Por Carina López Monja – @Carinalopezm
La frase la dijo Fabiana Tuñez, directora del Instituto de la mujer y militante de Cambiemos, otrora referente de la lucha feminista, al presentar al presidente de la nación para que dé su discurso del 8 de marzo. Los intentos de Macri por seducir a cientos de miles que apoyan la agenda de lucha de las mujeres pueden tener éxito o caer en saco roto.
Para el público, lo que quiera oír, hipocresía al palo
En el acto estaban presentes la gobernadora Vidal, la Ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley y la de seguridad Patricia Bullrich. Macri inició diciendo que era difícil saludar y decirle “feliz día a las mujeres” cuando falta tanto por hacer. Habló de mujeres empoderadas, que el valor más grande era la libertad, que era importante tener libertad para decidir, criticó la brecha salarial y denunció que el trabajo no remunerado era el doble en las mujeres que en los varones, criticó la violencia y los femicidios. Finalizó el acto reafirmando “su compromiso para avanzar en la igualdad de oportunidades entre varones y mujeres”.
El discurso fue prolijo, cuidando cada palabra. Sacado de tiempo, espacio y contexto hasta podría generar expectativas. Pero fue dicho por Macri, el mismo que hace cuatro años dijo en un programa de radio: “a todas las mujeres les gustan los piropos, aunque les digan ‘qué lindo culo tenés’”. En la agenda planteada por el gobierno, además de habilitar el debate del aborto en el Congreso, se plantea la extensión de la licencia por paternidad, por adopción, por fertilización asistida y por violencia de géneros. Además se plantea eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres. En palabras de Tuñez, un cambio histórico de ampliación de derechos para avanzar hacia la igualdad de géneros, una política del “feminista menos pensado”.
Relato amarillo
Más allá del blindaje mediático y la capacidad incuestionable de construir un relato (“es histórico el trabajo en igualdad de oportunidades que ha hecho esta gestión”; la desmentida de que se desfinanció la política contra la violencia), lo que está por verse es hasta dónde cree que puede seguir avanzando sobre nuestros derechos más básicos.
Ahora bien, el relato tiene numerosas inconsistencias. En primer lugar hablar de la importancia de elegir y de prevenir el embarazo adolescente no deseado, cuando no se implementa desde su sanción la Educación sexual integral en las escuelas (ESI). Macri, siendo jefe de gobierno porteño vetó, entre otras cosas, la ley de aborto no punible.
En su discurso se refirió a la importancia de que haya Centros de Primera Infancia (CPI) en todo el país para que las mujeres puedan estudiar y/o trabajar. Sin embargo, a lo largo de los años, dijo en varias oportunidades que “el destino de la mujer es en la casa educando a sus hijos” (año 2000).
Más allá de enumerar los múltiples datos donde el PRO primero y Cambiemos después ha demostrado pisotear y ningunear la lucha de las mujeres, lo cierto es que el discurso de Macri demuestra la potencia de la agenda feminista y la necesidad del gobierno de interpelarla.
Oportunismo, focus group y hegemonía
El Paro Internacional de Mujeres fue masivo, las movilizaciones en todo el país multitudinarias y la agenda de géneros se abre camino, le pese a quien le pese.
Frente a eso, el presidente al que le gusta andar diciendo que buen culo por las calles decidió “volverse feminista”, habilitar el debate del aborto en el Congreso y proponer una serie de licencias que son una reivindicación importante para el movimiento de mujeres. ¿Acaso Macri cambió su machismo y hoy ya no piensa en que las mujeres se queden en la casa cuidando a los chicos?
La primera impresión es que Macri decidió ser “políticamente correcto” y plantear una batería de medidas que pueden tener como resultado una ganancia política. Si bien los datos desmienten el relato, Fabiana Tuñez dijo que esperan que esta gestión pase a conocerse como la que más hizo por la igualdad de oportunidades y equidad de género.
Aunque sea por oportunismo, por marketing y con mentiras, el riesgo es que ese discurso penetre en algunos sectores de la sociedad, especialmente en sectores medios, con una cuidada construcción mediática que expresa muy parcialmente e inacabadamente la agenda de las mujeres y busca seducir y contener a uno de los movimientos más importantes del siglo XXI como es el de las mujeres.
Habrá quien dirá que es imposible que un gobierno y un presidente tan machista como Macri pueda tener credibilidad irrumpiendo en una agenda de mujeres. Pero la historia enseña que no hay que subestimar a esta derecha, que sigue hablando de trabajo y pobreza cero mientras la realidad económica empeora para el conjunto del pueblo trabajador.
Finalmente, Macri hizo referencia nuevamente al debate del aborto. Mucho se ha dicho sobre los motivos para habilitar este debate en el Congreso. Dejar en segundo plano la emergencia y crisis económica que se vive en Argentina, con los despidos, el ajuste, los aumentos de tarifas e inflación para poner el aborto en el centro de la escena puede ser una de las explicaciones. De hecho es la primera vez desde que asumió Macri que en la opinión pública bajó la confianza y las expectativas económicas bajaron.
Pero sea cortina de humo o no, en los hechos el derecho al aborto será eje de debate en el parlamento y cada legislador tendrá que justificar su voto. Una discusión y una lucha histórica del movimiento popular será eje del debate parlamentario y tiene posibilidades de ser aprobada.
La realidad marca que hay cosas que están cambiando y la irrupción de una fuerza política que trasciende la grieta, marca agenda pública y moviliza al conjunto de la población en pos de un sistema menos desigual e injusto hace que tiemble la tierra.
Los intentos de limitarla están a la vuelta de la esquina. Pero la potencia arrasadora de las mujeres puede llevarse puesto a más de uno que se consideró intocable. Allí hay una luz verde (y violeta) de esperanza colectiva.