El ministro de Planificación, Julio de Vido, y de Economía, Axel Kicillof, estuvieron de gira por China y Rusia en búsqueda de financiamiento para obras de infraestructura. El fracaso del Swap, los bonos de YPF, y los acuerdos con las cerealeras.
La necesidad de revertir la sangría de divisas sufrida por la economía argentina en el último tiempo, trajo aparejado el “regreso” a los mercados de la Argentina, que ha venido configurado la política llevada adelante desde el nuevo equipo económico, que asumió tras los cambios de gabinete registrados unas semanas atrás. Dentro de esta perspectiva podemos incorporar el “road show” que los ministros de Planificación y Economía, Julio de Vido y Axel Kicillof, llevaron a Rusia y China y los bonos lanzados recientemente tanto para las cerealeras, como para pequeños y grandes inversores desde YPF.
Primero con la presencia exclusiva de Julio de Vido, y luego incorporándose Axel Kicillof, los ministros del gobierno nacional realizaron una gira por Rusia y China en busca de financiamiento para infraestructura, fundamentalmente el objetivo era conseguir inversiones para las represas que proyecta construir el gobierno en la región patagónica. Nos referimos al Complejo de Aprovechamientos Hidroeléctricos del Rio Santa Cruz, donde se planea que funcionen las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
Con una potencia máxima de 4900 Megavatios, ambas represas finalizadas representarán el 4,7% de la energía del sistema eléctrico actual. Dentro de la cartera de proyectos que llevó a la gira el ministro de Planificación, Julio de Vido, se contemplaba en total 15 proyectos energéticos y una inversión necesaria para llevarlos a cabo de 19 mil millones de dólares, que junto a los proyectos de infraestructura mencionados también incorporaba financiamiento para obras de minería y energía eólica. Todos estos proyectos se presentaron primero en Rusia y luego en China ante cientos de empresarios del sector
En relación a la gira realizada en China, De Vido sostuvo: “La presencia de tantos empresarios chinos me hace pensar que habrá muchas ofertas de este país en las licitaciones. Por otra parte, hay que dimensionar el impacto de estas obras, cuyo monto de ejecución equivale casi al total de la inversión en infraestructura por año en Argentina”.
De los 15 proyectos, se incluyen 11 represas más que se establecerán en las provincias de Neuquén, Mendoza, San Juan, Santa Fe, y Corrientes. Las estimaciones del gobierno indican que todas esta centrales hidroeléctricas finalizadas significarán el 20% de la energía que hoy por hoy se produce, con el importante ahorro que conllevarán en términos de importación de energía. Por otro lado, como viene siendo habitual en este tipo de proyectos, los socios locales de los inversores chinos y rusos serán quienes se han venido beneficiando de obras de infraestructura en estos últimos 10 años, esto es: Electroingeniería, el grupo Roggio, y Cristóbal López.
Dentro de la cartera de proyectos también estaba incluida la construcción de una importante Torre de Comunicaciones, por la cual se mostraron interesados la Radio Film Televisión (RFT) y la China State Construction Engineering (Cscec). Al ser consultado sobre los resultados de la gira De Vido indico: “creo que en este tipo de asociación ganan las dos partes. Argentina mejora su infraestructura y competitividad, mientras que China, si Argentina mejora en este sentido, podrá acceder a importar los productos que nosotros les vendemos con precios más competitivos”.
Sin embargo mas allá de los anuncios realizados por Kicillof y de Vido, por ahora solo existe la promesa de empresarios chinos y rusos de discutir y analizar las propuestas llevas por Argentina, aunque por ahora no existe ningún acuerdo firmado. Desde el Ministerio de Planificación sostuvieron que los acuerdos por las represas se postergaron hasta febrero o marzo, cuando se termine de discutir la letra chica de los mismos.
Por otro lado tampoco tuvo un curso positivo el swap, o canje de divisas que Axel Kicillof buscaba traerse de China. Mediante este mecanismo financiero desde Economía buscaban aliviar un poco la sangría de divisas que sufre semanalmente en Banco Central.
Dentro de las medidas para contener la caída de reservas del Central desde el equipo económico lanzaron durante la semana pasada dos bonos destinados a este objetivo. Nos referimos al bono de YPF que apunta tanto hacia pequeños como grandes inversores y al bono suscripto luego de arduas negociaciones, entre el gobierno nacional y las principales empresas cerealeras.
El bono YPF plus rendirá un 19% anual más un porcentaje por producción, y el monto mínimo para acceder al mismo será de 1000 pesos. Desde YPF sostuvieron que estos bonos son “el primer producto del mercado dirigido a pequeños inversores que, además de asegurar una renta fija, otorga a los ahorristas la posibilidad de beneficiarse con el crecimiento de la empresa”. Por otro lado el bono destinado a los grandes inversores tendrá un piso mínimo de 1000 dólares, funcionará a tasa fija y el agente de pago y transferencia será el Bank of New York.
Por su parte el bono que el gobierno ha suscripto con las principales cerealeras, está destinado a captar divisas de la cosecha de soja que aun no ha sido liquidada, debido a la especulación propia de este mercado con el valor del commodity y la evolución del precio del dólar. El objetivo es conseguir 2000 millones de dólares mediante un bono que pagará el 3,65%, con un vencimiento de 180 días, atado al dólar oficial. Esto implica que si bien el bono suscripto es en pesos, al estar atado al dólar permitirá un negocio para nada desdeñable para los grandes grupos cerealeros.