Por María del Mar Fernández Martínez Rey y Franchesca Mata*
El periódico digital salvadoreño “El Blog” tituló “Madre migró hacia EEUU y el padre usó a su hija de 6 años para saciar sus necesidades” para comunicar una noticia sobre las vulneraciones de los derechos de una niña. Complicidad y machismo explícito para encubrir a los violentos desde los medios.
Los medios de comunicación son cómplices y aliados del patriarcado. En El Salvador, como en la mayoría de países de este mundo, los medios hegemónicos buscan vender sin el más mínimo de ética cualquier noticia sin importar el tratamiento hacia las sobrevivientes de abusos y violaciones graves.
Decimos esto a propósito de la noticia que ha sido publicada por el periódico digital salvadoreño El Blog a fecha de 19 de diciembre de 2018. La imagen que acompaña a este escrito corresponde al titular de este periódico y que citamos: “Madre migró hacia EEUU y el padre usó a su hija de 6 años para saciar sus necesidades”. Resulta tremendamente grave y alarmantemente vergonzoso que, en lugar de hablar de violación infantil, hablen de “saciar sus necesidades”. Este cambio de término no es inocuo pues esconden de forma consciente la abusiva e inhumana realidad a la que se ven sometidas las niñas de nuestro país.
Bajo una simple satisfacción de necesidades, justifica el hecho grave y punible de la violación infantil hacia una niña realizada por un abusador macho violento. Es increíble que las personas profesionales a cargo de la redacción, elaboración, edición de una noticia no tengan un mínimo de formación en perspectiva de género. Al no tenerla reproducen aberraciones como la estúpida creencia que un violador es violador por necesidad y no por poder.
Rita Segato ha señalado que “en las violaciones, o ataques por medios sexuales, la finalidad no es sexual. Esto nos lleva lejos del sentido común, de pensar al violador con una gran libido sexual. (La violación) es un crimen de razón expresiva, que busca anunciar la masculinidad, esa potencia que no existe si no se espectaculariza. Tiene que expresar su status de masculinidad adquirido ante el otro, el varón necesita demostrase como tal todo el tiempo”, es decir, que el macho violento, que el violador que abusa lo hace no por una necesidad incontrolable, pues de trata de una persona racional y que en esa racional decide, voluntaria y conscientemente ejercer su poder sobre otra persona.
Afirmar que una violación se da por una necesidad es ofensivo para con las sobrevivientes, para con las causas de pedido de justicia que tanto cuesta llevar adelante, es equivalente a decir que la culpa es de nadie, es quitarle la responsabilidad al hijo sano del patriarcado y dejar al macho violento como un necesitado. Sí eso no es complicidad, ¿qué es?
Pero no le parece suficiente esta barbaridad en el uso del lenguaje a este periódico digital el Blog, además coloca en el titular la violación infantil en un segundo plano, pues este titular no comienza denunciando este hecho sino relatando dónde está la madre. Esta forma de presentar los hechos promueve, para colmo, la culpabilización de la madre por la violación sexual infantil a la que se ve sometida su hija por parte de la persona responsable y tutora de la vida de la niña. En el mundo capitalista donde vivimos, lamentablemente, el uso de una persona por sobre otra es el pan nuestro de cada día, y lo son aún más las violaciones y abusos sexuales hacia niñas.
Hay silencio en los hogares y el sistema de salud pública registra entre 21 mil y 25 mil niñas y adolescentes, de las cuales solo el 6% es denunciado ante las autoridades. Esto tiene que ver con que en El Salvador menos de un 10% de los 1.500 casos denunciados por año, el acusado es condenado y va a prisión. Por eso, uno de los grandes retos que tiene el país es mejorar el acceso a la justicia y la reparación para las niñas y mujeres que enfrentan violencia y violaciones.
El asunto es más grave de lo que pueda parecer. El lenguaje no es neutral, por lo que no es exagerado afirmar que la forma en que narramos puede justificar el acto de un violador o por el contrario, ponerse del lado de las víctimas. Creemos firmemente en la necesidad de que las palabras contribuyan a narrar la realidad desde la posición de estas últimas, en ese sentido resaltamos la urgencia de usar el lenguaje en favor de la caída del patriarcado en todos sus niveles.
*integrantes del colectivo Ni Una Menos El Salvador