Por Mario Hernández.
Después de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, que dejaron un escenario de ballotage entre dos candidatos de fuerzas conservadoras, Lucita, como parte del colectivo EDI, analiza las razones por las que la Capital se niega sistemáticamente al “cambio”. Además, repasa las elecciones de la izquierda y proyecta lo que serán las elecciones presidenciales de octubre y los tiempos que se vienen.
-¿Qué balance hacés de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires?
No arrojaron mayores sorpresas. Que el PRO iba a tener una excelente elección, que iba a volver a ganar en todas las comunas como ya lo viene haciendo, era perfectamente proyectable. La discusión que había era si iba a ganar en primera o en segunda vuelta, sabiendo que desde que existe el régimen de doble vuelta no hubo nunca un ganador en la primera. Sin embargo estuvo bastante cerca, aun sacando menos votos que Macri, la discusión ahora está en por qué razón lo que llaman “el círculo rojo” está intentando que Lousteau se baje de la segunda vuelta.
Si de alguna manera llegara Lousteau en segunda vuelta a un 40%, aunque no ganara, evidentemente se instala como candidato con fuerza para dentro de los próximos 4 años, y creo que esa es su estrategia. Sin embargo, al mismo tiempo Rodríguez Larreta no ganaría tan fuerte como debería y eso se supone que debilitaría el proyecto de Macri a nivel nacional.
-Lousteau denunció presiones…
Sí, lo han presionado para que se baje. Esa es una cuestión, la otra es que no ha sido una mala elección para la izquierda en general en la Ciudad de Buenos Aires, sumadas las fuerzas de izquierda tienen un 7/8%, han sumado legisladores y todavía faltan recontar 500 mesas que suman 100.000 votos, así que algún otro candidato del FIT al que todavía le faltan unas décimas está arañando una posibilidad.
En Córdoba el FIT hizo una muy buena elección…
Sí, el 6% de los votos y 3 diputados provinciales. Es un proceso interesante, incluso impulsa la candidatura de Liliana Olivera en las próximas elecciones a diputada nacional, aunque creo que para salir tiene que conseguir un 9%. El FIT está haciendo una buena performance en todos los lugares en los que se ha presentado. En Santa Fe se pensaba que no pasaba las PASO y no solo lo hizo sino que además en las definitivas aumentó el caudal de votos.
Otro tema que se ha instalado es lo que podríamos titular “Ganó el PRO, pero perdió el cambio”. ¿Cómo ves eso?
Hasta ahora los oficialismos van ganando en casi todos lados, excepto en Mendoza, donde el candidato oficialista del peronismo perdió pero sacó el 40% de los votos. Lo que hay es una recomposición del Partido Justicialista, porque si tomás lo de Mendoza, lo de Santa Fe con Perotti que ha hecho una muy buena elección y el comportamiento que está habiendo en la provincia de Buenos Aires notás una fuerte recomposición del PJ. Ese es el dato que está surgiendo de estas elecciones.
“La izquierda está acumulando un pequeño núcleo”
¿Qué opinión te merecen los candidatos que se están presentando a elecciones?
Creo que en la selección de candidatos, en todas las fórmulas, con excepción del Frente de Izquierda, lo que hubo es una ausencia de política por completo. Son figuras que tienen que ver con lo mediático, que expresan intereses empresariales, que están vinculados a distintas formas de comunicación, artistas, ex deportistas, familiares, porque hay que mirar las listas completas no solo los primeros nombres. Es una verdadera feria de las vanidades, ese cambio de figuritas es porque son muchos los que estaban en un frente y se bajaron de un día para el otro, están los que eran candidatos luego se bajaron y luego se volvieron a postular. Es realmente una situación donde la política está ausente, los intereses que se expresan son de otra índole y porque además están subordinados a las encuestas.
Que en general no aciertan demasiado…
Pero los partidos se guían por las encuestas, donde la mayoría de los dirigentes no han atravesado ninguna etapa histórica, no tienen una trayectoria consecuente en el tiempo. La militancia no es una condición para ser candidato, lo que pasa es que los elegidos no contraen ningún compromiso con los electores y son muy permeables a los poderes económicos. Cuando mandan las encuestas la política está subordinada y se va degradando. Eso ha pasado aquí y en otros países y es claro que es una estrategia del capital.
Una cosa es tener personajes como Macri, que es un hombre directamente de la formación del capital, es uno más de los empresarios, y otra es tener burócratas políticos que pueden expresar los intereses del gran capital pero que de todas maneras están condicionados por los electores, tienen que responder a ellos, etc. Pueden expresar los mismos intereses, pero su comportamiento muchas veces es diferente por su naturaleza social, creo que eso es lo que ha estado en danza durante todo este tiempo. Que los principales candidatos hayan ido al programa de Marcelo Tinelli ha hecho que más que salir fortalecidos, todos ellos, como decía un chiste, le dieron el apoyo para que ocupe un puesto en la Asociación de Fútbol (AFA).
¿Qué perspectivas ves a futuro?
Se abren nuevas perspectivas tanto a nivel nacional como internacional, según como se resuelva el tema de Grecia, la vieja Grecia que peleó por su independencia, que fue cuna de la democracia, que resistió a la invasión de los nazis está a punto de escribir una nueva página de honor en la historia. Por otro lado, acá en Argentina estamos marchando a un nuevo proceso electoral, dentro de la pobreza general, la izquierda está acumulando un pequeño núcleo, ha roto la marginalidad, parece que la polarización que amenazaba con cerrarle muchos espacios no es tanta, parecen estar abriéndose al menos para cargos intermedios y ese es un hecho que veo como muy positivo y que hay que estimular.
El tiempo que se viene no va a ser fácil, por la crisis mundial y por los temas locales, entonces cuanta mayor representación institucional tenga la izquierda, mejor va a ser para la resistencia a cualquier plan de ajuste que se venga. Esa consigna “Un pie en las instituciones y miles en las calles”, que acá tengamos la mayor cantidad de representantes en las instituciones y podamos dinamizar en las calles, es buena para la gente en general.