Por Pablo Maltz. El equipo francés despliega un juego que lo ubica entre los mejores equipos de fútbol de la actualidad. Una combinación de figuras mundiales y una fortuna proveniente del petróleo de Qatar que está dando sus frutos en lo deportivo.
El París Saint-Germain (PSG), puntero en la Liga 1 de Francia, tiene como objetivo coronarse por primera vez en la Liga de Campeones de Europa. Está disputando los octavos de final y define su pase en el Parque de los Príncipes, donde hace de local, después de ganar 2-1 al Valencia en España. De forma paralela se encuentra en los cuartos de final dela Copa de Francia.
Pocos equipos tienen tan aceitados y coordinados los contrataques efectivos a gran velocidad y la paciencia para armar las jugadas como el PSG. Es constante, pero no menos sorpresiva, es la circulación de la pelota en busca de la habilitación a sus delanteros o el desborde de los laterales para tirar el centro.
Un plantel que cuenta con la sociedad entre Pastore, Ibrahimovic, Lavezzi y Lucas Moura, respaldados en una defensa firme con Alex y Jallet como abanderados, con la seguridad de Sirigu debajo de los tres palos. Todos jugadores que tuvieron o tienen presencia en sus respectivas selecciones nacionales.
El técnico Ancelotti – dos veces campeón de la máxima competencia europea con el Milan – logró parar en la cancha un equipo equilibrado, seguro de su potencial y convencido de su rol protagónico, que demuestra en cada presentación la posibilidad concreta de lograr el campeonato francés y en menor medida el título continental enfrentando, en este último, a equipos de mejor rendimiento y más consolidados.
A este panorama se suma la llegada de Beckham, refuerzo con tintes más marketineros que futbolísticos, aunque no hay que subestimar la calidad técnica del inglés, que si alcanza un estado físico óptimo tiene mucho que aportar dentro del campo de juego.
Los qataríes dueños de la pelota
La Qatar Investment Authority (QIA), ente que adquirió al club en el año 2012, con Nasser Al-Khelaïfi como presidente, se convirtió en el único accionista del PSG, dedicándose exclusivamente a la práctica del fútbol masculino y femenino. La situación es muy distinta a la de los clubes argentinos, que son asociaciones civiles sin fines de lucro, donde los socios son dueños de la institución y se encuentran representados por una comisión directiva.
La QIA es un fondo soberano que maneja las ganancias de la industria del petróleo y gas natural de aquél país, con el objetivo de invertir en diferentes áreas de la economía mundial y de este modo evitar la dependencia de los recursos no renovables.
La expansión económica de este emirato en el ámbito futbolístico es impresionante. Alcanza con mencionarlo como patrocinador del primer equipo de Barcelona, quien rompió con la tradición de no tener publicidad en su camiseta incorporando el logo de Qatar Foundation (entidad financiada por el gobierno de dicho país árabe); a su vez la adjudicación como sede y futuro organizador del Mundial 2022. Entre otras de sus inversiones se encuentran la adquisición del 20% de la bolsa de Londres, un alto porcentaje de Volkswagen, inversiones en Shell y la lista sigue.
Las exorbitantes sumas de dinero que se utilizan para armar equipos ganadores es una constante en el fútbol profesional, pero esto no garantiza ni es la única forma que tienen los clubes para desarrollar un juego tan vistoso como el que brinda el París Saint-Germain.