Por Gonzalo Reartes
Segunda parte de la entrevista a Carlos Sanabria, conductor del programa radial Derrocando a Roca. La militancia, la coyuntura política y el sinuoso camino de los medios populares.
¿Qué papel ocupa la militancia política de cada integrante en el armado y el desarrollo del programa?
Si nosotros queremos llegar a un público amplio, más allá de los convencidos, la heterogeneidad tiene que existir. La militancia política no debe ni puede ser nunca un obstáculo. Las ideas están para debatir y para construir. Consideramos que Derrocando a Roca no es un partido político y que no tiene por qué plantarse, por ejemplo, ante una coyuntura electoral de forma partidaria. En el programa hemos tenido todas las voces, a favor del voto en blanco, en contra de Macri, a favor del kirchnerismo, etc. La diversidad de ideas aporta a la construcción pese a que el proceso pueda ser más lento en términos de búsqueda de consenso. Lo que une es el trasfondo del proyecto, un proyecto de comunicación alternativa, que cuestione la historia oficial; no podemos dividirnos por una cuestión coyuntural electoral. Hace poco invitamos a un referente de jóvenes PRO al programa, hubo una charla al aire de cuarenta minutos. La idea es aprovechar estos espacios. Que la izquierda deje de subestimar a la derecha. Plantear escenarios, trascendiendo las chicanas, y dejar que sea el oyente quien realice su propia crítica. No ganamos nada quedándonos en la cómoda postura de escucharnos entre nosotros y felicitándonos sin dar un serio debate político.
¿Cómo caracterizás la actual coyuntura política post balotaje?
El desafío en este momento del periodismo es tener creatividad para hacer una crítica. El PRO está en el gobierno y cualquier política que lleven adelante será respaldada por políticas comunicacionales. La creatividad tiene que ver con no caer en lugares comunes (“Macri facho”, etcétera), es decir, intentar disputar el sentido común: qué dicen y qué no dicen. Respecto al kirchnerismo, creo que es un final triste porque se va por derecha, adoptando una agenda que hace años era impensada, sobre todo en materia de seguridad: hoy la provincia está llena de policías y eso no tiene nada que ver con la prevención. Que el representante del kirchnerismo haya sido Scioli es tristísimo y forma parte de la derrota, ya que el PRO se cansó de correr por izquierda al FPV, en esencia, a un tipo sin gestión y con las escuelas destrozadas. De cara al futuro, creo que es una gran oportunidad para que los sectores progresistas hagan un cuestionamiento, una autocrítica y también una ruptura con ciertos de personajes (burócratas de la CGT, tipos nefastos como Berni, etcétera). Asimismo, será interesante ver cuál es el escenario que plantee la militancia de base, la militancia juvenil del kirchnerismo: si seguirá acompañando con la cabeza gacha o si va a proponer distintas ideas y nuevos referentes para lo que viene.
Algunos sectores de la izquierda optaron por el electoralismo, otros han priorizado el trabajo territorial y otros son una esencia de ambas posturas, ¿Qué papel considerás que debería desempeñar el arco político de la izquierda en general? ¿Cómo caracterizás el rol del FIT en las últimas elecciones y su llamado al voto en blanco?
Ante todo aclarar que la respuesta es personal. En nuestro grupo algunos compañeros siguieron la línea de Patria Grande y otros votaron en blanco. Creo, lamentablemente, que el FIT demostró cierto techo a nivel electoral. No se puede lavar mucho más el discurso de la izquierda. Es decir, para llegar a un público amplio hay que decir las cosas de otra manera y no caer en los lugares comunes del trotskismo. Hay debates que son demasiado pequeños. En mi opinión, no importa tanto lo que haga la dirigencia en una coyuntura electoral, sino el papel de la militancia de base. Que el FIT haya llamado al voto en blanco era esperable. No iban a plantear el apoyo al mal menor porque no se puede bancar a los tipos que te reprimen en la Panamericana, que te estigmatizan continuamente, que te hacen pelota las fábricas, que utilizan la burocracia sindical para matarte (como ocurrió con Mariano Ferreyra). Respecto a las posturas electoralistas, la esencia está en los proyectos de base. Por un lado, tener legisladores de izquierda es importante porque es una voz que molesta a los sectores hegemónicos. Es decir, hay que construir desde abajo, en lo territorial, y ampliar esas luchas en el Congreso. Hace poco sacamos una nota acerca de “Che Pibe” (fundación de Villa Fiorito) que inauguró un turno noche en un jardín para los hijos de los cartoneros del MTD, creo que allí está la resistencia: en la gente de los barrios organizada y que sale todos los días a luchar.
Los medios comunitarios y alternativos suelen toparse con diversos obstáculos, ¿Cuáles de éstos fueron los más duros que enfrentaron y cómo repercutió en ustedes esa lucha contrahegemónica?
Desde nuestro lugar no nos queda otra que levantar la bandera de la autogestión, lo cual hacemos orgullosos. Esto implica que si uno no se mueve y no trata de difundir su laburo, nadie lo va a hacer. La difusión en redes sociales ayuda pero no define en nada, si los contenidos no tienen calidad, la gente no te escucha ni te lee. Hemos construido una identidad y eso muestra cómo algo que comenzó como un proyecto de una materia de la facultad puede generar un espacio de pertenencia al punto en el que el tiempo marginal invertido, que requiere un gran esfuerzo y un gran desgaste, constituye una parte esencial de nuestras vidas cotidianas. En eso ha repercutido esa lucha. En el día a día, en el pensar contenidos todo el tiempo, por fuera y por dentro de los horarios laborales y personales. Y los obstáculos tienen que ver con la falta de fondos y de medios y el desafío que implica construir algo con contenido y de calidad que esté a la altura de los grandes medios masivos. Derrocando a Roca surge de un proyecto de facultad, y vuelvo sobre esto porque no es menor. Esto muestra que con laburo y con ganas se puede crear algo propio. Hay que dejar de pensar en términos de ocupar espacios del medio y mostrar cómo en vez de andar laburando gratis para un productor de una radio, juntándote con gente afín podes crear algo con una impronta distinta y distintiva a la vez. Dejar ese mensaje de incentivo a la comunicación popular es el mejor mensaje que podemos dar desde nuestro espacio.