Nuestra Venganza Es Nuestra Autonomía de Ariell Carolina es esa herramienta que necesitábamos. El libro es la puerta a una nueva manera de emprender el camino de la emancipación de nuestrxs cuerpxs y subjetividades. Una guía de supervivencia narrada en primera persona, desde una óptica de lucha, pero también desde el amor.
Por Julia Vazquez* | Gráfica: @janelane.ttt | Tapa de libro: @femimutancia
Ariell nos presenta su alma en este libro. Que no solo es fruto de un enorme trabajo autogestivo, sino que también, es resultado de una ardua introspección y compromiso en su camino como denunciante. Y lo que vino luego, el sendero de reparación personal (y colectiva) posterior a esa porción de su historia. Y digo porción porque ninguna persona es únicamente lo que vive en un momento determinado.
Somos mucho, mucho más que eso. Y nadie más que nosotres mismes puede ser capaz de determinar lo que somos. La vida, con todas sus aristas y ese combo infinito de historias y caminos posibles, nos invita a reinventarnos y redescubrirnos en cada paso. Ari es la viva muestra de esto, y en su libro nos cuenta cómo fue transformando el dolor en impulso para su proceso creativo y para la elaboración de herramientas concretas que sirvan a personas que fueron atravesadas por situaciones de abusos y violencias.
Bastante complejo es mirar a nuestros fantasmas a la cara y gritarles a viva voz, más aún lo es compartir ese proceso tan personal con el mundo entero. Se requiere una fortaleza enorme para contar estas vivencias, y esa fuerza y resiliencia encarnadas en Ariell son las que hacen posible que exista este libro, que lleva impresos también el esfuerzo autogestivo y la ternura que le caracterizan.
Además, es una pieza fundamental repleta de consejos y data de mucha utilidad para quien desee iniciar un proceso de visibilización y denuncia (sea por la vía que sea). El capítulo “Esto es memoria viva: Historia colectiva desde nuestros territorios corporales” cuenta con información práctica y real sobre el proceso judicial completo. Desde sus inicios (dónde denunciar, consejos para hacer la denuncia, organismos que acompañan y sostienen nuestros procesos), hasta su final (cómo sobrellevar un juicio desde un lugar no víctima, que tener en cuenta a la hora de transitarlo, y su relato en primera persona de este proceso).
Sumado a esto, invita a reflexionar y hacer un análisis crítico al sistema judicial y sus esquemas, a repensarnos por fuera de los roles preestablecidos y asignados históricamente por el hetero-cis patriarcado y el sistema capitalista a todes quienes no entramos en su norma; y propone alternativas no revictimizantes para visibilizar los abusos, expresarnos, contar nuestras historias y adueñarnos de ellas.
Toda esta información se pone en la mesa con la “Guía de escrache y denuncia”, el “Micro Ensayo Binomio Víctima / Victimario” y la maravillosa propuesta de “Autodefensa Creativa”. También nos ofrece la posibilidad de interactuar con nosotres mismes, y nos pone en acción a través del bellísimo “Ritual de Bienvenida” . Y a revisarnos, re-vernos, desde la alimentación hasta la forma de comunicarnos.
Creo que todo el libro es una potente y hermosa invitación a volver a nuestro eje, a reconectarnos con nuestro interior y a reconstruirnos de una forma amorosa. Abrazarnos y lamer nuestras heridas. Sabernos dueñes de nuestras memorias y futuros. Creer en nosotres, comunicarnos desde la creatividad, y pensarnos por fuera del contexto de violencia que nos enseñaron. A(r)marnos para transitar esta vida. Pero, por sobre todo, nos muestra que no estaremos solxs nunca más. Que podemos construir redes y tejer vínculos que nos acompañen a crear este nuevo universo que nace cuando rompemos todo lo que ya no nos sirve.
En nuestras historias existen muchas similitudes, por eso también me llega tan profundo este libro. Además, vi en primera persona como Ariell rompía con todas las limitaciones que una persona puede encontrar a la hora de escribir un libro tan personal e intenso. No hay tiempo, dinero, juicio, prejuicio, persona o sistema que le detengan. Le vi gestarlo y parirlo desde sus entrañas y brindarse al mundo mostrando sus heridas para que nadie nunca más vuelva a sentir la soledad a la que quieren condenarnos.
“Apunta. Observa. Disfruta, y dispara”
Ariell apunta y lanza la flecha que va despejando el camino. Admiro profundamente la capacidad de poner en palabras una lucha que pesó y sigue pesando tanto sobre nuestras corporalidades, esa discursiva tan necesaria que sirve de guía y brújula para sí misme y para quienes le rodeamos, quienes compartimos su lucha o quienes simplemente resuenan con su mensaje.
No hay palabras que alcancen para expresar la dimensión de lo que elle con su resiliencia, y su libro con su existencia, me abrigan. Recomiendo y deseo con fuerza que este libro llegue a todas aquellas personas que estén atravesando o quieran iniciar un proceso de reparación profunda. Creo que este libro es un potencial refugio para todes; así lo es para mí. #YaNoNosCallamosMás #NuestraVenganzaEsNuestraAutonomía.
*Escritora y Productora