Hubo una delegación de salvadoreñas que viajaron para denunciar la re- militarización del territorio y la persecución de la justicia a las mujeres jóvenes y pobres. Es que la próxima parada del feminismo sin fronteras será en el país centroamericano. Y allí nos veremos.
Por Laura Salomé Canteros / Foto: Nadia Petrizzo
Hay una conexión que no reconoce fronteras sino convicciones para seguir la lucha. Aún en las condiciones más adversas los feminismos crecen desde el pie y se organizan, alrededor de la empatía y de causas que hermanan. Por primera vez en un Encuentro, una grupo de activistas feministas salvadoreñas participó, consolidando con sus voces lo que las migrantes de ese territorio ya venían haciendo dentro del movimiento en Argentina. Es que El Salvador fue declarado “Estado femicida” en los escenarios del “Ni Una Menos” de 2018 y 2019 y en el último 8M, “Paro Global de Mujeres”.
La delegación de feministas salvadoreñas estuvo conformada por casi una decena de integrantes del Comité gestor del XV Encuentro Feminista de América Latina y el Caribe (EFLAC), que tendrá sede en El Salvador en noviembre 2020. Fue una participación que constituyó un hito histórico en la construcción de un feminismo que se sabe sin fronteras.
Es que después de 26 años, el EFLAC vuelve a Centroamérica y es un hecho político fundamental para fortalecer la organización feminista en la región en épocas de marea verde. Por eso, quienes viajaron al #34Encuentro son las que forman parte de las comisiones de logística, contenidos y comunicación. Todas organizadas, integrantes de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, del movimiento ecofeminista, de la Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos, de la Colectiva Feminista, de la Asociación de Jóvenes Feministas y las que forman parte de la Red de Jóvenes Feministas.
El Salvador es uno de los tres países en Centroamérica que penaliza el aborto de manera absoluta junto a Honduras y Nicaragua, negando el derecho a la salud y la vida para las mujeres y personas con capacidad de gestar. Así lo cuentan las activistas feministas que llegaron a La Plata para denunciar: “la realidad centroamericana se encuentra atravesada por la re-militarización y represión estatal, la criminalización de las personas Defensoras de Derechos Humanos y activistas, con Estados serviles a las políticas racistas y xenofóbicas de (Donald) Trump”, e informaron: “nos persiguen, estigmatizan, criminalizan y asesinan por defender derechos e incluso por decidir sobre nuestro cuerpo-territorio”.
Por eso, algunas de las activistas participaron de los talleres relacionados a la legalización del aborto; aunque también se interesaron por los relacionados con la historia de los Encuentros, para conocer los debates, posicionándose junto a la demanda de que sea “plurinacional” y de y con las “mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries”.
Las salvadoreñas participaron con Marcela López, por primera vez, en la Mesa del domingo al mediodía en la Plaza San Martín, de “Feministas del Abya Yala”, comunicando lo que pasa en la región centroamericana; sobre todo allí y en Honduras, Nicaragua y Guatemala.
En El Salvador hay 16 mujeres en la cárcel debido a las leyes que penalizan el aborto, todas pobres, jóvenes y en ocasiones víctimas de violencia sexual, todas encerradas tras llegar al hospital y condenadas hasta a 40 años de prisión. “Hoy hacemos un llamado a la sororidad y solidaridad feminista con Evelyn Hernández, quien desde el 2016 es perseguida por el Estado salvadoreño”, pidieron. “Ella no tuvo acceso a educación integral en sexualidad, enfrentó violencia sexual y tras una emergencia obstétrica, fue condenada a 30 años”, contaron. La Fiscalía General de la República, en un acto de odio contra las mujeres pretende condenarla nuevamente. “Unamos nuestra voz feminista para exigir justicia para Evelyn”, declararon, “repudiamos a la Fiscalía por machista y criminal. Vivas y libres nos queremos” y finalizaron: “que (el aborto) sea Ley en toda América Latina y el Caribe”.
“Las bichas” marcharon en el bloque de la campaña “Somos plurinacional”, levantando la demanda del ser feministas desde una perspectiva que cuestione la lógica de los Estados- Nación, sin fronteras; ya que entienden que la solidaridad y la sororidad feminista es lo primordial. Y a eso llegaron, a tejer y enredarse con todas las Compas del sur. Para que las redes puedan ser fuertes entre nosotras y en este caso concreto, exigir justicia para Evelyn.