Por Mario Hernández
En el habitual panorama sindical, en esta segunda parte, un recorrido por el recorte de personal en los medios públicos y los nuevos sistemas de presentismo que atentan contra los derechos de trabajadoras y trabajadores
En los medios públicos
“Comienza una nueva batalla en la TV Pública”, tituló Pablo Sirven su columna en La Nación del último fin de semana. Al otro día, los padres y madres que llevaban a sus hijos e hijas al jardín de infantes de la emisora la encontraron rodeada de patrulleros y camiones de Infantería. Las trabajadoras y los trabajadores del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) habían dispuesto una asamblea para esa tarde.
El 2 de enero muchos periodistas que ingresaban al amanecer a Radio Nacional se encontraron con que no podían fichar. Los habían “sacado del sistema”. Inmediatamente, los guardias de seguridad los acompañaron hasta la salida. Fueron parte de los miles de despidos en todo el Estado, incluidos los casi dos centenares de cesanteados producto del desguace de Paka Paka, Encuentro y DeporTV.
Radio Nacional no tiene exceso de personal. En realidad, es bastante escaso para las 49 emisoras que componen el sistema. No obstante, el Ministerio de Modernización diseñó para el medio un programa de jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios, más los despidos de los que aún se desconoce el número.
En la agencia Télam, mientras tanto, parece inminente un plan de ajuste similar, que podría comenzar en el área de Publicidad. La receta ya es conocida: despidos y, si es necesario, represión. Se espera que las trabajadoras y los trabajadores que queden, desgastados junto a sus sindicatos, terminen aceptando abrir sus convenios con condiciones de flexibilización laboral dignas de un siglo atrás.
El periodista de La Nación coincide con las declaraciones públicas de Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios públicos. Se trata de atacar el núcleo de “privilegios” que implica el convenio actual de las y los trabajadores. Por ejemplo, el cobro del 200 % por parte de quien sea convocado a trabajar en días feriados.
La Comisión Interna del SiPreBA denunció que “esto no solo constituye una provocación y un agravio para los trabajadores de la TV pública que desde hace años defendemos su carácter plural y democrático frente a todas las gestiones y en los distintos contextos, sino que es parte de una campaña de demonización de los trabajadores para legitimar un vaciamiento y un ajuste que ya se inició con despidos en Radio Nacional, TDA, Encuentro, Paka Paka y Depor TV”.
Por su parte, las trabajadoras y los trabajadores del Canal de la Ciudad realizarán este jueves un corte en las calles Agüero y Guardia Vieja de la Ciudad de Buenos Aires para exigir la reincorporación de 5 compañeros despedidos y la iniciación inmediata de un canal de diálogo con el director Eduardo Cura que se niega a recibir a los delegados desde hace 6 meses. Los trabajadores se encuentran en estado de asamblea permanente, ante la amenaza de que otras 30 personas también podrían ser despedidas. El 90% de los trabajadores está bajo fraude laboral y desde hace más de una década reclaman que se los reconozca como trabajadores de televisión en relación de dependencia.
Presentismo
A partir del 1º de febrero las y los 3.093 empleados de la planta permanente del Senado de la Nación deberán registrar con sus huellas digitales su ingreso y salida de sus puestos de trabajo, y a partir del 1º de abril se empezará a controlar la asistencia. Previo a la instalación de los sensores, las autoridades del Senado pusieron en marcha un plan de retiros voluntarios.
En la Provincia de Buenos Aires, ya se aplica el sistema biométrico en el edificio en el que funcionan el Ministerio de Economía, la Agencia de Recaudación, la Contaduría y la Tesorería general provincial.
La iniciativa a nivel nacional está a cargo del Ministro de Modernización, Andrés “manos de tijera” Ibarra, que había reivindicado la modalidad luego de la última paritaria estatal firmada en julio de este año con UPCN. “Esa paritaria fue histórica, porque no solo discutimos la recomposición salarial sino que acordamos incluir el presentismo y la productividad”.
Al respecto, Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, señaló que se trata “de una extorsión por la cual el gobierno le compra sus derechos al trabajador estatal”. Es que un empleado público solo puede acceder al premio por presentismo si no toma licencias, salvo las vacaciones anuales o los días por estudio. “Si pide licencia por enfermedad, por embarazo, por un familiar muerto, el empleado público pierde ese premio. Por eso es un error plantear que el presentismo apunta a verificar que los trabajadores realicen efectivamente su tarea”.
Del mismo modo, las plantillas óptimas ocultan decisiones de gobierno respecto al desmantelamiento de áreas completas. “Es el caso de TDA o Fabricaciones Militares. Si el Estado se retira de un área, ¿cuál es la plantilla óptima para la misma?, se preguntó. “La respuesta es cero”.
Por tal motivo ambas medidas fueron cuestionadas. Los referentes de ATE, el otro sindicato que agrupa a los trabajadores estatales, aseguraron que se trataba de “simples excusas para justificar los despidos”.