Por Sebastián Blejman, Julián Larrea y Miriam Moreyra. La coordinadora de Bachilleratos Populares se movilizó al Ministerio de la Ciudad de Buenos Aires en busca del reconocimiento. Las autoridades del organismo se comprometieron a recibirlos el próximo lunes.
Mientras los gobiernos multiplican los planes que precarizan y deterioran la educación pública, siendo el más claro ejemplo el plan “Terminá la secundaria” -online y a distancia- impulsado por el macrismo en los últimos días, los bachilleratos populares salieron una vez más a la calle por el reconocimiento integral de su proyecto político-pedagógico. Cientos de estudiantes y profesores se manifestaron frente al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires para exigirle a las autoridades el cumplimiento de lo acordado hace un año, respecto a la reapertura del registro para la oficialización de los bachilleratos.
Desde hace ya 10 años, los movimientos políticos y sociales vienen construyendo bachilleratos populares. Se trata de escuelas para jóvenes y adultos que han sido excluidos o expulsados del sistema educativo formal. La propuesta es construida desde el territorio, organizadas de forma autogestiva y asamblearia y basan su pedagogía en la educación popular. Son una de las apuestas políticas para la transformación de la educación que se consolidaron en los últimos años, logrando espacios para una educación critica, liberadora, democratizante y encaminadas al cambio social.
Pasado el mediodía, los primeros “bachis” que llegaron al ministerio se encontraron con las puertas cerradas. Sin embargo, las organizaciones que participan en la Coordinadora de Bachilleratos Populares en Lucha igualmente comenzaron a armar una radio abierta y desplegar las banderas. De fondo, empezaban a sonar los bombos y aparecían las primeras pintadas y afiches con las reivindicaciones.
Más de 30 bachilleratos de la Coordinadora, con el apoyo de la Red de Bachilleratos Populares, cortaron la Avenida Paseo Colón exigiendo el reconocimiento de los siete bachilleratos populares de la ciudad que aún no pueden otorgar títulos oficiales y becas a sus estudiantes ni salarios a sus educadores. Muchos de los bachilleratos funcionan en fábricas recuperadas, cooperativas y comedores. Sobre este tema, Ana Clara, del Bachillerato Popular Salvador Herrera (CTA), explicó a Marcha, que “tenemos cuatro reivindicaciones históricas: el reconocimiento para los bachilleratos, el salario para los docentes, las becas para los estudiantes y el financiamiento integral”.
“Estamos dando respuesta a esos estudiantes que quieren terminar su secundaria, que no están en el sistema formal, y entendemos que desde el Estado tiene que haber algún recurso económico que nos permita seguir abriendo puertas y aulas”, afirmó Ana Clara.
Luego de una hora y media de espera, en la que no se dejó de sentir el “agite” y la alegría pese al frío, representantes del ministerio accedieron a recibir a la coordinadora. Varios compañeros y compañeras de los bachilleratos firmaron un acta de acuerdo, en el que el ministerio se compromete a reabrir la mesa de negociaciones. Ana Clara fue una de las compañeras que dio a conocer la noticia al resto de los manifestantes: “Tenemos el compromiso escrito de que tanto el director de gestión estatal, Max Gulmanelli, y la nueva directora de adultos, Graciela Moncholi, nos van a estar recibiendo, así que es un buen balance de la movilización, porque se había dejado de lado la mesa de trabajo que conseguimos el año pasado, también con una movilización”. La reunión será el próximo lunes a las 15 horas.
De esta manera, con entusiasmo pero cautela comenzó la desconcentración, a la espera de la gestión del lunes, sabiendo que será imprescindible continuar la lucha en las calles para que las negociaciones no queden solo en palabras. Julián, de La Brecha, expresó que “estamos alertas también para que no sea una promesa nueva. Hemos coleccionado bastantes promesas ya”.
Día a día la experiencia de los bachilleratos populares continúa multiplicándose en distintos puntos del país, no sólo en la provincia de Buenos Aires -que hoy cuenta con 22 bachilleratos sin reconocimiento- sino también en Mendoza, Jujuy y Rosario, entre otros.
La lucha por la educación popular, que lleva muchos años en la calle, construye a diario en las aulas relaciones más democráticas, más horizontales, que buscan transformar el paradigma con que históricamente se ha concebido el dispositivo escolar, además de resistir frente a las políticas que empobrecen la educación. Julián, en este sentido, sostuvo que “no sólo los bachilleratos están luchando, sino también están diciendo que no al avance de políticas precarizadoras en la educación de jóvenes y adultos. Tenemos una propuesta muy seria, no sólo reconocida por los estudiantes sino también por docentes”.
“Pese a la lluvia estuvimos en la calle, acompañando a los compas que hablaron con las autoridades y nos vamos conformes con una reunión para este lunes en la que esperamos que haya avances, pero ante la negativa tendremos que movilizarnos nuevamente”, aseguró Ana Clara al finalizar la jornada.