atributos que no suelen abundar en el mapa futbolístico mundial. Ferguson dirigirá su partido 1500 y último al frente del Manchester United el domingo, en la última jornada de la Premier League 2012-2013, en el campo del West Bromwich.