Militantes de Villas al Frente en Los Pinos durante la caravana de limpieza.
Por Agustín Fungi. Cerca de 200 mil personas de la ciudad sufren de discriminación y graves problemas de salud. En Capital Federal, los vecinos de las villas y asentamientos están expuestos a las arbitrariedades de empresas de recolección y del macrismo que habilita millonarios negocios.
Los vecinos de las villas de Capital Federal son discriminados por el Gobierno porteño y las empresas que lucran con la recolección de basura.
Ese rubro es uno de los ítems que más insume del presupuesto metropolitano: cerca de 30 mil millones de pesos. Una cifra gigante respecto de la destinada a vivienda por ejemplo, a lo que se le asigna para 2014 cerca de 1.200 millones de pesos. El monto disminuyó un 2,14% respecto del 2013, manteniendo cada año un recorte en la suma.
En la mayoría de las villas porteñas la empresa que ganó el pliego es Urbasur, que está relacionada con Ashira. Esta última es la empresa que también lleva los camiones atmosféricos que destapan pozos ciegos y limpian cañerías en los barrios. Esa es otra de las partes del negocio, ya que se trata de un ítem de emergencia.
La presencia de las villas y asentamientos está concentrada sobre todo en tres barrios porteños.
La comuna 8 tiene la mayor cantidad de villas: Villa Lugano, Soldati y Riachuelo representan el 32,9% de la población, según el último censo. En esa zona tres empresas fueron adjudicadas con la licitación de recolección de basura, por casi 100 millones de pesos.
Según el relevamiento de la DGEyC, organismo porteño, en las villas viven en promedio 4,1 personas por hogar, aunque en algunos asentamientos trepa a 7,3 por vivienda, generando serios problemas de hacinamiento habitacional.
Hay inclusive muchos asentamientos que están construidos directamente sobre rellenos sanitarios, como el Barrio Ramón Carrillo, construido en los años noventa, sin haberse realizado una limpieza del suelo previa.
Hasta hace un mes se realizaron mesas participativas en los barrios, que pusieron en común a vecinos y gobierno porteño en discusiones sobre la problemática. El funcionario al frente de Higiene Urbana, Mariano Campos, asumió compromisos de trabajo con los vecinos.
“Hay basurales a cielo abierto en las villas. Muchos están cerca de los centros de salud y colegios. Existen casos paradigmáticos de boulevares que se utilizan de basurales, como los de Avenida Riestra que atraviesa muchos barrios, en Los Pinos y en Piletones. Ahí hay hasta cuatro metros de escombros, sin limpieza alguna”, manifestó Jonatan Baldiviezo, abogado ambientalista y de Derechos Humanos.
“El gobierno porteño está en falta, no ha avanzado desde las mesas participativas, lo prometido no se cumplió y seguimos siendo afectados”, manifestó Rodrigo, vecino de la 21-24 y militante del Movimiento Villas al Frente.
El movimiento se trata de una expresión de vecinos de todas las villas porteñas agrupados en organizaciones sociales y políticas. En el día de ayer realizó una caravana de limpieza por los barrios Carrillo, Fatima, Los Pinos y Los Piletones, una de las zonas más afectadas por la crisis sanitaria. Recorrieron el lugar con escobas y elementos de higiene mientras se daba a conocer por radio abierta la situación común de problema sanitario.
“Los pliegos no contemplaban la recolección en las villas. Los camiones no ingresaban. Recién este año, con los nuevos pliegos para toda la ciudad, se empezó a contemplar las áreas que incluían a las villas”, comentó Baldiviezo. Desde Villas al Frente este reclamo se mantiene vigente contra el gobierno, como los compromisos anteriores asumidos. En el presupuesto porteño todavía está en etapa de preadjudicación. Las recientes conquistas en horarios del servicio y ampliación original de las zonas comprendidas, logradas por la organización de vecinos da la pauta de que se puede avanzar en la solución.