Por José Llambías
La Asociación Médicos de la Actividad Privada (AMAP), creada en 1998 pero con personería gremial desde el 2007, denunció al Hospital Británico y al Hospital italiano por mantener personal médico en negro desde hace ya varios años.
En los últimos días hemos asistido al trajín mediático por el recorte presupuestario al Hospital Garraham promovido por el Pro y respaldado por la legislatura porteña. Asimismo, tuvo mucha circulación la noticia sobre la esxplosión de una máquina esterilizadora en el Hospital de Clínicas, poniendo a la vista la situación de abandono que vive el edificio. Ambas noticias no solo se corresponden por ser instituciones médicas, sino que evidencian la compleja situación que atraviesa el sistema de salud pública.
Sin embargo, hay otra cuestión que suele tener un carácter menos masivo en la agenda de los medios. Nos referimos a las condiciones de precarización laboral en la que trabajadores y trabajadoras están inmersos y que no se dan solamente en los centros públicos sino que, paradójicamente, ocurre en instituciones privadas que cobran por sus servicios y que muchas veces reciben onerosos subsidios.
“El trabajo en negro en la Argentina de los médicos se justifica, entre otras cuestiones, por el carácter liberal que tenía la profesión. Por otro lado, el imaginario social de que los médicos formamos parte de una elite alcanza a quienes hacen las estadísticas, que no incluyen al trabajo médico entre los más precarizados”, sostuvo el Dr. Antonio Di Nanno, secretario del Interior de la AMAP.
Lo cierto es que según datos de la AFIP y el Ministerio de Trabajo de la Nación, hasta mayo del corriente año sólo el 2 por ciento de los médicos que trabaja en clínicas y sanatorios privados del interior del país está registrado. El otro 98 por ciento es monotributista. Hasta aquí, algo que puede resultar no tan novedoso si lo comparamos con otros sectores donde el interior cuenta con niveles de precarización muy elevados.
En Capital Federal, sin embargo, los números son diferentes. Dirigentes y profesionales informaron que el porcentaje de médicos en relación dependencia alcanza el 50 por ciento de los trabajadores y trabajadoras, con la excepción de los Hospitales Británico e Italiano donde el número trepa al 80 por ciento. Desde el sindicato pretenden revertir la situación denunciando la situación.
En ese sentido el Dr. Héctor Garín, Presidente de la AMAP, señaló: “Se sigue impidiendo que los médicos que se desempeñan en estas entidades de salud cuenten con condiciones de trabajo que estén dentro de lo que dice la ley, además de salarios dignos acordes a la calificada tarea que realizan los profesionales”.