Por Lea Ross. El jefe de la policía de la provincia de Córdoba está acusado penalmente por haber amenazado a un periodista. Los antecedentes de los ataques a la prensa en tiempos de mano dura.
Se les escapó la tortuga ninja
La policía de Córdoba vuelve a estar metida en el ojo de la tormenta. Esta vez, el blanco ha sido la libertad de expresión. El actual jefe de la policía, Julio César Suárez, acaba de ser denunciado penalmente por haber amenazado vía telefónica a un periodista.
Se trata de Dante Leguizamón, quien en su trayectoria se ha especializado en la investigación de casos policiales. Actualmente, es co-conductor del programa Justicia Legítima, un proyecto televisivo que ganó el año pasado un premio del certamen Conciencia Ciudadana 2013, organizado por el AFSCA.
La amenaza que recibió ocurrió el viernes pasado. Efectivos de la policía intentaron realizar uno de los denominados “operativos saturación”, es decir, mega-allanamientos en los barrios bajo la supuesta sospecha de que existan objetos de delitos en las viviendas. El operativo fue frustrado debido a la reacción de los vecinos, ya que en ese lugar ocurrió tres semanas atrás el último caso de gatillo fácil, que acabó con la vida del joven Alberto “El Güere” Pellico.
Un equipo televisivo de los Servicios de Radio y Televisión (SRT), de la Universidad Nacional de Córdoba, integrado entre otros por el propio Dante, se habían dirigido al lugar para cubrir el hecho. “Cuando habíamos hecho el informe sobre el caso Pellico, los vecinos nos habían pedido nuestro teléfono por temor a que sufran represalias”, señaló el periodista. Dante actualizaba la información sobre la situación del barrio, enviando mensajes desde su celular vía Twitter. Sorpresivamente para los que seguían atentos en las redes, la propia cuenta de la policía de Córdoba (@PoliciaCbaOf) le contestó a Leguizamón: “No mienta más, no confunda a la gente. Crio. Gral. Julio César Suárez, Jefe de Policía”.
Ese día, luego de cumplir con su jornada laboral, Leguizamón se dirigió a su casa ubicada en el interior de la provincia. Durante el trayecto recibió llamadas de sus colegas, en donde el propio Suárez se había presentado a los estudios de los SRT, reclamando la presencia del propio periodista. Después, el jefe de la policía llamó telefónicamente a Dante para exigirle su presencia por sus publicaciones en Twitter. Él aseguró que resultaba imposible, que se podía coordinar en otro momento. “Si vos no venís, yo me voy a encargar de vos”, amenazó el propio jefe de la policía al periodista.
Inmediatamente, las redes sociales hicieron eco del hecho. Organizaciones sociales, FOPEA, ADEPA y el sindicato de prensa de Córdoba, Cispren, repudiaron la amenaza. El propio Suárez mandó un comunicado pidiendo disculpas: “De ninguna forma he querido ofender y menos condicionar la actividad del Sr. Periodista Dante Leguizamón, por ello le pido acepte mis formales disculpas sobre el caso, poniéndome a su entera disposición para cualquier aclaratoria que pudiere corresponder”.
En ese entonces, canal 10 consultó al gobernador José Manuel De la Sota sobre el hecho: “Me extraña mucho, porque el jefe de la Policía es una persona de bien, reconocido por todos, muy amable con la prensa, que siempre está a disposición cuando lo consultan de cualquier tema”. También dijo que ni siquiera tuvo conocimiento del cruce en Twitter.
Dante Leguizamón ya presentó una denuncia penal contra el jefe de la Policía y para el día de hoy se presentará a declarar ante la justicia. “Voy a tratar de seguir trabajando tranquilo. Y espero seguir contando con el apoyo de los colegas, de los compañeros de los SRT para que esto no quede como algo más y que la justicia determine si realmente hubo una amenaza”, señaló Dante.
Al ser consultado por Marcha si considera que fue dicha agresión fue de carácter político, el periodista resaltó: “Yo creo que el periodismo es político siempre. Y él entendió que las informaciones que yo daba afectaban su postura política y reacciono así. Lo que pasa es que él se olvidó que él es el jefe de la Policía, que tiene armas y que debe respetar la libertad de expresión”.
Tiros en la culata
La situación de la policía cordobesa se ha vuelto compleja desde el denominado escándalo de los narco-policías, el acuartelamiento policial y los saqueos del 3-4D. En paralelo, los ataques y amenazas a la prensa no quedaron atrás.
Apenas desatado el narco-escándalo en los medios, uno de los policías mencionados en la investigación periodística del programa televisivo ADN, apareció muerto en circunstancias dudosas. Durante el velorio, el jefe de la policía de aquel entonces, Ramón Frías, denunció que “la difamación, la injuria y las mentiras le quitaron la vida”, y que además aseguró que “hieren más las falsas acusaciones que las balas”. Días después, el periodista y conductor de ADN, Tomás Méndez, aseguró que una de sus fuentes descubrió que alguien ofreció una recompensa para “voltearlo”. Los avances de la investigación judicial provocó el cambio de cúpula de la jerarquía policial, incluyendo la renuncia de Frías.
A comienzos de febrero, la ciudad vivió una serie de represiones contra manifestantes que repudiaron el aumento de la tarifa del sistema de transporte. Un fotógrafo de un conocido medio gráfico perdió su cámara de fotos, fruto de un golpe policial con un palo que recogió del piso. “Lo hicieron a propósito”, le aseguró el comunicador al presente cronista.
El 20 de febrero, la policía reprimió una manifestación en la localidad de Malvinas Argentinas en contra de la instalación de Monsanto. El fotógrafo Javier Astrada, periodista de ECOS Córdoba, recibió balas de goma en su pierna mientras desarrollaba su trabajo. El hecho fue repudiado por FOPEA, Cispren y la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA). “Yo creo que no fue un hecho premeditado, pero fue una acción realizada materialmente por la policía. Y que el Estado conoce perfectamente, pero no hace nada para evitarlo ni para condenarlo, sino que lo avala”, declaró Astrada a Marcha.
Estos casos como el de Leguizamón retratan un escenario represivo que en Córdoba no sólo avanza sobre los jóvenes sino que además cercena la libertad de expresión. El compromiso y las denuncias de Leguizamón han sido constantes. En una invitación al programa 6-7-8 habló sobre los saqueos ocurridos en Córdoba en los días 3 y 4 de diciembre. Recientemente, fue invitado a integrar el jurado del Primer Certamen de Crónicas Interiores, organizada por la revista Anfibia.