Por Laura Salomé Canteros/ Fotos por Dagna Faidutti
Junto al feminismo organizado, las MuMaLá vienen exigiendo la declaración de emergencia nacional por violencia hacia las mujeres desde 2012. Su coordinadora, Raquel Vivanco se sumó a la primera de esta serie de entrevistas que pretende enmarcar este reclamo desde las que se organizan y no callan, las que no piden permiso y desde hace tiempo exigen “ni una menos”.
Las MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) vienen reclamando la declaración de la emergencia nacional por violencia contra las mujeres desde hace al menos tres años. Relatan que es una demanda que surgió como necesidad en las provincias de Salta y el Chaco para luego transformarse en una exigencia a nivel nacional para que el Estado argentino se concentre en obtener cambios sociales en este sentido. Una emergencia que se proponga reducir las situaciones de violencia que vivimos las mujeres a diario.
En la primera de este ciclo de entrevistas a integrantes de organizaciones feministas populares, en las que analizaremos cuáles son los aportes y desafíos, cuál es el rol de la institucionalidad y lo que falta en derredor a la concentración del próximo 3 de junio, Marcha dialogó con Raquel Vivanco. Sobre los valores simbólicos, el aporte de las mujeres organizadas y la importancia de llenar de contenido una consigna que tiene historia, la de rugir “ni una menos”.
-En relación a la reciente convocatoria ´Ni una menos´ realizada por amplios sectores de la sociedad, ¿cuál es para vos/ustedes el valor simbólico y/o pragmático de esa movilización?
Para nosotras el valor simbólico que tiene esta movilización del 3 de junio esta puesto en que es una convocatoria masiva y que detrás de esa consigna queremos dar cuenta de una realidad que para nosotras es intolerable. Necesitamos que el conjunto de la sociedad diga bien fuerte “ni una menos” y cuando decimos esto nos queremos referir a los femicidios, que los hay cada 30 horas, y que es la expresión más terrible de la violencia machista pero también queremos decir “ni una menos” por causas evitables, entre ellas, las mujeres muertas por abortos clandestinos en nuestro país que son miles desde la vuelta a la democracia a la actualidad.
Con el “ni una menos” también queremos decir basta de cosificarnos, basta de violentarnos, basta de que nuestros derechos sigan siendo vulnerados por parte del Estado que ejerce violencia institucional. Es un basta fuerte que está dirigido en particular para quienes nos gobiernan y por eso es que el valor simbólico que trae esta consigna del “ni una menos” para nosotras es muy importante.
En cuanto al valor pragmático, esperamos que esta concentración que va a haber en la calle, en el Congreso y en el resto de las provincias del país genere un alto grade de adhesión y un cambio en quienes tienen la decisión de invertir con más presupuesto de crear y llevar adelante las campañas de sensibilización, de destinar mayor presupuesto a los órganos encargados de crear estas políticas públicas. Esperamos que esta movilización, de alguna manera, llegue a los oídos de quienes tienen en su poder hoy ejecutar medidas tendientes a combatir las distintas formas de las violencias que sufrimos las mujeres en Argentina.
-¿Cuál consideras/an que fue (y es) el aporte del feminismo organizado para que hoy esta problemática se ponga en agenda?
El feminismo organizado es un factor fundamental para que hoy este tema esté en agenda mediática y pública. La exigencia del “basta de violencia contra las mujeres” es una exigencia que venimos planteando desde hace muchísimo tiempo y es un aporte central que muchas de las organizaciones generen acciones para que hoy podamos de alguna manera visibilizar esta problemática. Desde construir estadísticas, porque carecemos de ellas a nivel institucional, hasta denunciar cada uno de los femicidios; desde movilizarnos cada vez que hay un hecho que nos conmueve, hasta generar instancias de intervención de cara a la sociedad ante cada una de las fechas de la agenda de mujeres. Es un aporte fundamental el que hemos hecho y es el que hoy le da sentido y contenido, el trabajo y el recorrido que venimos haciendo, a esta convocatoria.
-A grandes rasgos esta concentración es por lo que falta en materia de violencia machista, pero para vos/ustedes, ¿qué falta?
Lo que falta, es en relación a combatir la violencia machista en la sociedad. Nos parece que partimos de un piso relativamente bajo, porque lamentablemente a pesar de tener una ley (la 26.485) que es muy buena, que se sancionó en 2009, a la actualidad no vemos que esté dando sus frutos en el sentido de combatir las distintas formas de violencias que sufrimos las mujeres. Estamos en un piso bajo en relación a lo que se debiera hacer de parte de quienes tienen la mayor responsabilidad que es el Ejecutivo nacional y el Estado en su conjunto.
Creemos que falta bastante. En principio, poner este tema no solo en la agenda pública, lo que es tarea de las organizaciones y que lo venimos consiguiendo desde nuestra movilización constante sino que esté en la agenda de los gobiernos. No basta con tener una buena ley. Si de 2009 a esta parte, el presupuesto que se le ha asignado al órgano de ejecución de esta ley sigue siendo ínfimo, que esto no haya variado el nivel importancia que tiene la temática desde el Gobierno nacional, entonces tenemos que seguir peleando para que se apliquen cada una de las pautas que allí se establecen para combatir de manera integral la violencia contra las mujeres.
A pesar de que tenemos buenas herramientas necesitamos que se apliquen las leyes, que se generen las políticas públicas que esa ley prevé. A seis años de la sanción seguimos sin tener registros oficiales unificados, sin encontrar lugares donde se garantice el acceso a la justicia para las mujeres, la asistencia integral para quienes están atravesando situaciones de violencias, o sea, la mayoría de las propuestas no están puestas en marcha. Necesitamos de manera urgente que se aplique esta ley y que en principio, por esta situación coyuntural de aumento de los femicidios, se declare una emergencia nacional. Que se haga un parate y digamos, donde estamos y que necesitamos para empezar a combatir esta situación de manera inmediata. Entendemos que ahí mismo debe estar poner en marcha esta ley tan buena que decimos que tenemos pero que está muy lejos de modificar o transformar nuestra realidad.
-Los diversos movimientos y colectivos de mujeres organizadas del campo popular han decidido participar de la concentración, ¿cómo fue esa resolución y de qué forma lo realizaran?
Para las MuMaLá, participar de esta convocatoria no nos llevó mucho tiempo de discusión, entendimos que es importante que estemos allí, en todos los espacios de convocatoria en todo el país vamos a dar presente para darle contenido a esta consigna del “ni una menos”, visibilizando el reclamo principal que es en contra de los femicidios pero también visibilizando otros reclamos que tienen que ver con que no queremos “ni una menos” por ser mujer en Argentina por la causa que sea, por violencia machista, por violencia institucional o por abortos clandestinos.
Queremos que las mujeres podamos caminar en el espacio público sin ser acosadas ni violentadas sexualmente. El “ni una menos significa para nosotras” muchas otras cosas, por eso es que necesitamos hacernos presentes ese día y nos parece fundamental direccionar ese reclamo a quienes hoy tienen una mayor responsabilidad de combatir esta situación y a la vez exigir la emergencia nacional sino también que se lleve adelante un conjunto de iniciativas para la transformación cultural que como sociedad necesitamos para poner fin a la violencia contra las mujeres.
Vamos a participar en el Congreso, con nuestra banderas, con nuestras consignas y lo vamos a hacer de una manera creativa y colorida, como cada vez que lo hacemos en el espacio público, con una intervención artística o cultural para recordar la vida de las mujeres que se llevó el machismo en la Argentina.