Por Sara García Gross y Laura Salomé Canteros /
Tras un año y ocho meses Imelda Cortez fue liberada en El Salvador sentando un precedente que abre esperanza para la liberación de otras: la Fiscalía General de ese país reconoció el error y uno de los jueces falló con perspectiva de género. Una vez más, el feminismo triunfó.
“¡Imelda es libre, vení y mirá, las feministas cada día somos más!”. Esta es la consigna que se escuchaba fuera del juzgado de sentencia en Usulután. Mas de 500 compañeras esperaban a Imelda para abrazarla colectivamente. Imelda fue absuelta de todos los cargos en su contra. La lucha y la esperanza le ganó a la injusticia. Un grito global recorrió Latinoamérica, exigiendo una justicia que no fuera patriarcal, exigiendo la libertad inmediata. ¡Y triunfó!
Durante la audiencia judicial, la Fiscalía General de la República se retractó y pidió el cambio de la calificación del delito del que acusaba a Imelda, que pasó de “homicidio agravado en grado de tentativa” al de “abandono y desamparo de persona en perjuicio de una menor de edad”. Imelda acordó entonces un “juicio abreviado” a cambio de la reducción de la pena, fijada en un año; y como ella llevaba un año y ocho meses en prisión a la espera del juicio, fue inmediatamente liberada.
Bertha María de León, abogada del equipo jurídico de la defensa de Imelda afirmó: “Hemos llorado de la felicidad, todavía no me lo puedo creer, estamos contentas y esperanzadas, el juez hizo un análisis de valoración probatoria desde una perspectiva de género, la posición que como defensa tuvimos, fue asumida por el juez, por esa razón la absolvió, este resultado es producto de la unión, de la incidencia que han venido haciendo, las cartas que se han enviado a fiscalía, los medios que han retomado tema a nivel mundial, todos tienen participación en este resultado de justicia”.
“Hemos conocido un fallo absolutorio y libertad inmediata para Imelda porque no existió ningún delito”, agregaron desde su defensa, “este fallo es una invitación para que los operadores de justicia fallen conforme a los derechos humanos de las mujeres y acorde a los estándares internacionales de Derechos Humanos”. “Imelda representa a las niñas y jóvenes adolescentes que tienen una vulneración de sus derechos humanos en su totalidad. Vemos cómo el Estado, por medio de la penalización absoluta del aborto, condena a mujeres como Imelda, las mete en prisión y otras terminan muertas sin que se conozcan sus nombres”, aseguró una de las activistas que acompañó la lucha por la libertad, Keyla Cáceres.
Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto manifestó que las luchas colectivas tienen resultados como la libertad de Imelda que nos hacen sonreír y alegran nuestro corazón. La justicia es difícil para las mujeres que viven en pobreza, pero hechos como la libertad de Imelda nos dan esperanza.
“Sí se pudo”, se escuchaba en las afueras de los Tribunales de Usulután donde Imelda fue liberada inmediatamente tras su absolución. Tras el fallo, el equipo de abogados y abogadas que defendió a Imelda informó que se abre una puerta para que se revisen todas las condenas de otras mujeres que se encuentran acusadas y/o condenadas de delitos graves y encerradas sin pruebas en penales de El Salvador tras haber padecido emergencias obstétricas o partos extrahospitalarios.
“Estamos comprometidas hasta que todas sean liberadas”
Unas de las características que más emociona del proceso de liberación de “Las 17” y más en El Salvador, es que muchas de las mujeres que fueron procesadas y encarceladas deciden, una vez liberadas, sumarse a la lucha y ser solidarias por las que aún están presas. Así, de forma presente o en las redes sociales se expresan y apoyan contagiando la emoción por saber a una más con derecho a recomenzar su vida a pesar de los castigos del sistema machista.
María Teresa Rivera es exiliada política y vive en Europa tras ser absuelta en 2016 de una condena a 40 años por el delito de aborto tras un parto extrahospitalario en El Salvador. Hoy es una activista por los derechos de las mujeres, y solidaria, viaja a diferentes países contando su historia de resistencia. Fue una de las impulsoras de la campaña “salvemos a Imelda” y acompañó la absolución desde el Facebook diciendo que fue “un grito de justicia en todo el mundo” y agradeciendo “a todas las personas y organizaciones sociales nacionales como internacionales por estar gritando justicia y libertad para Imelda en todo el mundo”.
Por su parte, Teodora Vázquez, quien pasó diez años en prisión y fue liberada en febrero de este año tras una conmutación de su condena, también a 40 años, estuvo esperando a Imelda en las afueras de los Tribunales y luego expresó su alegría en las redes sociales tras la liberación: “Solo me resta decir gracias, la felicidad es grande, no hay palabras para describir. Estamos comprometidas hasta que todas sean liberadas”. Teodora encabeza en El Salvador muchas de las protestas que el movimiento feminista protagoniza exigiendo que se termine con lo absurdo de estas leyes y hasta marchó el pasado 28 de septiembre, día internacional de lucha por la despenalización y legalización del aborto.
La lucha feminista camina por Nuestra América y se manifestó en las calles, en los plantones, en las redes sociales. La lucha feminista ha logrado posicionar la alerta internacional para exigir justicia y libertad para Imelda. Su absolución nos hace pasar del “se va a caer” al “se está cayendo”. El poder judicial patriarcal se está cayendo, porque las feministas la estamos derribando. La libertad de Imelda nos da esperanza y fuerzas para seguir luchando. Todavía 23 mujeres siguen encarceladas injustamente debido a la penalización absoluta del aborto en El Salvador. Por eso pondremos #OjosEnElSalvador hasta lograr la libertad de todas.
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