Por Ignacio Marchini
Los trabajadores y trabajadoras de prensa se movilizaron ayer desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo, en contra de los despidos y la precarización laboral. Hace dos días, en las vísperas del Día del Periodista, anunciaron el cierre de la Revista Veintitrés, dejando a 14 trabajadores en la calle. Se suman a los 2500 despidos que hubo en el sector desde que asumió Mauricio Macri.
La Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa, conformada por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y la Federación de Trabajadores de la Cultura y la Comunicación (FETRACCOM), junto con el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba, movilizaron ayer por la tarde desde el Obelisco hasta el Ministerio de Trabajo ubicado en la calle Callao, a metros del Congreso de la Nación. Los reclamos fueron por mejores condiciones laborales y salariales y en repudio a los miles de despidos que desde los últimos años afectan al sector. Hicieron presencia también el Sindicato de Prensa de Rosario (SPR), la Asociación de Prensa de Tucumán (APT) y la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF), además de la CTA Autónoma y ATE.
Hace dos días, horas antes de que se conmemorara un nuevo Día del Periodista, el Grupo Crónica, comandado por los hermanos Raúl y Alejandro Olmos, decretó el cierre de la Revista Veintitrés, dejando desempleados a 14 trabajadores. Uno de los afectados fue Tomás Eliaschev, Secretario de Derechos Humanos del SiPreBA y delegado de Revista Veintitrés, que dialogó con Marcha acerca de la crisis que golpea al periodismo.
Hace 2 días se anunció el cierre de la revista y quedaron 14 trabajadores en la calle. ¿Qué análisis hacen de la situación?
Lamentablemente, en esta semana del periodista nos enteramos que la Revista Veintitrés cierra después de casi 2 décadas de existencia. Estamos quedando 14 compañeros en la calle, estamos muy preocupados. Son 14 familias que nos quedamos sin sustento y también estamos preocupados porque es una nueva voz que se calla. Nosotros decimos que sin trabajo no hay libertad de expresión y lamentablemente venimos a engrosar la cifra de 2500 puestos de trabajo de prensa que se perdieron desde que asumió Macri.
Vemos que las patronales están envalentonadas, quieren ajustar, despedir, precarizar y la respuesta del Estado es ponerse de su lado. Lo que ustedes vieron recién: mandar un cordón de infantería a tratar de cortar por la mitad la movilización, provocar a los compañeros. Repito, acá hay compañeros que nos quedamos sin trabajo. Es muy desafortunado que el Gobierno mande a la policía a provocarnos. En esta marcha nacional los trabajadores de prensa, con compañeros de todo el país, decimos basta de despidos, contra la precarización, en defensa de los salarios.
Es un momento de muchas malas noticias pero hay una buena que es la organización, la conciencia, la solidaridad que estamos desarrollando en cada redacción y que hemos podido acumular en una construcción gremial que es el SiPreBA, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y la Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa.
¿Dio alguna respuesta el Grupo Crónica con respecto a los despidos?
Nosotros planteamos “No al cierre de Revista Veintitrés” y en caso de que persistan en esta lamentable decisión, apelamos a su responsabilidad social y reclamamos que seamos reubicados en las distintas empresas del Grupo: Crónica TV, Diario Crónica y Diario BAE.
Dijiste que echaron a cerca de 2500 trabajadores de prensa desde que asumió Macri. ¿Qué opinan de la política del gobierno nacional ante esta problemática?
Estamos acá frente al Ministerio de Trabajo de la sede de Callao. La verdad que Jorge Triaca (Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación) y todos sus funcionarios se ponen siempre del lado de los empresarios. Desde que asumió este Gobierno, si bien la situación ya era difícil, se ha ido complicando cada vez más. Una y otra vez les dan la razón a los empresarios, no intervienen cuando hay despidos, cuando hay vaciamientos. Les dan la razón a la hora de precarizar, firman una paritaria miserable a la baja. Vemos que hay una decisión del gobierno nacional de seguir avalando los despidos, seguir permitiendo el cierre de medios. Es más, diría que hay un disfrute cada vez que se calla una voz, cada vez que se cierra un medio. Diría que lo festejan.
Como le sucede a todos los trabajadores, estamos padeciendo miles de despidos. En nuestro caso, por lo menos 2500 desde que asumió Macri. Uno creería que los problemas son sólo en los medios tildados como opositores, antes oficialistas. Pero no, es en todos los medios. Ayer los trabajadores de Clarín hicieron una movilización en el brindis que había organizado la empresa por el Día del Periodista, protestando por los salarios de hambre que están percibiendo. Es una señal más de la lucha que se expande por todo el país y que hace que los trabajadores de prensa dejemos de lado los individualismos, los egos y nos demos cuenta que la salida es colectiva.
¿Cuál fue la postura de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) frente a estos conflictos?
No se lo puede llamar un sindicato. Están totalmente a espaldas de los trabajadores. Recién pasamos por la sede en Salta y Av. de Mayo, es un sindicato con las puertas y ventanas cerradas, es una camarilla que no representa a nadie. El Gobierno está muy contento de negociar con un sindicato tan trucho y por supuesto que las patronales también. (Este sindicato detenta la personería gremial y firmó un acuerdo paritario de 22,5 por ciento de ajuste en los básicos y de 20 por ciento para salarios mayores, en tres cuotas: mayo y octubre de 2017 y enero de 2018).
¿Hay algún plan de lucha pautado entre los sindicatos de prensa?
Como Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa estamos llevando adelante un plan de lucha en todo el país. Estamos poniendo en pie un movimiento de trabajadores de prensa. Es algo reciente que se ha ido reconstruyendo. Acá podes ver compañeros de distintas provincias. Vamos a seguir luchando de forma coordenada, unificada, para lograr defender nuestros puestos de trabajo, en contra de la precarización y a favor de aumentos salariales dignos.
En definitiva, es una lucha por la libertad de expresión porque para que exista tiene que haber trabajo y esa una precondición para que pongamos el periodismo al servicio del pueblo y los trabajadores. Como recién hablaba con los compañeros y compañeras del Frente Popular Darío Santillán (FPDS) que vinieron a bancarnos, no es una lucha solamente por aumentos o contra los despidos, sino que también es una lucha para poner a la comunicación al servicio del pueblo.