Entrevista con Daniela Ortiz, artista peruana, anticolonial, abolicionista de las Leyes de extranjería, antirracista y feminista, que vivió durante varios años en España, en donde comenzó su militancia anticolonial y antirracista que se expresa en su obra de arte.
Por Camila Parodi, César Saravia y Maru Waldhüter/ Foto Ferran Nadeau – El Periódico
A los 21 años, Daniela decidió migrar a España con una imagen de Europa que ella define como “idealizada, gracias a un sistema colonial que nos hace creer en su superioridad frente al Sur global”. Esta visión idealizada de Europa cambió para Daniela en la medida que fue conociendo los abusos en las fronteras, las redadas de deportación y persecución de miles de migrantes de países latinoamericanos y africanos. Daniela militó en las organizaciones migrantes y por el cierre de los Centros de Detención de Extranjeros. Luego de ser madre, junto a otras compañeras migrantes organizaron el “Colectivo Madrecita”, para oponerse a la quita de custodia.
En esta entrevista, quisimos conocer sus impresiones sobre la política migratoria en Europa, que en las últimas semanas fue noticia a raíz de la masacre de al menos 37 migrantes en Melilla, frontera española custodiada por Marruecos, y de cómo esto no responde a algo accidental, sino a una política sistemática que tiene una base en el racismo institucionalizado y lógicas imperialistas. También charlamos sobre su trabajo artístico y sus proyectos para los próximos meses.
Recientemente enviaste una carta al Museo Reina Sofía para que retirara tu obra, por la Cumbre de la OTAN que se llevó a cabo estos días en España, ¿querés contarnos un poco de eso?
Bueno, lo que ha sucedido es que ha habido esta cumbre en Madrid, como todos saben, de la OTAN, en donde yo creo que se veía venir, pero se ha consolidado una postura de agresividad absoluta, en el sentido de reforzar el orden imperial. O sea, está clarísimo que la OTAN, los países miembros, y principalmente Estados Unidos, tiene una agenda de no permitir que existan otros poderes, ya no solo militares, sino económicos. Porque la declaración en relación a China tiene que ver principalmente con un tema económico. O sea, China no supone ningún riesgo a nivel militar para los Estados Unidos ni para Europa pero sabemos que esto deviene de una guerra económica a China y cualquier otro país u organización de países que se oponga al modelo económico que ellos imponen. Por otro lado, creo que ha sido una especie de formalización de lo que ellos entienden como una Tercera Guerra Mundial, porque la incorporación de Finlandia y Suecia supone una agudización inmensa del conflicto en relación a Ucrania y es una decisión que han tomado de abrir el proceso de una guerra más amplia. Una cosa que ha sido aberrante en relación a eso, es que ha sido, en parte, en canje por agudizar la persecución y la guerra contra el Pueblo Kurdo.
España venía empujando para que la OTAN incorporara lo que llaman los “flujos migratorios” dentro de su agenda. Es decir, militarizar más aún el sistema de control migratorio, que ya está en un grado de violencia aberrante, que lo podemos ver, no solamente con la matanza de por lo menos 37 personas migrantes, de forma absolutamente abierta, sabemos perfectamente que cuando un Estado, los medios de comunicación, quieren ocultar algo, lo ocultan, pero la matanza que ha habido en Melilla en los recientes días, al frente de las cámaras, con una reivindicación y defensa de todas las autoridades españolas, eso es una una declaración de la postura que están consolidando y que en el marco de la cumbre de la OTAN han logrado formalizar, de agudizar también esta guerra que va a ser en contra del Sur global en general, que se viene agudizando, pero que va a incorporar también a la población migrante, de una manera más drástica. Lo de Melilla no es una excepción, estamos hablando que el año pasado hubo cuatro mil muertes en las zonas de frontera, que se sepa, porque eso es lo que se llega a conocer en los medios de comunicación.
En el marco de la cumbre de la OTAN han logrado formalizar, de agudizar también esta guerra que va a ser en contra del Sur global en general
Entonces, en el marco de esto, las esposas de los mandatarios de la OTAN, organizadas por la Casa Real Española, aparte por una monarquía, hacen una serie de actividades protocolares en las cuales incluyen una visita al Reina Sofía y, en concreto, una fotografía al frente del Guernica. Que esto también tiene que ver con una postura política en relación a las declaraciones de Zelenski, hace un mes, en el Parlamento español, donde él hizo una comparación de la situación en Ucrania, con el bombardeo a Guernica, que a nivel político y a nivel histórico sabemos no tienen nada que ver. Eso es permitir que se manipule, no resguardar la integridad política. Porque no solamente en nuestro trabajo como artistas lo que tenemos que resguardar a nivel cultural tiene que ser la cuestión material, que es lo que lamentablemente los museos únicamente se centran. Pero, ¿quién resguarda el carácter político de obras de arte que se han hecho expresamente a modo de protesta y denuncia? Entonces, por un lado me parecía súper importante plantear esa cuestión. Y por otro lado, yo como artista, a mí me pone en una situación súper incómoda teniendo un trabajo que tiene una postura tan clara, teniendo un trabajo de militancia, tener que estar representada por un museo que deja entrar a utilizar esa imagen como símbolo para una organización claramente imperialista. Es por eso que decidí escribir la carta. Tengo entendido que habían grupos de artistas y culturales que estaban, en el contexto español, debatiendo si es que se hacía algo.
¿Qué pasó después a nivel de repercusión con el resto de los artistas y las artistas que también forman parte del museo?¿Qué se viene tejiendo después de ese primer paso que diste?
Yo creo que hay una cosa, el contexto europeo es muy diferente al contexto latinoamericano. La disputa cultural y el trabajo que se viene haciendo a nivel de medios de comunicación, en el contexto europeo, es alucinante. O sea, son una máquina de propaganda y de ideologización que puede llevar a que haya más de 60.000 muertos y desaparecidos en la frontera, conviviendo con la paz social, con un gobierno supuestamente progresista, y con un partido como Podemos formando parte del gobierno. Entonces, ahí hay un contexto ideológico en España y en Europa en general, que ha normalizado absolutamente que se dé. O sea, han sido grupos de compañeros, antiimperialistas, de izquierda, que vienen militando ya desde hace muchos años, que sí se han movilizado. Cosas puntuales como lo de Extinction Rebellion que fueron al frente de la de la pintura a manifestarse. Pero creo que pensando, por ejemplo, en las grandes manifestaciones en contra de la guerra, en el año en que se hace la invasión Irak, ahora estamos viendo el resultado de esa ingeniería ideológica que vienen haciendo los medios, para normalizar, que se de una situación así.
Hay gente que te dice: “bueno, no me parece correcto que maten inmigrantes en la frontera”. ¡No! Es que el país tendría que estar ardiendo, porque no son 37 de la última semana, son por lo menos 30.000 en la frontera española en los últimos años, y estoy segura más de 70.000 en las fronteras europeas, y eso está absolutamente normalizado, en un marco donde muchos de los países miembros, incluso con gobiernos progresistas, forman parte de invasiones militares: La guerra de Irak; de Afganistán; la invasión en Libia; la invasión en Mali, es aceptada por la sociedad europea. Entonces, eso también se refleja en el contexto cultural y artístico, que terminas teniendo un contexto en una conversación personal que te pueden decir que no están de acuerdo pero que no piensan articularse políticamente, y a nivel de organización, para oponerse a ese tipo de prácticas, ya ni en lo más mínimo.
Creo que en cierto modo esto deriva a un neofascismo europeo, con el crecimiento de las extremas derechas. No solamente se ha dado porque está creciendo por un costado, sino que esta socialdemocracia progresista, ni siquiera es que ha incorporado los discursos de la extrema derecha, sino que en los últimos años lo que ha hecho es agudizar las políticas de racismo institucional, alimentando precisamente a la extrema derecha y normalizando todo este tipo de prácticas. Yo creo que lamentablemente en Europa las izquierdas progresistas se han desmovilizado muchísimo y lamentablemente, es como si en Europa se ha perdido la utopía del cambio, que al creer en un estado del bienestar capitalista, porque eso es lo que están buscando, decir: “yo no quiero que me exploten, pero yo no quiero que se acabe el capitalismo”.
“En Europa las izquierdas progresistas se han desmovilizado muchísimo y lamentablemente, es como si en Europa se ha perdido la utopía del cambio.”
En otras oportunidades has hablado del término de “izquierda blanca”. Para vos, ¿cuáles son las principales deudas que tiene la izquierda española en particular, y europea en general, respecto a la población migrante?
La única respuesta que ha habido, por ejemplo, de parte de Ione Belarra ha sido un tuit, y es una persona que yo conozco de la campaña por el cierre los Centros de Detención de Extranjeros (CIDES), porque también formaba parte, y hay una decisión política clarísima por parte de Podemos, no solamente con el asesinato reciente en Melilla, sino también, por ejemplo, hace dos años, sacaron los tanques a la playa del Tarajal. O sea, ya estamos hablando de cuestiones de vida o muerte. No están apoyando, por ejemplo, la campaña por la regularización, que es una campaña inmensa, masiva, donde están todas las organizaciones antirracistas implicadas. Su apoyo está siendo muy tímido, muy estratégico para evitar mayores conflictos. El problema es que hay una normalización del racismo institucional en el contexto europeo y español. Entonces no es aceptado que alguien te diga y te verbalice un insulto racista, pero está absolutamente normalizado que la oficina de extranjería te ilegalice, la policía te persiga y después termines deportado.
Yo creo que ahí tiene que ver con sus acuerdos políticos con el PSOE. Hay que tener en cuenta que la cuestión del control migratorio es una prioridad para la derecha y la extrema derecha en Europa. Entonces, una de las deudas que tiene esta denominada izquierda blanca, no por una cuestión de pigmentación, sino por el marco ideológico en el que están, es que se niega a ver que, así como para la extrema derecha y la derecha el racismo institucional es una prioridad, para la izquierda tiene que ser una prioridad tener políticas antirracistas y una postura contundente en relación a esto. Porque acá se están jugando muchas cosas, no solamente es, “ay, el racismo es esto”, una cuestión de lo políticamente correcto. No tiene que ver con eso, tiene que ver con que la población migrante es una subclase trabajadora dentro del contexto europeo y las leyes extranjería y el sistema de control migratorio están hechos para generar unas condiciones de explotación, para generar esa subclase trabajadora y que beneficie a la élite, al sistema capitalista.
En el contexto español hay una ilegalización sistemática de las personas migrantes y se ha agudizado mucho más con la situación post pandémica. Hay una situación de quitas de custodia y arrebato sistemático a las mujeres migrantes de sus hijos, aperturas de expedientes gravísima, una continuidad de procesos de deportación y, como digo, una situación de explotación laboral que está clarísimo. O sea, ¿quiénes trabajan en el campo en España cosechando, cultivando y siendo los peores pagados de la cadena de producción? ¿Quienes trabajan sosteniendo la vida de los bebés, de los adultos en condiciones de explotación? Las personas migrantes.
Después hay una cuestión que yo creo que tiene que ver con con la política ya más en el sentido geopolítico, que Europa no puede permitir, que personas que venimos de los países del Sur global, que ellos invaden, saquean, destrozan, explotan, tengamos los mismos derechos que ellos porque supondría que en una o dos generaciones podríamos ocupar espacios de poder. Y si nosotros ocupamos espacios de poder en la política europea, en las instituciones europeas, este orden imperialista no sería sostenible.
¿Te preocupan las resonancias y los ecos que puedan llegar a América Latina del actual escenario europeo? Por ejemplo, la llegada de Vox es bastante clara en varios territorios de nuestra región pero, a la vez, son muy claras y fuertes las resistencias, desde 2019 lo vimos en Ecuador, Chile y Perú …
Con sus conflictos, contradicciones y dificultades sabemos que, por ejemplo, en el caso de Pedro Castillo, no es la izquierda que muchos esperábamos cuando se puso a gobernar o incluso muchas de las situaciones que se están dando en Chile. Pero yo creo que el buen síntoma es que la población está apoyando esas candidaturas pese a todas esas maquinarias, digamos de guerra mediática brutales, los procesos de lawfer, hay una postura ideológica. Gran parte de la población acompaña, saben que queda mucho trabajo por hacer y todo, pero por lo menos es un territorio donde hay posibilidades no como el contexto europeo que está absolutamente bloqueado.
Acá hay una facilidad de confrontar a las derechas y extremas derechas también por por los procesos de los que se viene y con muchas herramientas para confrontar. Lo que yo pienso, por ejemplo, en relación a Europa es que las extremas derechas son nefastas y terribles pero muchas de las políticas que llevan a cabo las derechas son las mismas que las extremas derechas. En el contexto europeo, en materia de migración, si escuchas las propuestas de Vox son las mismas que está llevando ahora a cabo un gobierno supuestamente progresista. Entonces, ahí hay otro espacio que a mí también me parece súper peligroso que tiene que ver con políticos más moderados en su discurso pero que, en la práctica, tienen una agenda muy parecida a la del extrema derecha. Pero acá una cosa que me parece súper importante es pensar en relación a la izquierda blanca y a las deudas que hay de esa izquierda con las personas migrantes de los sures en territorio europeo. Hay todo un mecanismo legal ideológico institucional que funciona así y lo que estamos detectando con varias compañeras de acá por ejemplo con la cuestión de las tenencias compartidas.
Esta política es urgente, la situación de la matanza en la zona de frontera es un crimen de lesa humanidad y no solamente tienen que cambiar la Ley de Extranjería o abolirla, hay responsables políticos que tienen que ir a la cárcel, no puede ser que estén libre y que no haya ningún tipo de proceso por la responsabilidad política y material sobre los crímenes en la zona de frontera. Lo mismo con las quitas de custodia, por ejemplo, para muchas de nosotras, una gran referencia obviamente son las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo porque nosotras lo que vemos, es que esos niños que nos están arrancando con argumentos legales racistas, tienen que volver a sus familia. Acá hay una experiencia y un conocimiento de cómo hacer con ese tipo de procesos, no la vamos a encontrar en Europa.
Desde tu experiencia que es personal, pero también colectiva ¿Cómo se articula tu activismo con las demandas migrantes?
Para mi hacer artes es totalmente diferente de la actividad política. La militancia demanda de muchas asambleas, de otro tipo de trabajo completamente diferente. Una cosa es hacer arte que puede contener ciertas cuestiones políticas y otra cosa es tener una asamblea y eso creo que es importante separarlo porque es trabajo difícil. Ahora, que las prácticas artísticas y creativas puedan servir para los procesos de lucha y que hay una genealogía histórica hermosa de artistas que han puesto sus herramientas no se puede desconocer.Yo, por ejemplo, cuando pienso en el Grupo de Arte Callejero (GAC), el Grupo Etcétera o en cuánta gente ha hecho el Siluetazo, pensando en el contexto de ustedes por ejemplo. Cuántos artistas han puesto sus herramientas al servicio de la colectivización para el reclamo.
Como artista me pareció muy importante generar imágenes de lo que no hay. Por ejemplo, hace un tiempo hice un trabajo sobre Fernandito Tupac Amarú, el hijo de Micaela Bastidas y Tupac Amarú cuya historia está absolutamente borrada. Y este niño, no solamente terminó muriendo en España, sino que vive en el barrio de Lavapiés que es el barrio migrante antirracista más fuerte. Un espacio de disputa donde han habido manifestaciones y tomas de la calle muy fuertes. Me imagino hoy día también hay varias movilizaciones por lo de Melilla que también en Lavapiés. No es casual, que Fernandito Tupac Amarú haya pasado por ahí, pero no hay imágenes de eso. Muchas de las imágenes de Micaela Bastida, su madre, cuando entra a la historiografía oficial se la blanquea entonces de pronto ves que no solamente era una mujer de descendencia indígenas sino que era también afrodescendiente y la hacen rubia.
Ahora tengo muchas ganas de hacer un trabajo que rescate el tema de las plantas, animales y personas secuestradas en Europa para ser expuestas en los zoológicos humanos. Eso no fue una práctica excepcional ni un circo que se dio una vez, sino que era una práctica institucional dentro de las exposiciones universales internacionales. Por ejemplo, en esa serie de pinturas, son como pequeñas rebeliones de las plantas, de los espíritus en contra del orden colonial, porque también a mí me parece muy importante desde el arte subvertir esa imagen de violencia contra los pueblos del Sur global, las personas racializadas y los sures porque es lo que les da impunidad. Acá ha habido también resistencia de 500 años y muchas veces esas imágenes de resistencia están como borradas. Otro trabajo que quiero hacer es sobre las rebeliones anticoloniales en el Caribe ya que no hay por ejemplo material bibliográfico que recopile todas. Es bien difícil encontrar un libro y yo lo pienso mucho en el sentido pedagógico que es otro eje de mi trabajo artístico. Para mí es muy importante utilizar un lenguaje, unas formas, unas estéticas que puedan salir del contexto del arte.
Desde que los españoles pusieron un pie en Abya Yala, ha habido resistencias y quiero generar imágenes en relación a eso. Por ejemplo, el otro día vi un compañero que compartió una lista de presidentes africanos asesinados en los últimos 60 años y es de una magnitud alucinante. Entonces quería hacer, también, una serie de pinturas de honor a estos presidentes que obviamente eran anticoloniales, de izquierdas y generar material pedagógico. Creo que utilizando ciertas herramientas artísticas una puede generar procesos pedagógicos, pero siempre teniendo en cuenta que es muy diferente al trabajo de la militancia.