Nicolás Zyssholtz. El 14 de julio de 1941, en el barrio de Villa Crespo, nació León Najnudel, entrenador, maestro del básquetbol argentino y principal impulsor de la Liga Nacional.
Para el comienzo de la década del 50, el Club Social Villa Crespo estaba todavía muy lejos de sufrir el abandono al que la dictadura y el neoliberalismo condenaron a los clubes de barrio, para terminar privatizado y convertido en un gimnasio de lujo. En aquel entonces, la institución de Corrientes y Juan B. Justo estaba llena de vida social y deportiva, y el básquetbol era uno de sus deportes estrella, gracias a la difusión que le dio el título conseguido por Argentina en el Mundial de 1950. Allí, León Najnudel, un joven proveniente de una familia judía, como tantos otros del barrio, descubrió la pelota naranja.
Social Villa Crespo fue el primer eslabón de una cadena de cuatro clubes en los cuales transcurrió su discreta carrera como jugador, que continuó en Victoria, luego en Barracas Juniors y finalmente en uno de sus grandes amores: Atlanta. En el Bohemio empezó a despuntar como entrenador, al mismo tiempo que jugaba, cuando tenía solamente 22 años. Durante ocho años, hasta 1971, dirigió a la primera división de básquet, hasta que tuvo la oportunidad de mudarse a Corrientes para dirigir a la Selección Juvenil de la provincia. Desde la Mesopotamia lo repatrió en 1976 Ferro Carril Oeste, para entonces sí comenzar su gran historia personal y la del básquetbol argentino.
En el Verde de Caballito fue campeón del Metropolitano de 1980 y de los Sudamericanos del 82 y 83. Estos títulos contribuyeron a instalar a Ferro como referente del básquetbol nacional y con él, a León Najnudel. Fue en esos años cuando empezó a impulsar, junto con otros entrenadores como Horacio Seguí y José María Cavallero y el periodista Osvaldo Ricardo Orcasitas, la creación dela Liga Nacional de Básquet. Un torneo profesional y federal, en el cual participaran en pie de igualdad los clubes de todo el país.
La Liga comenzó en 1985 y Najnudel fue el encargado de soltar la pelota en el salto simbólico que dio comienzo al partido entre San Lorenzo de Almagro y Argentino de Firmat. 27 años después, el resultado está a la vista: sólo seis títulos fueron a parar a clubes de Capital (tres de Boca y tres de Ferro), mientras que el equipo más ganador es cordobés (Atenas), seguido por un marplatense (Peñarol). Además, se consolidaron las grandes usinas basquetbolísticas del país: Bahía Blanca, Córdoba y Mar del Plata.
Los hijos de la Liga Nacional
La archireconocida “Generación Dorada”, que tiene como máximo referente a Emanuel Ginóbili y que está a punto de tener su última competencia como tal en los Juegos Olímpicos de Londres desde el próximo 29 de julio, es inconcebible sin León Najnudel y sin la Liga Nacional. Los jugadores que conforman este plantel de jerarquía se criaron al calor de la competencia federal: Manu debutó en 1995 en Andino de La Rioja, al igual que Hernán Jasen; Andrés Nocioni lo hizo en Racing, pero también pasó por Olimpia de Venado Tuerto e Independiente de General Pico; Pablo Prigioni, en Belgrano de San Nicolás; y la lista sigue.
La Liga Nacional ha sido la madre de estos jugadores y año a año demuestra un crecimiento que hoy la posiciona entre las 5 ligas más competitivas del mundo FIBA. Ese crecimiento es el reaseguro para saber que mañana, sin Ginóbili, sin Nocioni, sin Scola, otros como ellos aparecerán en Formosa, en Santiago del Estero o en Comodoro Rivadavia; en cualquier lugar del país donde el básquet apasiona. Mucho, o todo, obra del maestro León.