Las facciones de Mauro Martín y Rafael Di Zeo se enfrentaron a los tiros en las inmediaciones del Nuevo Gasómetro, en la previa del partido de pretemporada que debían disputar Boca y San Lorenzo.
Nadie quiere quedarse afuera del llamado “Mundo Boca”. Ese club que en los últimos diez años es definitivamente el que más repercusión tiene en el fútbol argentino. Problemas de vestuario, dirigenciales, declaraciones de los directores técnicos, todo se magnifica. Y la barra, la famosa “Número 12”, no quiere ser menos. La interna que ya lleva mucho tiempo, entre el sector oficial de Mauro Martín y el histórico de Rafael Di Zeo, tuvo un nuevo episodio, quizás el más violento de todos.
Desde que Di Zeo salió de la cárcel, hace exactamente un año, se propone recuperar la barra. Su sector se acomodó en la tribuna contraria a la de Martín, en la segunda bandeja de la tribuna que da espaldas al Riachuelo, y en su primer partido se mostró amenazante, con un bien calculado gesto para las cámaras hacia la tribuna de enfrente de “te voy a matar”. El otrora líder indiscutido de la 12, no tuvo éxito hasta aquí intentando recuperar la tribuna, pero ahora, con Mauro Martín y su segundo, Maximiliano Mázzaro, presos por un asesinato en Villa Devoto, vio su oportunidad.
Y el momento exacto era el partido que debía disputarse el domingo, por la Copa de Invierno, en el Nuevo Gasómetro contra San Lorenzo, y que luego de los incidentes fue suspendido. Una zona muy abierta, alejada de la Bombonera, y un encuentro de pretemporada, lo que conlleva menor presencia policial. El sector de Di Zeo llegó muy temprano al Bajo Flores, cuando faltaban cinco horas para que ruede la pelota. Esperaban el encuentro con la gente de Martín, ahora liderados por el tercero en la línea, Cristian “Fido” Debaux.
La barra oficial estaba llegando al estadio cerca de las 14, cuando los históricos les salieron al cruce unas cuadras antes, en la zona del cementerio. La esquina de las avenidas Lafuente y Varela fue el escenario de la batalla. Se calcula que se dispararon alrededor de cien tiros y los diversos testigos (vecinos de la zona, dirigentes y socios de San Lorenzo que se encontraban dentro del club) aseguran que la presencia policial fue nula; incluso los móviles de Gendarmería que escoltaban los micros de Martín se fueron del lugar cuando comenzó el enfrentamiento.
Hasta acá el saldo es de dos muertos y varios heridos, uno de ellos de gravedad. Los nombres de los fallecidos son Marcelo Carnevale, de 33 años -del cual se cree que no formaba parte de la interna, si no que se trata de un hincha de Boca que llegaba sólo al estadio y quedó atrapado en el fuego cruzado-, y Ángel Díaz, de 44 años, que fue alcanzado ya muerto al Hospital Santojanni por un auto particular, según informó el SAME.
Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación, dijo que “lamentablemente sucedió lo que se temía”, evitando asumir cualquier responsabilidad propia sobre lo ocurrido. Además, aseguró que su decisión de que el Torneo Inicial se juegue sin público visitante es “inclaudicable” y que se va a juntar “con AFA y la Provincia para que se tome una medida”. “Vamos a buscar hasta la última cámara, para poder aportarla a la justicia y hacer una investigación profunda”, sentenció el militar.
Berni cerró diciendo que el problema de las barras “tiene múltiples factores, donde hay muchos intereses. No hay que hacerse los distraídos. No tengo dudas de que sin complicidad de los dirigentes, esto no sería factible. Alquilan colectivos, dan entradas, participan de la reventa… Yo no estoy aportando nada nuevo, es una cuestión económica que no sería tal sin su complicidad”.