Con Scola como único referente de la Generación Dorada, la Selección argentina de básquet terminó primero en su grupo en la ronda inicial del Premundial de Caracas, con tres victorias y una derrota.
Es la primera gran prueba para el recambio del básquetbol argentino. Fabricio Oberto se retiró; Emanuel Ginóbili tiene 36 años; también Pablo Prigioni. Ninguno de ellos participa del Torneo de las Américas, el Premundial que se disputa en Caracas y que otorga cuatro plazas para el campeonato a disputarse el año que viene en España. El único medallista olímpico en Atenas 2004 es el capitán del seleccionado, Luis Scola, que se erige como el líder de un plantel joven y que recién está empezando a sumar experiencia en el nivel internacional.
La preparación tuvo muy buenos resultados, primero en la Copa Stankovic en China, donde sin varios titulares perdió un solo partido, en el debut frente a Australia; y luego en la Tuto Marchand, en Puerto Rico, donde cayó en la final contra los locales, probablemente los máximos candidatos a ganar el torneo que se disputa en el Poliedro de la capital venezolana.
El debut argentino no permite mayores análisis. El rival fue el más débil de los diez equipos que participan en el Premundial: Paraguay. Sin mayores inconvenientes, recurriendo a lo más profundo de su rotación (Scola jugó solamente los 10 minutos del primer cuarto), los dirigidos por Julio Lamas pasaron por arriba a los guaraníes 95-60.
Las dudas aparecieron al día siguiente: una República Dominicana encendida pasó por arriba a Argentina 91-72. Fue un partido donde se combinó lo peor de los albicelestes, que tiraron un pésimo 36 por ciento de cancha y perdieron 41-27 la batalla por los rebotes, con lo mejor de los caribeños, que tiraron un 55 por ciento (11/18 en triples). Lo más preocupante fue el bajísimo nivel individual de Luis Scola, que solamente anotó la cuarta parte de sus intentos al aro.
Después de descansar un día, la prueba de la tercera fecha era durísima: el local, Venezuela, dirigido por el argentino Néstor “Che” García, que preocupaba por el peso del público y por el estilo de juego atlético y dinámico, similar al desplegado por Dominicana. Fue una muestra del carácter argentino, que sin jugar bien estuvo por debajo en el marcador todo el partido y lo ganó (77-71) en los cinco minutos finales, con una actuación fantástica del base de Peñarol, Facundo Campazzo (17 puntos, 7 asistencias, 4 rebotes y 3 robos). El equipo de Lamas ganó el último cuarto por 15 de diferencia, permitiéndole anotar solamente 11 puntos a la Vinotinto.
Finalmente, en la última fecha llegó el que en los papeles, y a la vista del rendimiento hasta aquí, era el rival más complicado, México. Los norteamericanos ganaron con relativa facilidad sus tres primeros encuentros y tienen en el pivot de los Atlanta Hawks Gustavo Ayón a una de las figuras más destacadas del torneo. Sin embargo, Argentina mostró su mejor nivel, y luego de un primer cuarto parejo (26-26) afinó la defensa y mantuvo un gran juego de pases en ataque (27 asistencias en total) para terminar llevándose el partido con total comodidad, 98-78. Además del triunfo que aseguró el primer puesto de la zona, la gran noticia de la jornada fue el rendimiento de Luis Scola, que con 25 puntos apareció por primera vez como el líder que este equipo necesita. También volvió a destacarse Campazzo (9 puntos y 9 asistencias), y acompañaron muy bien Selem Safar (18 puntos) y Marcos Mata (13).
Ahora, Argentina se enfrentará a los cuatro clasificados de la otra zona y arrastrará dos puntos por sus victorias ante Venezuela y México (los del triunfo contra Paraguay, por haberse quedado el rival afuera del torneo, no se trasladan a la segunda fase). La primera prueba será el jueves, contra Jamaica, y las expectativas de conseguir uno de los cuatro lugares para España 2014 son muy altas. Las del recambio generacional, recién se empiezan a vislumbrar.
El fracaso de Brasil
Por primera vez en su historia, el seleccionado brasileño, dirigido por el argentino Rubén Magnano –campeón olímpico en Atenas 2004-, se quedó afuera en la primera fase de un Torneo de las Américas. La verdeamarelha no contó con sus cuatro NBA, Nené, Anderson Varejao, Tiago Splitter y Leandrinho Barbosa, y se mostró totalmente falto de coordinación, sin variantes ofensivas y con una defensa endeble. Cayó frente a Puerto Rico, Canadá, Uruguay, y finalmente el martes ante Jamaica, para consumar la gran sorpresa de Caracas.
Al equipo brasileño todavía le queda la esperanza de que la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA) le dé una de las cuatro plazas que se reserva como invitación para el Mundial, en tanto nunca se perdió un torneo de este tipo y, además, será el organizador de los Juegos Olímpicos de 2016. Para eso, paradójicamente, deberá depositar sus esperanzas en la clasificación de Argentina, que de lo contrario recibiría casi con seguridad la invitación de FIBA.
¿Sabotaje eléctrico?
Alrededor del mediodía del martes y durante varias horas, un apagón afectó a Caracas y a otras ciudades importantes de Venezuela. Por esta causa se debió suspender el partido que República Dominicana le ganaba 82-54 a Paraguay (se le dio por ganado a los caribeños) y debió reprogramarse Uruguay-Canadá. El presidente bolivariano, Nicolás Maduro, denunció a través de Twitter un “golpe eléctrico” de la derecha, y el ministro del Poder Popular para el Interior, Miguel Rodríguez Torres, aseguró que no descartan el sabotaje y que “se están iniciando las investigaciones correspondientes”.