Por Carla Perelló. El diario Hoy, segundo platense de mayor tirada, despidió a diez trabajadores luego de que comenzaran a organizarse y mantiene al resto en pésimas condiciones laborales. La autodefinición de su directora elude cualquier eufemismo: “Soy reaccionaria y dictatorial”.
Las condiciones de trabajo en el diario Hoy de La Plata dejaron de ser un secreto a voces y trascendieron las fronteras tras el despido de diez trabajadores en los últimos 15 días. Trabajo en negro, falta de pago de horas extras y hasta el maltrato laboral son parte del combo que ofrece el segundo medio platense con más años e importancia. Parte de la denuncia de los y las trabajadoras apunta al Gobierno bonaerense, ya que consideran que la situación es “avalada” por las autoridades provinciales a través del “financiamiento al diario con una pauta oficial millonaria” y por los reiterados pedidos de inspección “acumulados” en el ministerio de Trabajo. Los despedidos buscan la reincorporación y que “se trabaje en la legalidad”.
“Las condiciones se conocen”, afirmó David Barresi, uno de los despedidos, en declaraciones a Marcha. Según cuenta, el recambio de personal es constante, razón por la cual son muchos los que saben cómo se vive en el diario dirigido por Miryam Chávez de Balcedo. “La violencia laboral no se soporta. Te despiden o te llevan a que renuncies”, ejemplificó Barresi.
Las pruebas no son pocas y Chávez de Balcedo no balbucea al autodefinirse. “Que quede bien claro: soy reaccionaria y dictatorial”, le dijo con voz firme a dos periodistas de Infoplatense. “¿Qué culpa tengo yo de que sean tan burros?”, se oye en un audio que desde septiembre del año pasado difunde el Colectivo de Prensa de Trabajadores de La Plata (CTP-La Plata). Allí, la señora “Nené”, como le dicen, echaba a un trabajador.
Hace un tiempo, cansados de la situación, los trabajadores comenzaron a organizarse. Periodistas, diseñadores gráficos y administrativos tomaron la decisión de terminar con la precarización y el maltrato. A cada quien que llegaba le comentaban qué era lo que demandaban: que se cumpliera con el convenio colectivo de trabajo 541/08. “Fuimos construyendo el grupo en tres años y llegamos hasta acá. Muchos compañeros pensaron en renunciar, pero consideramos que antes de que hubiera un despido nos teníamos que organizar porque nunca antes se dio una respuesta colectiva”, explicó Barresi.
El proceso de los y las trabajadoras no se acotó al ámbito de la redacción, llevaron las denuncias pertinentes al Ministerio, al frente de Oscar Cuartango, y las hicieron públicas. Realizaron marchas y pegaron afiches por la ciudad. “El diario Hoy facturaba al Estado a nombre de una empresa y mantenía a los trabajadores bajo dependencia de firmas fantasmas con dirección en un terreno baldío”, aseveraron desde el CTP-La Plata en un comunicado publicado el 4 de agosto. También denunciaron que la empresa dejó de pagar las indemnizaciones ordenadas en los juicios laborales que perdía el diario y su directora “hasta obligó a renunciar a todos los empleados para tenerlos como monotributistas”.
En esta ocasión, los cesanteados llamaron y realizaron una marcha en la puerta del diario, ubicado en 32 entre 3 y 4. El jueves pasado, el ministerio de Trabajo llamó a una audiencia en la que la empresa no se presentó. Acompañados por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), los periodistas y diseñadores que ahora están fuera solicitaron una nueva inspección en la redacción. Pero, aclara Barresi, la resolución definitiva del conflicto depende de “una decisión política”. Según contó, en diez años en el diario hubo inspecciones: “Los directivos siempre sabían que iban y en esos momentos sólo había gente en blanco, o si llegaban cuando había empleados en negro no los dejaban pasar”.
El diario Hoy, nacido en 1993, contaba hasta hace dos semanas con poco más de 35 personas en su planta. Su fundador fue Antonio Balcedo, fallecido en 2012, histórico dirigente gremial del Sindicato de obreros y empleados de la educación y la minoridad (Soeme). A pesar de la historia, los empleados aseguran que en 14 años no les permitieron actuar de forma colectiva ni afiliarse al sindicato de prensa. “Cuando hubo un intento de elección de delegado, esa persona fue despedida. El sólo hecho de pedir el salario que te corresponde o negarte a que te cambien los francos significaron despidos”, comentaron.
Giselle Leclercq, quien también fue despedida luego de trabajar durante 11 meses sin estar debidamente registrada, explicó que “en el diario se viven todos los días amenazas de despidos y suspensiones, el clima es de violencia permanente”, incluso para quienes quedaron adentro.
“La lucha contra el diario viene de larga data, hace 20 años que trabajan de la misma manera. Ahora esperamos que el ministerio intervenga y queremos que la gente que lee este diario sepa en las condiciones en las que se trabaja”, manifestó.
Otra arista de la problemática, según comentó Barresi, es la falta de respuesta sostenida y consistente por parte del Sindicato de Prensa Bonaerense, agrupación de base de la Fatpren. “Nosotros queremos que nos acompañen”, reclamó. Ahora la idea es cambiar el final de la historia. “Queremos la reincorporación y trabajar en la legalidad”, fueron las palabras justas del dirigente.
Más de tres millones en pauta publicitaria
A pesar de que se dio a conocer por distintas vías -públicas y legales- el grado de precarización que brindan a los trabajadores de prensa del diario Hoy, la administración de Daniel Scioli nunca dejó de publicitar en sus páginas. Esa acción va en contra de la ley 14.318 -aprobada en 2011- que adhiere al artículo 64 del Estatuto del Periodista, el cual establece que el Estado no dará pauta a los medios que tengan a sus empleados de manera irregular.
Según datos de la contaduría de la empresa Edigráfica S.A., la provincia de Buenos Aires aportó unos tres millones de pesos en concepto de pauta publicitaria oficial. En lo que va del año le transfirió al menos 1.646.160 pesos. En tanto, indican que ARBA, el organismo de la Provincia de Buenos Aires encargado de “combatir la economía en negro” y la “evasión fiscal”, desde enero hasta el 8 de agosto hizo un aporte de 900.144 para promocionar, por ejemplo, el “Plan de Inclusión Tributaria”.
La Secretaría de Comunicación Pública también puso su granito de arena: “Giró, en el mismo lapso, 746.016 pesos”, acusaron los trabajadores de prensa.
“Es conocida la difícil situación de los profesionales, sobre todo jóvenes, ante la falta de reconocimiento de sus derechos laborales y sociales, lo que ha sido objeto de reiteradas denuncias por parte de las organizaciones gremiales, que instan a finalizar con dichas prácticas”, escribieron diputados y senadores bonaerenses en los fundamentos de la ley que aún espera ser cumplida.